Me tocó en suerte, en el mismo día, cruzarme con dos mudanzas, no aquellas del nivel de "A usted lo estábamos esperando" o " Verga Hnos". No, eran de ésas que van en una pick up devencijada o en un camión más desvencijado aún, con la heladera y algunos poco muebles en no muy buen estado y todo lo que pudo entrar a como dé. Aquellas de días feriados, aprovechando los menores controles de tránsito.
Me quedé pensando en que en general los objetos que usamos conviven tranquilamente con nosotrxs en la intimidad de nuestros hogares, pero suelen perder bastante de su precaria dignidad cuando son expuestos a la luz del sol. Las manchas, los rayones, el deterioro, todo junto se magnifica sin piedad.
No importa el nivel social o económico de pertenencia, las cosas no conviven bien con el sol. Quizás al ser despojadas de su contexto pierden los signos de su belleza, un fenómeno que me llama y mucho la atención.
Surgen entonces las consabidas preguntas:
Parafraseando a Cohen..."Hay una grieta en todo; solo así entra la luz."...
ResponderEliminarNo tengo respuestas a tus preguntas... apenas un esbozo de mis propias dudas. Sólo sé que hay que abrir los ojos para ver el sol y salir de las propias cavernas, amigarse con las sombras para renacer en luz. La dignidad se pierde con la negación y la postergación eterna de los sueños. Nos convierte en cobardes.
( Continúo trabajando entre luces y penumbras. Abrazote)
Como parece habitual, tus comentarios me disparan más preguntas y es un muy buen ejercicio. Me gustó lo de salir de las cavernas!
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