viernes, 12 de mayo de 2023

el lado oscuro?

 

















De la piel para adentro no hay nada que justificar.
De la piel para adentro nacemos, vivimos y morimos en una elaborada intimidad.
Cuando hablamos de intimidad deberíamos entrecomillar porque suele usarse ese término por lo que pasa entre dos y diría que no acuerdo demasiado.

Mi intimidad es conmigo. Los de afuera son de palo.

Supe tener una progenitora geminiana que me enseñó a congelar la mostración de la emoción, cualquiera que fuera capaz de correr el maquillaje que tanto esfuerzo llevó construir.
Después de tantos años de elaborar las luchas intestinas pude entender que transitar y chapotear en los rincones oscuros nos permite fisurar lo dicho y empezar a transitar el entre.
Un hermoso lugar de extrema incomodidad.

El universo de la creación tiene de por sí una cualidad tortuosa: transitar y pensar entre lo obvio y lo inescrutable, entre lo cómodo y lo tensionado. Éso es crear, transmutar algo de nuestro interior hacia el entre que construye el vínculo con lxs demás.

Y cómo se construye ese entre?

Quizás no haya que construir algo, quizás nuestros rincones oscuros se entienden y confluyen sosteniendo los vaivenes de las mareas emocionales que nos constituyen.

Demasiado intrincado para un viernes a la tarde, o no?

Abrazo
Gustavo Barbosa

Fotografía: Dmitry Shad ( gracias al amigo Enkil y su fabuloso blog 
"Uno de los Nuestros)






miércoles, 3 de mayo de 2023

trapitos al sol




Me tocó en suerte, en el mismo día, cruzarme con dos mudanzas, no aquellas del nivel de "A usted lo estábamos esperando" o " Verga Hnos". No, eran de ésas que van en una pick up devencijada o en un camión más desvencijado aún, con la heladera y algunos poco muebles en no muy buen estado y todo lo que pudo entrar a como dé. Aquellas de días feriados, aprovechando los menores controles de tránsito.

Me quedé pensando en que en general los objetos que usamos conviven tranquilamente con nosotrxs en la intimidad de nuestros hogares, pero suelen perder bastante de su precaria dignidad cuando son expuestos a la luz del sol. Las manchas, los rayones, el deterioro, todo junto se magnifica sin piedad. 

No importa el nivel social o económico de pertenencia, las cosas no conviven bien con el sol. Quizás al ser despojadas de su contexto pierden los signos de su belleza, un fenómeno que me llama y mucho la atención.

Surgen entonces las consabidas preguntas: 

Qué nos pasa a nosotrxs, los humanos?
Cual es para nosotrxs el equivalente del sol para con los objetos?
Cual es la "luz" que nos hace perder la dignidad?
Cómo interactuamos con nuestros contextos y fuera de ellos?

Convivir en sociedad es un trabajo arduo y cotidiano. Y no hablo de sobrevivir en este sistema tan corrosivo por momentos, sino en el permanente juego entre nosotrxs y la mirada de nosotrxs.
La vida implica el devenir, el movimiento, la mudanza constante y quizás en ese proceso no tenemos la capacidad de mirarnos o de tratar de ver como nos miran los otros mientras simplemente vivimos.

Por suerte ahora hay protectores solares 8500 y capáz que salvamos nuestra tan querida dignidad. 

Abrazo
Gustavo Barbosa