viernes, 19 de julio de 2013

chit chat



Transitamos una época de discursos desemejantes y simultáneos con los que deberíamos tomar cierto recaudo, so pena de desgastes inútiles de nuestras agitadas neuronas.
Chats sin sentido, charlas de ascensor, charlas sobre el tiempo (el tiempo meteorológico claro) hoy amplificadas por voceros insoportables y vergonzantes que comentan con impostado entusiasmo sobre temas tan desangelados como el porcentaje de humedad o la sensación térmica en San Fernando...
Charlas enardecidas sobre cualquier cosa, todas mezcladas como advertía Discepolín;
panelistas, opinólogos expertos en descuartizamientos, pseudo periodistas desolados por la falta del señor de los bailandos, en fin, una época distinta.
En el medio de semejantes dislates, también convivimos con nuestros propios discursos, los de nuestro universo universitario, valga la cuasi redundancia. Un conglomerado de discursos que por momentos provocan aquella reacción de condenarnos a cierto ostracismo social por la riqueza de sus contenidos que parecen opacar todo lo que nos solía rodear. Una irremediable inmersión en cierta cuota de soberbia, que se le va a hacer.
Para sumarnos a estos discursos cosmopolitas, según dichos de una epistemóloga tirabombas que supimos conocer, vamos encontrándonos en el aula virtual que supimos conseguir.
Jóvenes lectores, no teman al error, ni a consignas amenazantes. Un intencionado silencio de radio los acompaña, sin mayor intención que la de ver como se arreglan solos en el medio de puntos y triángulos. 
Y contra todo presagio agorero, la cosa va funcionando.

Abrazos colectivos y nada virtuales
Gustavo Barbosa 

martes, 9 de julio de 2013

TIC tac ( aire de taller)



Barreras, obstáculos...
Cada día, a cada paso, aparece un obstáculo que a fuerza de dejarlo ser y crecer, se convierte en una barrera. Enfurruñados, enojados o reticentes, parapetados en lo conocido, miramos con recelo lo recién llegado, lo que amenaza nuestro estado de incipiente comodidad y así corremos el riesgo de inmovilizarnos.
Una y otra vez este juego se repite y nos provoca como parte de un plan de extrema puntillosidad.

No siempre lo nuevo es adoptable, ni siquiera necesario, pero nuestra apertura a las nuevas
concepciones del mundo habla de cierto estado de flexibilidad saludable. 
En breve empezamos con las TICs y nos surgen miles de preguntas y algunas miles de resistencias, y yo pienso en la señora que ilustra esta entrada, quien ha dado innumerables muestras de una relación envidiable con la tecnología: sólo la necesaria.
Nos enfrentamos con barreras epistemológicas, propias y ajenas, nimias o sostenidas, y es interesante el enfrentamiento.

Como docentes, es necesario estar alertas a la posibilidad de comunicación y a renovados recursos de transmisibilidad, que de eso se trata, de transmitir.
El 12 nos daremos cita en el taller, nuestro escenario natural, para abrirnos paso a otra dimensión, hasta entonces.

Gustavo Barbosa