sábado, 26 de septiembre de 2015

ana y morphosis


























El planteo gráfico y espacial que propone una anamorfosis, requiere de un elemento esencial, el punto de vista.
Solo desde un lugar unívoco y predeterminado, puedo conciliar la propuesta de la imagen, si me desplazo en cualquier dirección, se perderá la captación global y la multiplicidad de planos quedará expuesta.
Ésto me deja pensando en la fragilidad del momento, o si quieren, en la justeza de la circunstancia. Un punto de vista y una única composición, solo una.

En la vida cotidiana, en nuestra particular vida plagada del ejercicio constante de la ideación, cuantas veces estaremos parados en el lugar exacto y pertinente?
Y, cuantas veces no!

Cuantas ideas y cuantas imágenes se perderán en la nebulosa del desorden visual para desaparecer en los confines de la imaginación?

Cierta vez leí a un gran fotógrafo quien decía que siempre hay que estar con la cámara preparada porque "la foto" puede aparecer en el momento menos pensado. Hoy parece que todos estamos equipados con el telefonito/cámara y dispuestos a registrar el instante.
Sin embargo me pregunto si estamos tan prevenidos con el instante ideario.

Nuestras huellas neurológicas pueden darnos sorpresas de todo tipo, para bien o para mal.
Warning!

Abrazo en el sitio exacto
Gustavo Barbosa


domingo, 20 de septiembre de 2015

los días de los días

Los lectores consuetudinarios y antediluvianos de este sitio, recordarán algún párrafo rabioso basado en mi resistencia a "los días de", que en contra de mi querer, cada vez son más. 
El día de la madre, del padre, del tío, del tío político, del novio de la tía política. El día del niño, del sobrino, del ahijado. Los días descaradamente importados como jalogüin, sanvalentín, y demás signos de cipayismo cultural.
Miles de días, por ende, inevitablemente superpuestos. Quizás en breve serán, las mañanas del abuelo y las tardes del mecánico dental. Un verdadero tormento!

A pesar de tanto prejuicio, hay un día que queda afuera de esta nómina, y es el Día del Estudiante, coincidente con el arribo de la primavera en nuestro hemisferio. Será por ese espíritu del renacer que involucra y por apelar a nuestra condición del ser estudiantil eterno, la cuestión es que no dejan de ser emocionante los 21 de septiembre.
Mi padecer y el de tantos alérgicos suelen transitar la primavera con obligado estoicismo, pero la alegría de ver los verdes en estado de renacer compensa cualquier episodio de estornudos recurrentes.

Ser estudiante es tener fe en lo por venir. Es querer mirar para allá, para el futuro y confiar en lo que viene del pasado. Es un estado para toda la vida y es por eso, que quiero llegar a ustedes queridos estudiantes de la vida con una sonrisa y una celebración, la que nos convoca año tras año desde siempre y para siempre.

Feliz día mis queridos!
Gustavo Barbosa

salud eterno Flaco!!


sábado, 12 de septiembre de 2015

enseñando

















Suele ser un gran problema en los temas pedagógicos, la cuestión de la transmisibilidad, o sea, me entienden, o no me entienden?
Una pregunta casi inútil que tiene más que ver con la inseguridad del docente, que con la posibilidad real de ser contestada. No puede haber una respuesta posible salvo la necesaria para contentar al preguntante de turno. 
Entonces?
Entonces apelamos a la intuición y a una mirada sesgada que nos permita seguir el derrotero iniciado, suponiendo que alguna vez en algún tiempo, se materializará la maduración de lo aprendido, para pasar a ser aprehendido.
En los talleres, la cosa es aún más compleja. Todos operamos a la vez, el enseñante y el aprendiente, intercambiando muchas veces los roles, con traducciones simultáneas de palabras a imágenes, con procesos visibles y otros de una intangibilidad por momentos aterradora.
Los estados provisorios de aprendizaje serán entonces, una especie de mensajeros del futuro que verán la luz en otros universos temporales.

Mientras tanto somos testigos de tantas otras enseñanzas que nos maravillan, las individualidades, las duplas, las mesas, el taller, todo sonando a la vez, como una gran orquesta dirigida por los dioses del Gran Afecto.

Abrazo colectivo
Gustavo Barbosa



Escuadra de emergencia materializada en cartón en el taller 221 por Edgardo para su compañera de mesa Macarena. Genial!



domingo, 6 de septiembre de 2015

los viejos






































Que condiciones se alinean para instalar un momento especial?

Vamos transitando la vida inmersos en hechos, aconteceres, familias, amigos, amores,
obligaciones y placeres.
Vamos viviendo, casi sin darnos cuenta, porque la corriente de la humanidad nos lleva a caballo de su espalda, muchas veces como niños detrás de sus padres. 
Vamos cumpliendo con nuestra razón de ser, tan sólo siendo, con pasmosa simpleza.

Algunas veces nos topamos con momentos de rango especial, de una calidad distinta, que nos permiten vislumbrar otras dimensiones lejos de las tres que nos rodean a diario.
Esos momentos jalonan otros viajes con destinos inciertos pero de poderoso asidero.
Entrañables, íntimos y de afectuosidad inefable.
Seguramente allí nos encontremos con viejas manos que sabrán de caricias y con voces de familiar timbre. Y seguramente habrá allí una música amable, de esas que se nos han grabado en la piel.

Probablemente los grandes líos de la vida al instante nos vuelvan a dispersar, pero, quien nos quita la sonrisa de nuestros cuerpos?
Te dejo con tus momentos especiales querido lector, nos vemos a la vuelta

Abrazo
Gustavo Barbosa

para Moira y para mí, si nos lo permiten


miércoles, 2 de septiembre de 2015

la delgada línea


























Que eventos desacomodan el tablero? 

Dice George I. Gurdjieff:

"Usted está dormido, no sabe quien es porque no se conoce a sí mismo. Hoy es una persona, mañana es otra, Usted no hace las cosas, las cosas lo hacen a Usted, así que me atrevería a decirle que si no se toma en serio lo que le digo, si no asume un trabajo sobre sí mismo, como lo más importante que haga en su vida, seguirá durmiendo hasta el día de su muerte..."

Si en forma provisoria acordamos con este precepto, y reparamos en la cantidad de eventos que nos atraviesan diariamente, esta búsqueda del conocimiento propio parece una tarea ciclópea. De meticulosa consistencia y de esencial convergencia.
No es cuestión de morirse adormilado por la acción de las cosas y los eventos, sin adoptar una posición o, en el extremo opuesto, encerrarse en una atmósfera impermeable a la eventualidad.

Cuando dibujamos por ejemplo, cada trazo divide el soporte en dos, uno de un lado y otro del otro. Donde está el dibujo? De que lado de la línea? Donde estamos nosotros, de un lado o del otro de la línea? O somos la línea? 

Cada trazo define y redefine ( quise decir indefine pero la real academia insiste en que no existe tal palabreja, uff) a la vez, en una multidimensionalidad sorprendente. Cada trazo nos modifica a nosotros que a la vez intentamos modificar al trazo, que muchas veces parece emerger del mismísimo infierno para molestarnos:...de donde salió esta línea...tan insípida?
Un buen trabajo de instrospección consiste en desacralizar al bendito trazo, estableciendo una mutación constante con cada uno de ellos, casi como un garabato interior. Una y otra vez como un mantra. Un garabato corporal.

Llevar el trazo y dejarnos llevar por él, dejando atrás la línea y su inquietante delgadez.

Abrazo
Gustavo Barbosa

fotografía: Leland Bobbe
video: Tadao Cern