En estos tiempos de google y sus secuaces parece raro pensar en aquellos viejos mapas que nos daban ubicación y por sobre todo, mucho lugar para la imaginación.
"Tener sentido de la ubicación" solía ser una gran virtud que nos ahorraba mucho trajín y un sinnúmero de ocasionales preguntas las que, en mi caso, me negaba a hacer. Tenía que llegar solo! (O con la Filcar en el peor de los casos)
Cual será hoy el sentido de estar ubicado?
Ubicado en el sitio?
Ubicado en la sociedad?
Ubicado en el tiempo?
Ubicado en la realidad?
Ubicado en vos?
Google te lleva o te trae al son de una voz que te ordena el andar sin un dejo de emoción alguna, aunque puedas elegir un idioma familiar.
Pero resulta que la vida es mucho más compleja que ir y venir.
El riesgo inherente es el que te indiquen que sentir o como sentir. Espero que nunca haya mapas que ordenen los sentimientos o te acomoden las emociones.
Aunque te pierdas, aunque te de miedo, aunque sea más difícil, la cuestión es tener la piel dispuesta a la emoción, a la risa y fundamentalmente, al amor.
Abrazo
Gustavo Barbosa
No hay Filcar ni GPS que resista mi neurótica desorientación, mi dificultad de hallarme. O llego bien al destino pero al volver me extravío.
ResponderEliminarLejos de padecerlo he aprendido a encontrarle el lado divertido: no insisto en encontrar el lugar, si el azar colabora lo celebro; no anuncio visitas y me presento sorprendiendo a mis amigos con unos vinos bajo el brazo.
No planifico. Sólo naufrago en mis tormentas y arco iris.
El presente? Sin ubicación posible en este plano.
El amor... siempre es el destino. Siempre hace las veces de brújula o faro ....
Son buenos aprendizajes sobre todo si los tomás con diversión. Te imaginé con el baúl del auto repleto de botellas de vino para sorprender!!!Jajajaja
EliminarTu imaginación es certera jajaja
ResponderEliminarjajajaja, genial
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