añonuevo

Ilustración: Bill Randall

En nombre del equipo de dementes que conformamos esta prestigiosa cátedra,
les mando un gran abrazo y un profundo deseo de que el absurdo siga gobernando nuestros talleres mientras todos, absolutamente todos, seguimos aprendiendo.

Un gran 2015 para todos!
Gustavo Barbosa

haciendo el bolso

Nene!! Te hiciste el bolso?

Una frase que comenzamos a escuchar apenas intentamos levantar vuelo del hogar familiar. Los primeros movimientos independentistas nos encuentran desarmados frente a la compleja problemática de que corno llevar para un campamento, fin de semana, viaje de diversa categoría y demás yerbas. Ridículamente dependientes de padre, madre, tutor o encargado, no tenemos idea de que objetos son indispensables en otros mundos por fuera del nido materno. Claro, aprendemos a los golpes cuando nos encontramos carentes de calzones de repuesto u otras prendas cuya falta nos exponen a riesgos sociales de difícil superación.

Ya adultos (o similar) continúa la dificultad en encontrar el sano equilibrio entre el exceso de equipaje y la condición paupérrima con desabastecimiento masivo. Aunque tengamos más conciencia de nuestra necesidad, el "por las dudas" tiene un efecto letal en el volumen/peso de nuestro pequeño mundo transportable.
Aprendí a la fuerza desde niño el arte de hacer una valija, o guardar 63 valijas y bolsos en el baúl del auto bajo la mirada amenazante de un padre organizador y obsesivo, que hacía un culto de la manera en que se hacen esas cosas.

A lo largo de la vida acumulamos todo tipo de objetos y nos vamos moviendo por el mundo cargando por momentos con un peso innecesario, pero, que difícil es discernir en la utilidad de algo! Una condición de extrema variabilidad entre cada uno de nosotros y aún, en nuestro universo propio de mutabilidad constante.
La paradoja final es que nos vamos de este mundo material sin materia alguna, si hasta nuestro cuerpo usado hasta el cansancio queda desparramado por ahí.

Sin embargo, como decíamos hoy con Moira, cuando nos vamos definitivamente, nos llevamos íntegro todo nuestro mundo de imágenes, recuerdos y vivencia de intimidad absoluta. El inventario completo de secretos, sensaciones y emociones parecen entrar con holgura en el invisible bolso que, estoy seguro, nos llevamos hacia el infinito y más allá.
Si hasta el mismísimo Monge asiente con comprensión meridiana frente a estos primeros y temerosos pasos en el más allá a la manera de un viejo linyera con su mono al hombro y su clara idea de la libertad. 
Todo ésto se va con nosotros aunque dejemos algunas fotocopias vivenciales a nuestros herederos que seguramente distorsionarán todo a gusto y piacere.

En estos días de emociones concentradas y casi inexplicables, me permito intentar un abrazo con todos ustedes, queridos lectores, que incluye sin duda alguna a los que se van yendo silbando bajito para buscar otros horizontes.

Gustavo Barbosa

para Hebe, mi madre, que sin duda alguna, en su bolso de la vida, también se llevó su maquillaje...

Hey Joe

Una vez leí que la voz humana es un milagro de la naturaleza. Un poco de aire que al pasar por la garganta hace vibrar las cuerdas vocales y...fundamentalmente, al espíritu.
El instrumento más antiguo de nuestra humanidad, y seguramente el último.

Desde siempre me fascinaron los cantantes, quizás influenciado por mi padre, cantor en su juventud aunque yo nunca haya logrado escucharlo.

En 1969 llegó a mis manos el 1º Lp de un hasta entonces desconocido cantante de Inglaterra cuya tapa ilustra esta entrada: Joe Cocker.
Esa no era una voz humana. O al menos, era la voz de un señor que tronaba en vez de cantar. Aún hoy cuesta dimensionar la magnitud de aquel primer brillante disco de Joe & amigos, del porte de Chris Stainton, Jimmy Page, Stevie Winwood y el exquisito B.J.Wilson.
Con su tema insignia, el cover del tema de Los Beatles, "With a little help from my friends",
nos condujo de la mano hasta el cine América para el estreno de la peícula "Woodstock" y quedar extasiados por la figura del amigo Cocker y sus extraños movimientos en su actuación mitológica en el susodicho festival.

Vuelvo a considerar el contexto de aquellos años. Conocíamos a nuestros queridos músicos por la revista Pelo y en muchos casos, jamás los veíamos en movimiento. Para la TV argentina el rock no existía. De esta manera la película Woodstock se transformó en un objeto de culto para muchos de nosotros.

Al no ser compositor, Joe Cocker tuvo que lidiar con muchos productores de intereses variopintos y muchas veces cayó en temas empalagosos y olvidables que paradójicamente, son los que emite la TV en estas horas para recordarlo.

Llevo a cuestas 45 años de escucha, 3 shows en vivo y buena parte de su extensa discografía, lo que me hace ver a este viejo pícaro como a un miembro de la familia, de esa que uno se formó por fuera de la heredada,  en la que fuimos creciendo juntos, esos queridos músicos, esas queridas músicas y nosotros en una ensalada de sutiles sabores.

Aunque los hígados de todos estén pidiendo pista, en el medio de torbellinos personales y de las malditas fiestas, me encanta pensar en un brindis con el señor Cocker mientras dejamos que su voz nos haga estremecer una vez más.

Salud!
Gustavo Barbosa

2015

Feliz Navidad y próspero Año Nuevo! 

Cuantas veces escuchamos, leímos o dijimos esta frase?
Siempre me llamó la atención aquello de próspero que según nuestros amigos de la RAE tiende a ser: favorable, propicio, venturoso. Casi perfecto!
Todos nos dejamos llevar por el facilismo de pensar que el cambio de año va a cambiar para mejor algo de nuestra vida. Cada vez con un margen más estrecho, las fiestas nos predisponen a ser más buenos, más sensibles o más edulcorados. En el vértigo que nos ha inundado, se nos van superponiendo los eventos casi siempre teñidos de urgencias que mezclan sin piedad la navidad con la inseguridad con jalogüin con el día del cuñado con el cumpleaños delamigodefeisbuk con...vaya uno a saber que otra incongruencia.
No importa demasiado. Solo intentemos alejarnos de los demoníacos shoppings y transcurramos la vida de verdad sin comprar los slogans de vidas que no sé muy bien de quien son.

Más allá de tantos reparos, quiero dejar en este espacio un instante de salutación, porque más allá de fórmulas vacías, hay tantos amigos que pasan por aquí que me gustaría abarcarlos a todos, porque entre todos sostenemos esta otra parte de nuestra tarea de enseñar.

Salud habitantes del blog
Estén todos bien y el abrazo se lo debemos.
Nos vemos por la Fadu cuando el 2015 nos convoque.

Gustavo Barbosa

PD: mi amigo Enkil desde Barcelona nos manda estas tres reinas magas para destronar definitivamente esa imagen deprimente del gordo papá noel, los renos, los camellos, el pastito y demás pavadas que nadie a esta altura se cree! Gracias Enkil !!

rodando

La imagen amplificada nos muestra la púa de una bandeja giradiscos transitando por los surcos de un disco de vinilo, una cuestión que parecía del pasado y que, sin embargo ha vuelto a florecer para alegría de los que nos criamos contemplando bellas tapas de Lps de 30,5 x 30,5 cm, mientras la susodicha púa amplificaba la magia de nuestros héroes de la música.

Parece ser que la cuestión está en rodar.
Parece ser que la cuestión está en el cambiar.
Parece ser que la cuestión está en el cambio.
Parece ser que quizás sea lo único verdadero.

Mientras vamos cerrando el año, brindando, festejando esperanzados en nuevos aires por venir, vamos dejando atrás lo rodado. Muchas veces con nostalgia, muchas veces con alegrías, formateando mojones para medir el difícil tiempo que se nos corre de aquí para allá sin la menor piedad.
Algunos se van, otros nos quedamos, pero todos nos movemos, porque esa es nuestra misión.

Para los que dedicamos buena parte de nuestra vida y de nuestra capacidad afectiva a esta cosa de enseñar, ésta es una cuestión de honor. Cambiar y re enfocar casi como un mantra es la médula de lo vital. Hace 34 años que entré a la Uba, a la Fadu, de la mano de mi querida Beba Viviani y cada año pienso que hay que volver a empezar, porque hay que volver a estrenar, porque los que vienen son otros y traen nuevos aires. Para volver a empezar entre todos.

Es una bendición habernos quedado acá, en esta gigantesca máquina de enseñar que es la Universidad de Buenos Aires y ser una parte de ella, una parte mínima ( una caspa, como decimos con Moira) pero una parte entrañable para nosotros.

Es una bendición y un gran honor.
Y seguiremos rodando, que es lo mejor que podemos enseñar.

Les dejo un abrazo queridos lectores,
mientras se van aprontando los brindis y algunos interminables abrazos
Gustavo Barbosa

para Hebe

algunos de aquel 2014

Cuando se apagan los motores de los monges,

se guardan los Hb y

se dejan las maquetas a merced de la tierra,

van apareciendo algunos registros y algunas caras. Casi sin buscar...
Y se quedan, como dice Moira

Abrazo habitantes del 2014

Gustavo Barbosa