Hoy traigo este breve relato.
Lunes por la mañana, en algún lugar del conurbano. Un aire de precipitada actividad en el aire.
Un contratista me llevaba en su auto cuando nos detenemos en un semáforo, detrás nuestro un camión recolector de residuos.
Observo una señora mayor que empieza a cruzar la calle, tambalea, pierde el equilibrio, se arrodilla, se quiere levantar y no puede, me bajo a ayudarla, el chofer del camión de residuos también se baja, ofrece llamar a una ambulancia por su radio, la señora se angustia, "no, quiero ir a mi casa pero como voy a llegar?" el contratista, que también se había bajado dice; la llevamos, el tiempo se detuvo, nadie tocó bocina, el chofer del camión parecía un enviado de Lassie, la llevamos a su casa, la señora tiene 92 años, fue enfermera y necesitaba ayuda.
Una enfermera que necesitaba ayuda, vaya encontronazo.
Que nos separa de la fragilidad?
Nada, apenas un suspiro.
Espero estés bien vieja bella dama.
Abrazo
Gustavo Barbosa
siempre imaginé que China Zorrilla me adoptaba de sobrino
Nada nos separa... eso
ResponderEliminarTan cerca y tan lejos
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