Como medimos los tiempos?
Que partes operan en nuestra percepción
del tiempo?
La entrada anterior hablaba del para siempre, y me hizo notar la
inquietud que genera el concepto. Atados a la palabra. Y lo puedo entender,
claro.
Voy a intentar ampliar el marco y el
concepto.
Nunca más convencidos de lo planetario
en términos de movimiento, de lo constitutivamente relativo, de la idea de la
movilidad como inherente a la vida, en cualquiera de sus acepciones. En eso
estamos parados, si me permiten la gracia de estar parados y en movimiento a la
vez.
Uno aprende con los años, dije antes,
y son muchas las instancias que se nos presentan para ello, una y otra vez, una
y otra vez…poniendo a prueba nuestra capacidad de…ser.
Como dice Peter Gabriel: “ use your inside out”, algo así como “ poné afuera lo de adentro”, y bancate
la que venga. Sin escudos ni asfixiantes seguridades, solo con los amables
miedos que protegen nuestras almas de la humedad de los rincones olvidados y
mediocres.
Así intentamos vivir, livianos, solo
con lo necesario.
Buscando algunas reparaciones,
aprendiendo de la luz. Tratando de aprender y enseñar. Sanando.
Estos mínimos equipajes son los que
nos ayudan en este sutil viaje por la vida, y son lo que nos conforman, para
atrás en el tiempo y para adelante. Estas son las formas del para siempre que voy aprendiendo a
elegir, y están todas irremediablemente teñidas de amor. (Será
por estas cosas que somos docentes, verdad Moi?)
Si de percibir y representar se trata,
entonces con poco alcanza, solo es cuestión de estar alerta y dejarse llevar.
Lleva años entender, pero vale la pena intentarlo.
Quizás allí esté nuestra mejor realidad.
Un abrazo a todos
Gustavo Barbosa
Para
Walter, que 30 años no es nada…
(vos sabés Moi...)