la música todo lo amalgama, lo bueno, lo malo, lo feliz, lo triste, lo por venir, lo nostálgico, lo ínfimo, lo inconmensurable, lo que te pasa, lo que imaginás, todo...todo termino cada clase con alguna música pertinente (para mí), con algunas imágenes que salen de los poros, con cientos de palabras, con miles de silencios todo, todo crece alrededor de la música, cada instante, cada uno algunos de ustedes se van porque el bondi no espera, algunos de ustedes se quedan hasta siempre, algunos un día te dicen hermosas palabras que te reconstruyen cada célula, que te repletan el lugar del afecto algunos un día te devuelven cada cosa multiplicada por la tabla del 90000 algunos, un día, te llenan de amor un día me llamó Milo, un día encontré a Beba, un día encontré a Sil, un día encontré a Ignacio, mi hermano perdido un día encontré a Edgardo un día encontré a Isma un día encontré a Swinnen, un día encontré a Marian, un día encontré a Moi, un día encontré a tantos, a los docentes, a Tchab, a Ka, a Sergio, a Vero, a Flor, a Nahuel, a Gus, a Marcela, a Guille, a Ana, a Daniela y a muchos más (perdón si no nombro a cada uno, están aquí) un día me mezclé con los desaparecidos de la entrañable bandera, un día me ví allí la música, tan precisa como el amigo Monge, tan hermosa como el querido Goethe, tan demoledora como el Flaco, nos lleva de aquí para allá, como aquel barrilete cósmico que alguna vez te movió el amperímetro alzo la copa una vez más, hasta el borde de feliz vos, por vos, por mí, por nosotros, nos lo merecemos, más bien! Abrazo Gustavo Barbosa fotografía: Bert Stern gran liquidación de videos, a elección, de lo mejor, re
Y se fue el año! dirá un señor entrado en años, dirá una joven estudiante, que rápido se fue, dicen todos al unísono. Y a donde se va? pregunto yo Vos y yo, querido lector, nos susurramos respuestas al oído: un año difícil, un año transido,un año por momentos desalentador, un año lleno de instantes, algunos trágicos, algunos cargados de emoción, algunos bellos, como todos, como siempre, como toda la vida. Medimos en años, pero en lo personal, prefiero medir en sensaciones momentáneas, intensas, festejables, envolventes y sanadoras. La certeza (quizás la única que me importa) de que vendrán nuevos y sustanciosos momentos de festejo, es la que me (nos) mantiene transformables. Si no nos rehacemos cada vez estaremos conviviendo definitivamente con el ostracismo. Somos nuevos cada vez, a cada momento, en cada instante. Te das cuenta? Es simplemente la vida. Vamos? Gran abrazo Gustavo Barbosa imagen: "Crazy Horse" del gran Neil Young
Este lugar ganó un premio de la UBA otra vez, y van más de los que nunca imaginé. Un lugar que casi aprendió a decir solo, casi más allá de mi voluntad, tan solo gracias a momentos de emoción que salen a decir y se hacen escuchar (o leer). Me he dedicado a enseñar tantos años ya. Me he dedicado a crecer tantos años ya. Me he dedicado a propiciar el afecto como un valor superlativo en un ámbito que suele sobrevolar con cierto temor ese territorio tan pleno de sangre y tripas. Aprender a dibujar, aprender a decir, aprender a meter la mano en las ideas se ha transformado en un ejercicio casi dramático, desde esa acepción vital. Nos hemos ido encontrando cada año en un ritual desconocido y sorprendente que este blog ha intentado reflejar, en esa brillante luz, la que irradia el encuentro. A veces enorme, a veces casi imperceptible. Las más, indelebles. Suelo correrme del auto halago, mi condición pisciana prefiere el perfil bajo, pero en este lugar somos todos protagonistas, yo que digo y ustedes que escuchan, yo que escribo y ustedes que leen, yo que siento y ustedes que vibran al unísono. Es pura magia. Nos merecemos un mundo un poco más amable, un poco más de cariño por nosotros y por nuestras ganas de transformar nos. Nos merecemos ser un poco mejores, vos y yo. Abrazo mis queridos Gustavo Barbosa
Me gusta brindar. En sus distintas acepciones, en sus distintos significados, en sus distintas circunstancias. El choque de las copas y el encuentro de las miradas mientras compartimos un momento de felicidad, el abrir de nuestra humanidad para ayudar a otras/otros/otres, el recibir a la otredad que viene en nuestra ayuda. Brindar, brindarse, un espacio para cuidar. Siempre hace falta el otro para poder brindar, para poder brindar se. Brindamos por lo hecho, brindamos por lo por venir, brindamos nuestra ayuda para construir el brindis por venir. Y así. Brindar por el encuentro, brindar por la felicidad de encontrar. Brindar por la sonrisa que nos ilumina, brindar por las que, confiamos, vendrán. Brindar por sumar nuestras ganas, brindar por crecer. Brindar por vos y por mí, que no es poco. Me gusta brindar. Se instala allí, en nuestros lugares santos.
Este blog se creó allá por el 2009 en medio de la epidemia de gripe A, cuando la facultad cerró sus puertas por razones preventivas. Era el primer año de la cátedra y la experiencia fue fulminante, el blog se instaló como un taller paralelo donde todos nos sentimos parte, el que subscribe y los lectores de entonces. Muchísimos comentarios establecieron vínculos indelebles. Los tiempos cambiaron y las redes sociales mutaron. El blog también se transformó. Se fue constituyendo en un solitario ejercicio emocional donde se mezclaron relatos, recuerdos, provocaciones y alguna que otra vez, referencias remotas a la materia que nos congrega, Dibujo. Es un ejercicio catártico donde expongo ( me expongo) reflexiones de caprichosos matices, ilustraciones y fotografías que despierten mi interés, y siempre, siempre, un video musical que logre conmoverme. Las palabras enlazan las imágenes fijas y las audiovisuales en una conversación que intenta alejarse de cualquier referencia con el sentido común. La cuestión es sorprender, provocar, emocionar, hacernos pensar. Nada más. No tiene pretensiones académicas, tan solo la de entibiar algunos rincones olvidados de nuestra vida en la Fadu y alrededores. Abrazo Gustavo Barbosa para ustedes, mis queridos lectores fotografía: Cezary Wyszynski Pensé y pensé que video debiera acompañar esta particular entrada. Elegí " Aguas de Marzo" de Tom Jobim, por mi historia personal, por la maravillosa versión de estos dos genios y porque me conmueve, que otra cosa?
La emoción y el afecto no suelen ser consideradas categorías con valor académico. La institución está muy ensimismada en buscar certezas y no suele detenerse en estos estadíos. Sin embargo, la institución también alberga seres que munidos de entrañables sonrisas, logran mapear otros rincones. En esos lugares, en esos rincones yo me siento bien, en esos rincones, que se vuelven portales, se reconocen los pares, no importa cuando, solo importa su consistencia. En la intimidad de las emociones es notable amalgamar a los queridos, a los que son parte tuya, a los que más allá del tiempo, te pueden enseñar. Es particularmente emocionante reconocerse en los que están siendo, es, diría, maravilloso. El camino continúa y la sensación de dejar todo en buenas manos, es inmensa. Quizás casi sin darnos cuenta, los que nos precedieron lo hicieron con nosotros y hoy nos toca entregar la posta. Eso es de una gran felicidad. Abrazo Gustavo Barbosa para mi amiga Lina
Los que nos dedicamos a hacer y a enseñar a hacer, intentamos reflexionar en los intersticios entre esos haceres. No hay tiempo para todo, pero es sano pensar un poco y tomar conciencia de las acciones cometidas, sobre todo cuando nuestras propias manos están metidas en estos vitales jugos. Atravesar los bordes de la realidad puede amedrentar pero en esos territorios desconocidos uno se encuentra con sus limitaciones que obligan a irradiar de otras maneras. No hay realidades, tan solo miradas sobre ellas, por ende estos solitarios viajes son de una naturaleza muy particular. Sin embargo, cuando los astros se alinean y te reconocés en otras manos que trajinan similares indisciplinas, la escena se ilumina. Hacer, hacer y hacer. Empezando de cero cada vez, con una inquebrantables confianza en las fuerzas que nos hacen renacer a cada paso de estos sutiles caminos. Abrazo Gustavo Barbosa para vos, vos sabés fotografía: Christophe Mousset
En los últimos tiempos suelo tener la sensación de que extrañas formas nos van invadiendo. Esta afirmación tan difícil de verificar, adopta distintas dimensiones, a saber: la hiper información que se cuela en todas las pantallas, la sobre exposición a noticias que realmente, son, en la mayor parte de los casos, de una ajenitud considerable, la belicosidad de grietas y afines, la actitud ambiciosa de muchos de nuestros colegas que destroza cualquier categoría de principios, la tristeza general que invade nuestros horizontes y demás. La lista debe ser extraordinaria. Pero esta noción de ser invadido no es externa, no es de los otros, no. Es nuestra, es por nuestra poca capacidad de considerarnos y valorarnos frente al concierto que todos conformamos. Romper con ésto es una tarea cotidiana, constante, no siempre posible porque no siempre el cuerpo nos acompaña. En nuestro universo educativo entender ésto es esencial, de un lado y del otro, si no corremos el riesgo de ser arrasados. Hacernos valer, hacernos respetar, hacernos visibles, a cada paso del camino. Abrazo Gustavo Barbosa fotografía: Flora Borsi
El título de esta entrada podría tener dos acepciones, la que describe a un ser de atípicas configuraciones y por otro lado, al sentimiento de nostalgia que nos envuelve cuando no podemos "ser". Ambas acepciones son pertinentes, dejo en tus manos el camino a seguir, queridx lector.
Mientras tanto yo farfullo indiscriminadamente en ambos sentidos. Estas épocas que nos toca transitar nos ubican en el borde de lo urgente, cada día, cada hora. Una enorme energía que nos mantiene escindidos de cualquier posibilidad de disfrute, de un paisaje ideario trascendente y de cualquier otra acción que no sea la de resistir. Si uno logra, a pesar de todo, refugiarse de a ratos , más no sea, en nuestra zona de intimidad preservada, uno debiera poder desintoxicar el órgano que nos conecta con los otros. El punto G de lo social. Un intento permanente de establecer otro tipo de conexiones, de acercar partes, de bajar la guardia, de ser, ser, se entiende? Tenemos que ser, sino otros son por nosotros y eso es una falta de respeto que no deberíamos permitir. "...adorable ser, te quiero cerca mío..." Todos somos extraños seres, solo que, por momentos, nos olvidamos de ejercerlo. Abrazo...siendo Gustavo Barbosa fotografía: Adam Martinaki
La vida tiene matices tan diferentes, que no deja de sorprender. Hay circunstancias, como la actual en nuestro rincón del universo, que hacen tambalear los cimientos de nuestra sociedad. Como arquitecto que soy, puedo decir que tener problemas de cimientos requiere intervenciones expertas para no poner en riesgo los espacios, especialmente los sociales. Pero no quiero hoy, en este día gris en Buenos Aires, sumar desánimo, ya tenemos suficiente en todas y cada una de las pantallas, no acuerdas querido lector? Pienso en el sol que hoy parece estar atento a otras cuestiones, pienso en los afectos que nos reconstruyen cada día, pienso en los amores que nos hacen revisar cada fibra de nuestra humanidad, pienso en las sonrisas que demuelen cada impedimento, pienso en las manos que construyen y producen objetos hermosos como un milagro de apretada lucidez, pienso en tantas cosas esenciales que no debemos descuidar ni un minuto, porque hacen bien, está humanamente comprobado. Alumbrar cada rincón, esa es una bella tarea, como asoma febo, aunque a veces cueste. Abrazo, queridas y queridos Gustavo Barbosa para todos los que estamos, para todos los que vienen, por todo lo hecho, por todo lo por hacer fotografía:Antón Merkulov
Este mundo no está preparado para la madurez, toda una parafernalia de acciones desdeña las arrugas, los cuerpos baqueteados, las energías domesticadas y demás consecuencias del vivir. Lejos de compartir tales miradas, me enamoran los pensamientos degustados, las arrugas testimoniales, las voces atravesadas por los buenos aires, las manos repletas de decires, las bravas canas y tantas otras bellezas curtidas por haber transitado estos vastos horizontes. No manejamos el tiempo, pero podemos apreciar sus acciones. Los saberes también maduran, se vuelven a mirar y se degustan con nuevos asombros. Así vamos enseñando. Así transcurren las vidas. Abrazo Gustavo Barbosa fotografía: Paula Layton
Es emocionante ver que nuestro lugar, la Fadu, se movilice. Escuché muchas cosas estos días, escuché silencio de los medios, escuché indiferencia en muchos, escuché desánimo, escuché periodistas en la radio diciendo con displicencia, "en la Fadu son todos arquitectos que trabajan en la profesión y un 5% más o menos en los sueldos docentes no les cambia nada"...doble burrada amigo, hablan sin saber de que y le hacen el juego al poder de turno. Cuanto más nos aprieten, más nos abrazaremos Cuanto más nos silencien, más gritaremos Cuanto más nos estigmaticen, más responderemos con creatividad e inteligencia Somos la Fadu, estudiantes, docentes y no docentes Somos la historia y somos el futuro Somos la Universidad Pública!! Abrazo a todos Gustavo Barbosa imagen: Pablo Salomone
Que pensamos cuando llega el día del niño? Miramos para adelante, hacia el futuro o miramos hacia atrás, hacia esas imágenes que nos han constituido? Hay una gran parte nuestra que se alimenta de esas viejas fotos, de esos lejanos festejos cuando la niña eras vos, cuando los regalos eran para vos, cuando el niño eramos nosotros. Más o menos oculta, más o menos enquistada, esa dimensión no tiene fecha de vencimiento y a la menor pulsión revive refulgente para aparecer, como febo, después de esparcir alguna nube reticente. Nuestros mayores han sido artífices de estas entrañables imágenes y su afecto se guarda en nuestros lugares santos de donde nunca saldrán. Esas voces, esas caricias, esas miradas son parte de nuestro equipaje esencial, ese que te llevás a todos lados, aunque haya días que te preguntás: para que? Vayan estas palabras para las niñas y los niños que nos siguen y también vayan para esa parte nuestra que siempre está ahí, pegada al corazón. Abrazo Gustavo Barbosa para mi querida Ivonne, ayer te fuiste al álbum, pero dejando una caricia para todos fotografía: Anka Zhuravleva
Ayer entraba a la Fadu y Silvina me hizo reparar en el cartel que se muestra acá arriba, querido lector. Seguramente pasé por delante varias veces y solo ayer se hizo notar, solo ayer se hizo pensar. Entonces acá estamos. Los tiempos se volvieron ácidos, agresivos, violentos y de a poco nos van doblegando. Nos vamos quedando sin territorio de pensamiento y no decimos nada. No nos damos cuenta. Mostramos nuestros costados mas condescendientes mientras la visión se hace difícil. No es época de ser tibio. Pueden seguir las sonrisas, los abrazos y las buenas maneras, pero por debajo de la línea de flotación, las coordenadas son precisas, ésto parece que no resiste. Lo que hay que corregir, se desarma. Lo que hay que sostener, se demuele. Lo que hay que insinuar, se grita. Lo que hay que decir, se dice. Todo este mundo corre peligro, que vas a esperar? Abrazo Gustavo Barbosa
La imagen es elocuente, no hace falta decir mucho más. Ningún gobierno podrá ir en contra de los cimientos de nuestro país, la educación. Ningún interés mezquino podrá ir en contra de las ansias de aprender, ni de enseñar. Acá estamos y acá estaremos, que venimos poniendo nuestra vida en estas ideas. Abrazo Gustavo Barbosa
Cuantas implicancias conlleva tomar una decisión? Cual es el universo de variables, estados, sentimientos que podemos discernir en ese crucial momento ? Hay toda clase de decisiones, infinitas diría y las tomamos a cada momento, casi sin darnos cuenta. Hay decisiones que se miden en unidades de baja consecuencia. Hay decisiones que determinan la consecusión del camino de la vida. De éstas hay pocas, las necesarias para definir períodos de nuestro devenir. El futuro como tal no existe, somos discapacitados temporales, nada podemos hacer con el tiempo, tan solo tratar de vislumbrar el presente, tan efímero en sí mismo, por lo que pensar para el futuro es, en cierta forma, de una mezquindad supina. Hay que escuchar nuestra humanidad en el momento que se nos presenta. Así, sin anestesia. En eso estamos, como todos los días, decidiendo. Abrazo Gustavo Barbosa ilustración: Akif Kaynar
De que está conformada nuestra forma? Donde está el origen de nosotros mismos? Preguntas de una profundidad difícil de responder. Somos? Nos hacen ser? Aunque los antropófosos sostengan que elegimos las condiciones en las que vamos a vivir en este mundo, las preguntas se agolpan una tras otra. Cuanto nos marca la cuna, la herencia, esas personas que nos crían cuando no somos más que un organismo de absoluta indefensión? En que momento nos rebelamos a los mandatos para tomar el control de nuestra propia formación? Nosotros, que nos dedicamos a formar, a dar forma, a formar formas, no deberíamos eludir la pregunta ( las preguntas) Es indispensable pensar, pensarnos. Los ancestros nos muestran una parte del mundo, la que ellos pueden abarcar y esa es nuestra primera realidad. Llega un día en que te das cuenta que podés dar un paso más largo, más alto, más propio. El ciclo se reproduce con nuestros hijos, con nuestros estudiantes, con nuestros descendientes. Así es que el mundo sigue andando. Atesoremos lo valioso, guardemos los afectos, desprendámonos de lo impuesto, seamos, lo que sea, pero seamos. En este momento de particular ruptura con lo establecido, estemos atentos a cambiar de piel las veces que sea necesario, para crecer y dejar crecer, que de eso se trata. Abrazo Gustavo Barbosa para Ivonne, ella sabrá fotografía: Jiming Lv
Nuestra sociedad hace ruido. Se resquebraja al ritmo de las pulsaciones que dan forma a nuevas formas. Orgullo gay, cuestiones de género, diversidad, familias ensambladas, credos desairados, instituciones desmanteladas, todo en una sinfonía de nuevos colores. Y ésto recién empieza. Los nombres establecidos por siglos de tradición se ven vulnerables a los ojos del grito de libertad que hace vibrar nuestro tejido social. Los nuevos nombres mutan a cada minuto, ese es el logro. Tiempos de turbulencia inevitable. Los que resisten y los que avanzan. Desde nuestro lugar en la Universidad, nos debemos poder asimilar todas las lecturas posibles para entender que el desvío, saludablemente, aparece en cada esquina.
Abrazo Gustavo Barbosa fotografía: Jean Francois Jonvelle
Así, en caliente, invadido de emociones, me siento a escribir. Cada generación siente (en parte tiene la obligación) que puede cambiar el mundo. No sé desde cuando tenemos esa conciencia, quizás desde siempre, quizás no. Mi generación tomó algunas decisiones que yo consideré desacertadas, a pesar del violento contexto en el que nos tocó vivir. Hoy, bajo los ojos de la experiencia, miro con afecto a muchos de aquellos jóvenes. Hoy es un día memorable para esta sociedad. Algo fulminante y radiante, se instaló para siempre en nuestros escenarios, en la calle, en las aulas, en las familias, en todas partes. La voluntad de nuestros jóvenes de ejercer la libertad encontró una vía contundente, hermosa, y efectiva. Nuestras hermosas mujeres se decidieron a decir basta y lo van logrando, así, sin detenerse ante ningún poder. Como lo vienen haciendo las queridas Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, van materializando la resistencia en el sentido más hermoso de la palabra. Agradezco a cada una de estas chicas que nos van mostrando un nuevo mundo posible. Agradezco estos pañuelos verdes repletos de convicción. Agradezco a mis congéneres varones que van asimilando todo este proceso con admirable flexibilidad. Por supuesto condeno toda expresión de troglodismo cultural, ese que va perdiendo terreno inexorablente Abrazo chicas y chicos Nos han llenado de orgullo Gustavo Barbosa
La educación universitaria pública es sometida a los vaivenes políticos del gobierno de turno. Para algunos es una inversión a largo plazo y para otros es un gasto que se debiera minimizar o eliminar. Los que formamos parte del universo de la educación pública hemos sostenido nuestra vocación por sobre la mezquindad que los que, por momentos, intentan torcer la cuestión. Año tras años, nuevas generaciones acceden a la vida universitaria con la esperanza de transformar la realidad. Acercar la Universidad a la gente no es ahorrar tiempo en extenuantes viajes, es situar las disciplinas en lo local, en la problemática del sitio. Es transformar la vida en el lugar desde la propia vivencia, es comprender la necesidad desde la propia carencia. En estos días se escuchan voces que atacan estos procesos desde la ignorancia, desde la irresponsabilidad y desde la más absoluta miserable condición. Estrechemos los brazos, el futuro nos convoca. La educación nos hará libres. Abrazo Gustavo Barbosa fotografía: Nicolas Perez
Es bueno volvernos a mirar como sociedad, una y otra vez. De a uno, con el otro, con los otros, con todos. Las formas que vamos adoptando son o debieran ser, las que podamos construir como pares. Las que nos hagan ver en el otro el reflejo de lo que somos y sentir que algo tenemos en común. Los que nos precedieron lo intentaron, ahora, nos toca a nosotros. Feliz día Argentina! Abrazo! Gustavo Barbosa Hermosa versión de nuestra canción! Gracias Mollo y gracias Rafa Hernández por traerla, nunca más oportuna!
La educación pública hilvana ciertos buenos pensamientos. Nosotros, los que la constituimos, bien podemos dar fe. Todos nosotros, estudiantes y docentes, somos los agentes del saber, más allá del conocimiento, mucho más allá. Porque en cada cara de susto, en cada sonrisa, en cada segundo de emoción está lo que nos aglutina, lo que nos convoca cada día para multiplicar y crecer. Los que deciden cuanta maldita plata se dedica a la universidad pública no entienden este juego, ni nunca lo harán, porque lo miden en términos mezquinos. Yo puedo, vos...vos, no podés. Este viernes no vamos a dar clase, este viernes nos plegamos al paro, pero este viernes vamos a estar más presentes que nunca. En cada segundo del silencio de los talleres vamos a dejar nuestro grito..."con los dientes pelaos"...como dice Rubén. Que esta tradición democrática se manifieste cada día, cada vez. Defendamos este nuestro lugar, de pie o paraos como dice la canción. Abrazo Gustavo Barbosa fotografía: Beth Conklin
Hay momentos precisos, pueden ser notorios o no. Pueden ser sutiles o no. Pueden ser o no ser, pero como el aire, nos tocan. "No se puede tocar sin ser tocado..." es una frase que resuena constantemente en mis órganos culturales ( y en los físicos, también)
Si queremos mover las estructuras que se anquilosan por sus innatas cadencias, debemos pararnos con especial firmeza. La tradición se parapeta en su trinchera y no suele ceder posiciones con amabilidad, el problema es que no puede enfocar en las nuevas miradas, prefiere descalificarlas. Juntar las emociones con los saberes debiera ser algo natural, después de todo el cuerpo y el cerebro van de la mano. Nuestras disciplinas son corporales y portan la emoción como una parte constituyente de nuestros haceres. Mi mirada irá siempre en esa dirección, mis clases siempre bucearán en esos rincones, ya que seguramente a algún alma del auditorio le basten unas palabras provocadoras, más unas bellas imágenes, más la música justa, para que se despliegue su talento. Abrazo Gustavo Barbosa gracias Sil, gracias Ren! fotografía: Gérard Rancinan
Hay momentos de extrema tensión en nuestros derroteros, un poco por temor, un poco por reacciones algo alérgicas, la realidad es que las más de las veces, nos cuesta sostener un estado de disfrute. Exámenes, pruebas o todo aquello que nos expone, seguramente lo hace mucho más a nuestra propia debilidad, que a la real mirada de los otros. Hay momentos de extrema concentración que merecen ser vividos con nuestra entera humanidad, allí y en el instante justo. Los años enseñan un poco a mediar entre lo que nos pasa y lo que pasa. A mantenernos entre un lado y el otro de nuestra piel, porque lo que pasa, pasa todo y a la vez. Los concursos académicos responden a todas estas circunstancias y estados. Son constitutivos de los tiempos por venir, de los recambios generacionales, del devenir del conocimiento. Son hitos de considerable consistencia. Estos días están teñidos de estas tensiones. Pararse a decir lo que tenemos para decir es un momento por el que se trabaja con verdadera vocación, en ésta, nuestra querida educación pública y libre, en nuestra querida universidad. Somos actores de estas celebraciones académicas y así las sostenemos, porque somos parte. A celebrar pues, que hay mucho por hacer! Abrazo Gustavo Barbosa fotografía: Ayan Villafuerte