miércoles, 30 de diciembre de 2015
sábado, 26 de diciembre de 2015
músicas
Se acaba el 2015, nuestro séptimo año.
El que subscribe debería economizar palabras y dejar descansar a sus estoicos lectores,
después de todo, estamos en receso, en las ansiadas vacaciones, pero...
La pregunto surgió casi inevitablemente, como cerrar estos textos después de un año intenso, para el país, para nosotros en formato individual?
Pensé, casi como una consecuencia, que hay un hilván recurrente entre nuestras clases, este blog (reservorio de preguntas), y la constante diaria: la música.
Desde los sonidos del viejo combinado familiar, pasando por el Winco, la Spica, hasta Spotify, desde los viejos discos de pasta, los amados Lp's, los cassettes, los Cd's o lo que vendrá, la música, los recitales, los músicos, todo ésto ha sido y será la cara soleada de la vida.
Lo esencial.
He pasado horas buscando la música adecuada para estos textos, he pasado horas buscando el video pertinente para cada clase teórica en estos años, buscando vínculos e iluminaciones con una fe incondicional en la capacidad sintáctica de la música, casi siempre más efectiva que mil palabras.
Será nuestra manera de estrechar la natural distancia entre la tarima y la audiencia. Será una manera de estrechar la mano con cada uno de ustedes, queridos lectores.
La música ha desnudado nuestras almas para provocar, para alentar, para desatar las apatías en pos de encontrar el nudo pasional, indispensable en nuestro mundo proyectual.
24 hs al día, 365 días al año, una continuidad emotiva.
Despido el año con fuertes sensaciones, con la consistente huella de lo hecho, de lo dicho, de lo pensado, de lo escrito.
Agradezco la compañía visible en este sitio, la intangible, los comentarios volcados aquí, los comentarios en los talleres, todo lo que hace que ésto se construya entre todos.
Como siempre, un enorme placer.
Como siempre un fuerte abrazo.
Buen 2016!
Gustavo Barbosa
para los amigos, para los músicos, para todos
(imaginen la difícil decisión de elegir un tema para la ocasión...los ancestros lo hicieron por mí x 2)
miércoles, 23 de diciembre de 2015
la otra cara
He escrito hasta el hartazgo sobre lo maravilloso que tiene ser docentes y estar ubicados en el umbral de la Fadu para recibir año tras año nuevas caras impresas en nuevos alumnos.
Con otras energías, con otras inquietudes, con otros saberes que nos provocan a movernos de los lugares de comodidad para, juntos, transitar nuestro pequeño gran año en común.
Dibujo nos convoca para que entre todos tallemos nuevas aristas y demos forma a lo por venir.
Después de nuestro séptimo año como Cátedra, lo por venir empieza a ser y va llegando de una manera contundente, se van recibiendo nuestros alumnos del 2009. Un poco para atrás, un poco para adelante, estas generaciones de jóvenes almas que han dejado su huella en cada uno de nosotros van arribando al ansiado título, cargados de ilusiones y de melancolía por lo que se termina.
Ser docente de la Fadu tiene muchas puntos y aristas posibles, desde una gran cuota parental hasta inefables pactos de afectos eternos. El conocimiento juguetea entre nosotros mientras lo esencial toma forma. Es inexplicable pero sucede. Como la vida.
Me emociona profundamente verlos crecer y jugar a que todos maduramos. Arribar a la ansiada graduación será entonces la fotografía perfecta de todo ésto que nos ha pasado en algún querido taller en aquellos años increíbles.
Vayan mis felicitaciones cargadas de orgullo para cada uno
Gustavo Barbosa
para Guido, para Tchab, para Marina y para tantos otros
lunes, 21 de diciembre de 2015
lo de los otros
Un día te das cuenta que hay cosas que no vas a ser,
en mi caso no voy a ser abogado, ni escribano, ni mucho menos contador,
y como consecuencia hay muchas cosas que no voy a hacer.
Esta primera selección gruesa es fácil, si te da impresión la sangre propia y ajena, no podrías ser médico, o en el peor de los casos, uno pésimo.
Para sumar inquietud, todo está hecho para que decidamos el futuro completo de nuestra vida en los años inmediatos a finalizar la secundaria, enjaretado a presión por las madres, padres o similar. Parece haber cierta urgencia social en saberquevasaestudiar!
Ésto si tenés posibilidad de estudiar, sino, a otra cosa mariposa. Claro, también hay vida más allá de los libros.
Mi pensamiento iba hacia otros lares, tenía que ver con decidir dejar de lado ciertas cosas que se presentan a lo largo del tiempo. A la manera de encrucijadas, la vida en determinados días se presenta como blanco o negro. Para allá o para acá?
Sos arquitecto, entonces que hacés? Lo que aparece, o lo que querés hacer? Lo que te parece bien para tu lugar y para tu gente, o lo que te impone el subnormal mercado inmobiliario?
Demolés y construís sepultando la memoria de los lugares, o salvaguardás con esmero el espíritu de nuestras ciudades?
Todo tiene su precio, claro.
Seguís la tendencia, seguís la moda o te detenés un minuto a diseñar tu propia estrategia?
Vas formando principios de vida o los vas improvisando al son de los vientos?
Se supone que hay espacio para todos y entre esos todos, hacemos el mundo, algunos hacen un altar al ombligo propio, pero ése ya es otro tema.
Lo que no hacemos nosotros lo harán otros, para bien o para mal. Con honor o en la más melindrosa sumisión.
Ese día que acomodás la estantería y tomás la decisión: "ésto no!", tiene un bello perfume a vos mismo, a tu identidad. Ese día se acallan las voces de la memoria.
Ya vendrá otra encrucijada y otra más, pero la del día, la de hoy, está resuelta.
Una gran felicidad.
Abrazo con sol
Gustavo Barbosa
directo a la teórica de color 2016
martes, 15 de diciembre de 2015
mutaciones contextuales
Nacemos en un contexto determinado, preciso, elegido (o no)
Desde la señora que está a tu lado en el momento natal, hasta la mano que te ayuda a partir de esta forma humana, nos criamos, embebemos, aprendemos, sufrimos, crecemos en un contexto determinado.
Nos contentamos con el molde original, nos inventamos nuevos escenarios, o nos vamos a la fortaleza de la soledad en la búsqueda de ser parte y contexto a la vez, como sea, todo es posible en la viña del señor.
Podemos vivir 417 vidas encimadas en ésta que nos ha tocado en gracia, probando, ajustando, recalculando o sometiendo lo heredado a un efecto picadillo por momentos saludable.
Desde la célula familiar, la escolar, la universitaria, la laboral vamos aprendiendo las reglas del juego que nos depara el destino (o los políticos)
Disfrutamos, sufrimos, gozamos o nos desinteresamos, pero siempre estamos confrontando con el entorno inmediato, mediato o planetario. Confrontando a la manera de medir tensiones y fluencias que nos entretejen inevitablemente con nuestro derredor.
En momentos de crisis (indispensables) se despliegan las potenciales energías que habremos acumulado en momentos de bonanza interior. Sobrevivimos a los embates contextuales o sucumbimos en un oscuro mar de ignominias.
Creo importante chequear de vez en cuando nuestro nivel de resistencia para que no nos tome desprevenidos un repentino cambio en el arrabal vecino.
Si la energía fluctúa hasta asustar al más guapo, siempre habrá una mano amiga que nos acomode el momento en el que impera la duda.
Solos o agrupados, es bueno saber que podemos afirmar los pies en nuestra tierra para resistir el vendaval, que aunque sea amenazante, tarde o temprano caerá por su propio peso.
Los invito a revisar bibliotecas, discotecas, o el último rincón de sus cuartos, hasta encontrar la palabra o el sonido que los alinee otra vez para, juntos, resistir eso sí, con una indeleble sonrisa en nuestro rostro.
Abrazo apretado
Gustavo Barbosa
recomiendo subir el volumen de lo que sigue hasta que los vidrios se quejen y si es posible descifrar una letra que agiliza la sangre
Shout
Shout
Let it all out
These are the things I can do without
Come on
I'm talking to you
Come on
In violent times
You shouldn't have to sell your soul
In black and white
They really really ought to know
Those one track minds
That took you for a working boy
kiss them goodbye
You shouldn't have to jump for joy
You shouldn't have to jump for joy
Shout
Shout
Let it all out
These are the things I can do without
Come on
I'm talking to you
Come on
They gave you life
And in return you gave them hell
As cold as ice
I hope we live to tell the tale
I hope we live...
Shout
Shout
Let it all out
These are the things I can do without
Come on
I'm talking to you
Come on
And when you've taking down your guard
If I could change your mind
I'd really love to break your heart
I'd really love...
Shout
Shout
Let it all out
These are the things I can do without
Come on
I'm talking to you
Come on
Roland Orzabal
jueves, 10 de diciembre de 2015
dejar de no ser
Como se deja de hacer algo?
Como se deja de tener un cargo?
Como se empieza a no ser?
Cuando se empieza a no ser?
En un momento muy particular, en días de cambios sustanciales para la sociedad que provocan un repertorio de inquietudes, surgen (me) algunas de estas preguntas, que a su vez derivan en cuestiones más estructurales.
Tendemos a ser algo, se nos impone ser algo, "profesión?: arquitecto", nadie podría responder "profesión?: persona" a esta formal cuestión. Somos personas en un ámbito muy preciso, pero en la calle somos lo que hacemos.
Albañiles, escribanos, empleados, costureras...algo, todos debemos ser algo, so pena de ser tildados de desclasados o insanos.
Apuntamos las miras a conseguir un título, o un pos título, o un puesto de lustre con la vana ilusión de que así llegaremos...habremos crecido sí, pero llegar?
No creo que haya un lugar al cual llegar.
Es por eso que me pregunto como dejamos de ser algo, si quizás nunca llegamos a serlo?
Quizás pase un poco cada día, mientras hacemos un algo dejamos de ser otro algo, y así
vamos construyendo y deconstruyendo el todo todo el tiempo.
Es un pensamiento un poco alterante porque está íntimamente ligado y entreverado con el transcurrir del tiempo, nuestro evasivo compañero de ruta.
Unos se van y otros llegan, unos parecen terminar y otros creen haber llegado...
una gran porción de vanidades se entremete y distorsiona el marco,
mientras tanto nosotros seguimos con las mismas preguntas de siempre.
Abrazo desde acá
Gustavo Barbosa
para los que no se rinden nunca
fotografía: Iñaki Bergera
sábado, 5 de diciembre de 2015
alineación y balanceo
Por inercia o por tradición llega el relajado momento del balance del año
por el que solemos pasar todos.
Acallados los laberintos, en silencio nos quedamos mirando desde un punto de equidistancia entre ayer y mañana, con la tranquilidad de lo hecho y la esperanza de lo por hacer.
Reuniones, festejos, promesas y demás yerbas son la cara visible de un proceso que es mucho más íntimo y personal. Es hora de ajustar cuentas.
Que rápido se pasó el año! ...se escucha en la panadería, en la sala de espera del médico al que le encanta hacerte pensar mientras lo esperás o en el ascensor indiscreto. Me gusta observar la edad (aparente) del que esgrime el concepto de la velocidad temporal. Si es joven, sus palabras disparan una flecha hacia adelante, con poco disimulada avidez. Si es viejo, sus palabras intentan en vano anclar la nostalgia del tiempo acumulado en la memoria.
Hice las cosas bien?...se escucha en nuestro rincón del universo, como si hubiera que rendir cuentas a algún mandato ancestral que nos observa con persistente desconfianza.
El tema parece ser otro, porque los valores de referencia son los propios, entonces la ponderación de lo hecho quedará expuesta a nuestra cosmogonía, única e irreemplazable.
Lo hecho nos afirma en el planeta que nos alberga y también construye nuestra identidad espiritual, esa que vive en algún otro lugar.
Me gusta este momento de levedad gravitacional entre lo que acaba de terminar y lo que vuelve a empezar. Es un momento de extrema soledad, necesaria para escuchar nuestro respirar y observar nuestras arrugas vivenciales.
Un momento para alinear, o simplemente para dejarse llevar por una bella canción.
Abrazo en voz baja
Gustavo Barbosa
" vivir atormentado de sentido"... vos me entendés
fotografía: Meena Rakesh
gracias señor Kleiman por traer esta maravilla!
domingo, 29 de noviembre de 2015
que dejamos?
Por diversas razones este año parece ser un año de marcadas herencias, personales,
del entorno político, social y artístico.
Para que esta observación se cumpla, debiera haber algo heredable,
un objeto, una cama, dos cacerolas, un gobierno, alguna música,
el recuerdo de una voz o un proyecto inconcluso.
Por sobre las materialidades sobrevuelan las huellas indicadas,
esas que nos conducen, nos guían, nos confunden o nos inmovilizan para ser.
Es parte esencial de nuestro andar el poder detectar (a tiempo)
que gestos, que cicatrices, que fobias,
que entidades tenemos tatuadas para ayudar a dar nos forma.
Gestos imperceptibles, miradas, guiños, aparecen entremezclados con esos otros,
nuestros predecesores, con los que están, con los que se fueron, con los que nos iremos.
El tiempo así nos construye y nos reconstruye cada día,
con lo que vamos recogiendo, con lo que sembramos, con lo que nos sembraron.
Entre los padres y los hijos, entre los héroes y los villanos, entre los amores y los odios,
entre las caras amadas y esos gestos tan familiares, entre los amigos y los que no,
están nuestras partes, algunas de ellas serán las elegidas, las que vamos dejando para
los de al lado.
Los padres no los elegimos (o sí?), pero a los héroes amados, sí, y ellos,
quizás sin saberlo, van dejando marcas y señales para entender el camino, el nuestro.
De allí la pregunta inicial, querido lector, que dejamos?
Elijo pensar que dejamos una suave energía que apueste a seguir,
alguna pasión, alguna chifladura de esas que desconcierten al poder de turno
y transformen a las estructuras, en fin, sería emocionante pensar que dejamos una consistente militancia del vivir.
Abrazo mis queridos
Gustavo Barbosa
Como a muchos, no puedo escuchar esta maravilla de otra manera que sentado con mis lágrimas...mi querido Luis
lunes, 23 de noviembre de 2015
se agrade ce
La Universidad de Buenos Aires ha decidido que este blog obtenga el 1º Premio en la categoría Blogs Universitarios Individuales de los Premios UBA 2015.
De más está decir la inmensa alegría que esta distinción provoca en quien les escribe.
He dejado pasar unos días para (solo intentar) metabolizar este hecho (acontecimiento) y elaborar algunas reflexiones que quisiera compartir con ustedes, queridos lectores.
Entre (siempre entre) lo académico y lo personal, entre lo remoto y lo cercano, entre la tradición y los desvíos, entre la emoción y la razón, este espacio busca esos vínculos intangibles que de tan reales, se vuelven imaginarios. Tras transitar buena parte de mi vida el querido Pabellón 3, siguiendo el hilo conductor del afecto que recorre talleres y pasillos aunque a veces lo perdamos de vista, voy aprendiendo a convivir con las emociones que cada día te deparan escenas de distinta catadura.
Enseñando y aprendiendo se va moviendo la cosa mientras mucho de lo aprehendido se desgrana en estos escritos que ustedes completan dedicándole su amable tiempo.
Me gusta pensar que mi indeclinable fe en que lo emocional como parte sustancial del aprender tanto como hablar del amigo Monge (abrazo infinito amigo Gaspard) sea advertida y valorada por nuestra institución para así alentarme a seguir este trajinar.
Debería agradecer a muchos que alimentan este lugar (me alimentan), alumnos inolvidables, compañeras y compañeros de fierro, contrincantes de monta, amigos y amores indeclinables.
Para todos, vaya mi agradecimiento esencial porque si no sintiera que están ahí, nada podría ser escrito.
Entre las imágenes y las músicas estamos nosotros amigos, y eso es lo único que importa, abrazo a cada uno y a todos, con especial dedicación.
Gracias!
Gustavo Barbosa
para tantos amores...
fotografía: Sven Nordrum
viernes, 20 de noviembre de 2015
frivolidades
Los ciclos parecen calcados, capa sobre capa,
los que ya entramos en la dimensión del "en mi época", podemos testimoniarlo.
En un tiempo, las políticas permiten emerger los problemas sociales (reales)
en un tiempo emergen los "problemas" sociales de las clases medias,
para, en un giro elíptico, volver a empezar.
Momentos de conciencia por las desigualdades sociales, por la pobreza,
por el destino de los desclasados, por el otro como otro igual.
Momentos de conciencia palermizada, lobotomizada, o similar, con preocupaciones
de amplia trascendencia para el ombligo de los preocupantes (nada más)
Me cuesta imaginar un nuevo ciclo de frivolismo del desolado universo social
de las clases medias. Temerosas por los de abajo y envidiosas por los de arriba, como los hermanos del medio, suelen tener graves problemas de identidad por lo que suelen disparar constantes cataratas de mezquindades en sus decires y en sus haceres.
El festival del sálvese quien pueda (mientras el que pueda sea yo, claro)
Nuestro universo Fadu por momentos detenta buena parte de esta frivolidad insustancial y veleidosa, lo que no nos exime de la búsqueda de ciertos equilibrios internos para controlar
el avance viral de nuestra propia des conciencia.
Nuestras disciplinas pueden abrevar en la consistencia de nuestro posicionamiento responsable, o también pueden ser un cúmulo de lábiles inconsistencias ligadas a
intereses alejados del bien común. O una saludable mezcla de ambas.
O lo que cada uno defina como el bien (o casi bien) la cuestión es no hacerse el distraído.
La frivolidad en dosis homeopática puede ser estimulante, pero como estructura imperante puede convertirse en un ataque masivo al equilibrio social.
Debemos estar alertas, la frivolidad suele venir en envases de un poderoso atractivo,
está a la vuelta de la esquina, abunda más de lo deseado y suele tener una persistencia endemoniada.
Abrazo (con antídotos)
Gustavo Barbosa
fotografía: Daniel Sannwald
sábado, 14 de noviembre de 2015
los martes orquídeas
Que momentos de extraña particularidad son los finales de cursos...
Vertiginosos, trajinados, con un aire de cansancio amable, algo melancólicos,
pero con la sensación de que el aire del taller ha mutado una vez más y se ha encendido la alquimia del afecto.
Cuesta apagar la luz y cerrar la puerta, casi un ejercicio de inutilidad supina, porque no sucede. La puerta no se cierra, la luz sigue encendida y las huellas son de una persistencia demoledora.
Cada año me vuelvo a hacer la misma pregunta,
Sirvió?
Alguien habrá aprendido algo?
Valió la pena?
Cual es la verdadera cuestión?
Las respuestas serias serían posibles. Las respuestas serias no tienen demasiado sentido en estas circunstancias.
Elijo pensar en repuestas fenomenológicas, de carácter transmisible y reconocibles a nivel epidérmico. Prefiero tratar de explicar como caras anónimas se van transformando en caras amigas, en risas entrañables y en vínculos indelebles.
Elijo pensar en como sucede que todos nos dibujamos entre todos.
Quizás sea parte de la vida aprender a reconocerse y representarse, por ello las imágenes se transforman en nuestra formas de formarnos, como individuos, como grupos, como sociedad, por eso hay que aprender a dibujar.
Estar en el umbral de la Fadu es un privilegio que intentamos sostener con convicción,
ya que es un espacio de delicada filigrana emotiva donde trabajamos de lo macro a lo micro, para reconsiderar el vínculo inicial, para ahondar en los alcances posibles y más aún en los, aparentemente, imposibles.
Se agradece mis queridos. Se agradece la confianza y la voluntad de transitar, porque la vida es eso, movernos, solos o de la mano, pero movernos.
Con ustedes el camino es decididamente muy agradable.
Abrazo a cada uno, uno por uno, y sepan que, con absoluta conciencia, los vamos a extrañar
Gustavo Barbosa
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