Éstos son días especiales,
días de festejo, por momentos inundados de cansancio, con imágenes trashumantes o de una consistencia terca, no importa.
Son días festivos, de hermética resonancia, de gritos silenciosos, de proclamas al borde del naufragio, de indeclinables posturas.
Son días de apuesta al cambio, no a cambiemos, de indescriptible esperanza, de algo parecido a lo por venir.
Son días de decisión o de indecisión, de decidir o dudar, de creer o de inmunizarse.
Son días que se agradecen,
por las ganas,
por la voluntad,
por la necesidad de creer.
Nos transfundimos en estos días especiales,
nos volvemos a ver,
nos rehacemos.
Esto se debe agradecer, entre los volantes reiterados, entre las banderas ominipresentes, entre los intentos de convencer.
Son momentos de certeras felicidades que nos preservan del oscurantismo y la ignominia.
Momentos de decir, momentos de entender, momentos de elegir.
Abrazo queridos habitantes Fadu
Gustavo Barbosa