Estamos viviendo en un mundo de likes impersonales, remotos, despellejados.
Las redes nos "cobijan del rubor", como dijo el flaco artista, nos recortan la mirada mucho más acá de las pantallas.
Así es que el ejercicio del like se ha vaciado de contenido, de hormonas o de compromisos.
Cuando la otredad se corporiza, cuando aparecen las miradas,las manos, los gestos, los perfumes, la piel, la voz, las formas, las risas y vaya uno a saber cuantas cosas más, los likes se pulverizan inermes sin sentido.
Por fuera, por dentro, por fuera, por dentro.
Por los alrededores, por los atajos, en el camino.
Somos entidades muy complejas, muy llenas de cuerpo, muy repletas de pensamientos y algún espíritu misterioso y nos miramos a distancia sin rumbo fijo, pero cuando aparece el detalle, sobreviene la conmoción.
Por fuera, por dentro, por fuera, por dentro.
Los huesos nos sostienen, los sentidos nos conectan, la alegría nos ilumina. Son instrumentos que conviene afinar de cuando en cuando, mantenerlos/nos/te/me alerta y aceitados, no vaya a ser que un día nos atrapen las pantallas infestadas de likes.
Abrazo
Gustavo Barbosa
Imagen: Jean Charles Debroize
para el querido amigo Isma, que sugirió el siguiente, hermoso tema