martes, 14 de marzo de 2023

oh, el amor

 

















Antes que nada advierto que el señor de la imagen no es Luis Luque. Es una representación del compositor ruso Modest Petrovich Mussorgsky en los finales de sus días, como verán algo complicado por el alcohol y las sustancias.

Paso a relatar.
Una de mis clases teóricas en la materia Dibujo del CBC Fadu, versaba sobre geometría descriptiva, su eclosión y fundamentalmente sobre el Sistema Monge creado por el mismísimo Gaspard Monge, conde de Pelouse, afamado matemático y geómetra de principios del siglo XVIII. 

Siempre me atrajo la figura del señor Monge y su contexto.

Justamente, para ilustrar ese contexto cultural en la clase, traía músicas y figuras de la época. Así llegué a profundizar sobre la historia de la pieza musical "Cuadros de una exposición" del tal Mussorgsky.
Resulta que este hombre estaba perdídamente enamorado del arquitecto y artista Viktor Hartmann, con quien mantenía una tórrida relación que se vió abruptamente interrumpida por la repentina muerte del arqui a los 39 años víctima de un aneurisma.

Tremenda y devastadora fue la pena de Modest ante la cruel muerte de su gran amor, por lo que decide componer una suite para piano en su recuerdo. Para su estreno Vladimir Stásov organiza una exposición de dibujos de Viktor y cada uno de esos dibujos dan título a cada una de las piezas de la suite. Mussorgsky muere a los 42 años, víctima de una infección que termina con su deteriorado cuerpo.

A principios del siglo XX, Maurice Ravel crea la versión para orquesta de esta magnífica pieza.

Siempre me impactó la maravilla de esta composición y creo, sin lugar a dudas que se ha transformado en la excelsa representación de una gran historia de amor.

Así funcionan las grandes pasiones, nos contagian de sus enormes dimensiones.

No sé si nuestros estudiantes han aprendido Monge pero estoy seguro que de esta historia no se olvidaron en absoluto.

El video que muestro a continuación se llama "La Gran Puerta de Kiev" y representa el último dibujo de Hartmann.
Suban el volumen hasta que tiemblen los vidrios y dejense llevar. El beso del final del director Gustavo Dudamel lo dice todo.

 


























Abrazo
Gustavo Barbosa






martes, 7 de marzo de 2023

solo hay que esperar atentamente
















Yo supe tener un padre intenso. Dejo librado a la imaginación de mis queridas y queridos lectores la implicancia y alcance del término. Entre las muchas características de su sagitariana personalidad no se encontraba una pizca de paciencia, nada más lejos, se le ocurría algo y tenía que ser satisfecho en tiempos que él solo entendía. Lejos estaba de mi capacidad pisciana atender esos complejos mecanismos y por ende siempre me declaraba en rebeldía hacia la caprichosa autoridad, cosa que arrastro hasta hoy.

No es el tema de esta entrada hablar de mi padre sino del aprendizaje de saber esperar.
Específicamente del esperar atentamente, lo que podría llamar: espera activa.

Voy a contar una historia.
Hace unos años mi amiga Silvina y yo compramos una casa en Tigre, muy cerca del río. Una casa que hablaba de viejas glorias pero lucía un estado de abandono lamentable. El edificio databa de la década del '30 y había sido un Almacén de Ramos Generales con vivienda donde vivía la familia que lo explotaba. El almacén cerró en 1976 y la casa continuó habitada por parte de la familia que convivía con su decadencia.
Las obras de reciclaje fueron arduas y prolongadas, una acción casi incompatible con el concepto "negocio" que impera en el universo inmobiliario. La idea fue conservar el local con una vivienda. O vivienda con un local, en orden reversible. 
Hubo que hacer cirugía mayor, respetando el espíritu de la honorable casona, cuidando de sus paisajes emotivos y jugando con su materialidad.
Amo estos rescates arquitectónicos. Es mi misión en esta vida profesional. Me entiendo bien con las energías que las habitan, esos fantasmas con los que se establecen diálogos polifónicos de una sutileza sin par.
La circunstancia del país y la pandemia demoraron la venta de la renovada casa. 
Finalmente se vendió hace un par de años.
Habíamos fantaseado una y otra vez con quien la compraría y pudiera entender el sentido de tanto trabajo.
La persona que la compró no era ese personaje. Decididamente no, pero había que venderla.
Como era de esperar, en menos de un año la volvió a poner en venta y hace unos pocos días tuve una inesperada conversación con el que será el nuevo propietario.
De forma instantánea hablamos el mismo idioma. De forma instantánea me llenó de felicidad conocer a nuestros "esperados socios" en esta aventura de construir un hogar.
El tiempo transcurrido preparó una sabrosa alquimia que parece, nos dará muchas sonrisas y la sensación de la tarea bien cumplida: A brillar Casita de Tigre!

Solo había que esperar, así, atentamente y con confianza.

Abrazo
Gustavo Barbosa

fotografía: Jade Barbosa Ribeiro

"En lo concerniente a actos de iniciativa y creación,
existe una verdad elemental,
y el ignorarla mata innumerables ideas y planes magníficos:
que en el momento que uno se compromete,
también interviene la Providencia.
Ocurren, entonces, todo tipo de cosas positivas,
que de otro modo jamás se habrían producido.
Una serie de acontecimientos derivan de esta decisión,
poniendo a nuestro servicio incidentes fortuitos,
encuentros insospechados y ayudas materiales 
que ninguna persona podría haber soñado con lograr
Sea cual sea tu sueño, comiénzalo. La audacia tiene genio, poder y magia"

                                                                           Johann Wolfgang von Goethe
  





lunes, 27 de febrero de 2023

hay días y ayy días

 






















Hace unos días leí en el muro de una amiga una frase increíble: "escribo para espiarme",
una reflexión que me resultó reveladora. Quizás no haya acto más solitario que el arte, en cualquiera de sus formas: pintar, esculpir, hacer música, escribir. De ahí la maravilla encerrada en esa frase: me miro soslayadamente, me espío. Estoy solo conmigo.

Tenemos muy poco control de nuestras almas, obvio, si apenas podemos con nuestros cuerpos, esos fieles compañeros del trayecto completo, de terminal a terminal, que duran lo que duran, que nos hacen disfrutar y también nos hacen padecer en el inexorable camino al secreto mejor guardado de la historia de la humanidad: la muerte.

Y se aparecen las eternas preguntas: 
Me espío para adentro?
Me espío para afuera?
Cual es el adentro y cual es el afuera?
Y así...hasta que las velas no ardan.

Porque no tendría sentido todo este despelote que es vivir si no trascendemos de alguna manera a este certero cambio de estado. Será imperceptible o será magnífico, pero será, no tengo duda alguna. Este candombe que es la vida, la nuestra como inmediato lugar, se merece que podamos resonar de mil formas.

Hace muy poco Jade, mi hija, me dijo algo conmovedor: " Gracias por enseñarme a observar la belleza de este mundo". Uffff, si me permiten la onomatopeya. 
Cuarenta años de docencia quedaron graficados en esas palabras. Miren, observen, vuelvan a mirar, conmuevan y conmuevansé. Qué otra cosa?

Hay tanta gente hermosa en estos trayectos, a algunos los llamamos amigos, amigas, hijos, hijas, amores, compañeros, compañeras, hasta enemigos si hace falta.
Hay tantos lugares para respirar, tantas imágenes para aprehender, tantos olores para atrapar y tantas infancias para llevar en el escaso equipaje.
Hay tanto amor brillando por allí.
Hay tantos segundos y hay tantos días, de ahí el título de estas palabras.

Me gusta pensar que dejaré millones de sonrisas, miles de melodías ( aunque no sea un músico) miles de abrazos, miles de ganas, miles de miradas y todoesoquevieneatrás.
Ésa será mi herencia. 

Me gusta pensar que estamos vivos, a como dé. Brindo por éso.

Abrazo
Gustavo Barbosa

Iustración: Monstriña por María Verónica Ramirez





                                    

miércoles, 15 de febrero de 2023

hambre?

 





Voy a alterar mi sempitermo orden de fototextovideo por videotextoynosé.

Entre otras cosas porque me robaron la compu y allí fue mi selección de fotografías destinadas a alimentar las entradas de este sitio.

Me voy a concentrar en la cuestión que indica el título aquí encima: el hambre.

Escucho la  letra de la canción y dejo lugar para que lxs queridxs profesionales de la salud mental se hagan un festín ( ojo Adri y Luis, jaja)

Porqué siempre tenemos hambre??

Desde que aterrizamos en este mundo cruel demandamos alimento, en general a esa señora que estaba justo en ese mismo lugar a la misma hora (mamá?) 
A partir de allí hacemos un curso intensivo para entender que nuestra autonomía es muy corta: tenemos que comer a cada rato, demasiados " a cada rato". Desde aquella vieja teta, pasando por el biberón, hasta el asado con papas fritas, ocupamos nuetra vida buscando alimento, pero...
que alimento?:
Ayyyyy, la panza pide y?? que más??

El corazón (ponele) reclama su lugar y se pone impertinente.

Amores, amigos, amores, amigas, amores, hijos, amores, hijas, amores y nosotros mismos o nosotras mismas solitos mi alma mirándonos en el espejo de la vida que a veces es hermosa y a veces es, a secas.

Y vuelvo a escuchar la canción: " y si querés venir conmigo te hago un lugarcito y nacemos de nuevo" ufff donde estará ese lugar?

Tenemos hambre porque la vida es alimentar y alimentarnos y alimentarte y alimentarme y crecer a como de, que no hay tanto tiempo, warnin.

Podría decir mucho más pero ahora me voy a comer unas milanesas y a pensar y a escuchar esta canción 500 veces más.
Y claro, a brindar, porque estamos vivos. Salute!!

Abrazo
Gustavo Barbosa

fotografía: las tienen los ladrones





viernes, 27 de enero de 2023

como un sentido común


 















"Es una cuestión de sentido común".

Cuantas veces escuchamos esa sentencia? Y digo sentencia porque definitivamente lo es.

El sentido común ha digitado las conductas de mujeres y hombres en nombre del status quo que domina la escena desde tiempos inmemorables.
La burguesía en su esplendor establece los contenidos básicos del comportamiento y del pensamiento que estructuran y determinan lo que está bien y lo que está mal. Así se definen discursos que conllevan autoridad, se estatizan los mecanismos y solo se cree en lo ya sabido. Se naturaliza la lógica y se bloquea la iniciativa y el conocimiento, según palabras de la querida Dora Giordano.

El sentido común es el refugio de la obediencia.

Si dominara por completo la escena, no existiría el arte, ni la creación, ni la pasión, ni el amor, ni la risa, ni la rareza, ni la desprolijidad, ni las margaritas, ni tantas cosas que hacen de este mundo un lugar interesante para ser vivido.

No está escrito en ningún lado, solo es una mutación constante del mandato de las clases dominantes y de su moralina despreciable.

Cuando escuches la frase "es una cuestión de sentido común" sospechá instantáneamente del que la pronuncie, seguramente es un enviado de las huestes de la mediocridad.

Abrazo
Gustavo Barbosa

fotografía: Alexei Bednij





viernes, 13 de enero de 2023

lo que vine a buscar

 

















Una pregunta me provoca y no soy de achicarme:
Cómo se manifiestan los vínculos?

Y sigue
Con que parte de nuestra humanidad le decimos al otrx lo importante que es para nosotrxs?

Parece que nos han otorgado el don de poder expresar el afecto, la capacidad de afectar al otrx. Ésto no necesariamente significa que sepamos incorporar la empatía como equipaje cotidiano. O sí.

De ahí la  palabra
De ahí la mirada
De ahí el silencio
De ahí el contacto

Me detengo en este último: el contacto. 
Vivimos vestidos con la epidermis que nos cobija y nos comunica con nuestrxs compañerxs de ruta. Somos generadores de huellas, propias y ajenas, superficiales y profundas. Hay mucho por investigar.
Nuestras manos acaparan el comando del contacto, son la avanzada de lo por venir. Nuestras manos dicen y nos dicen en una sinfonía infinita de sensaciones.
Nuestras manos develan algunas huellas de subcutáneas formas y nos enseñan a escuchar de otras maneras, más completas y más amorosas.
Son capaces entonces de desarmar los escudos que nos empeñamos en construir.

En que idioma se expresa una caricia?

Las manos llevan ese secreto guardado por siglos para que sigamos intentando ejercer la afectación de las y los que nos envuelven con su luz.

Abrazo
Gustavo Barbosa

fotografía: David Altmejd