Un tiempo antes de la ruptura institucional en manos de la salvaje dictadura del '76, el agónico gobierno constitucional lanzó una campaña para concientizar sobre la polución sonora en las ciudades, en particular la de la ciudad capital. Recuerdo un gran anillo que reodeaba el obelisco en su tercio inferior con la leyenda que nos convoca en esta entrada: " El Silencio es Salud"
Mas allá de cierta connotación sexual del gran monumento atravesando un anillo de extraña procedencia, el clima político que se vivía y la sospecha de lo por venir dejaba muy claro que se indicaba que lo mejor era no hablar, no decir, no pensar, no nada.
El silencio es un maravilloso ejercicio que no siempre depende de nuestra voluntad, de nuestra compañía o del enclave donde intentamos vivir.
Ahora bien, la pregunta es: cómo opera el silencio?
No estoy analizando el ansiado silencio que proviene del mundo exterior a nuestra epidermis, estoy pensando en nuestras voces interiores y en nuestros silencios interiores, ese magma que modela nuestro universo interior que nos hace seres "pensantes".
Me pregunto si el silencio interior será un vacío emocional que todo lo degrada, contradiciendo ciertas miradas orientales sobre la conciencia.
Quizás ese silencio no sea saludable, cada unx sabrá.
Perder ciertos diálogos con uno mismo me hace vislumbrar esas apocalíticas imágenes que nos trae la IA que parece que se lleva puesto todo.
Abrazo
Gustavo Barbosa
fotografía: Andreas Puhl
No tengo amo, no le doy el control ni me inclino más que a mi loca y estúpida existencia (respondiendo a la canción)
ResponderEliminarLas imposiciones me han forjado en una rebelde. Me ha costado, me cuesta, callarme... Mi trabajo ha doblegado mi eterno cotorreo y he aprendido a hacer silencio, para escuchar el sufrimiento. Mi trabajo logró lo que no pudieron el amor ni la guerra.
No existe mi silencio interior. Estoy habitada por contradicciones y agonías. Tal vez me habite el silencio de la muerte cuando muera... hasta ese día....seguiré hablando, cantando, gritando....
Nada para agregar, que triste sería quedarse en un silencio total; quizás éso sea la muerte. Gracias licenciada!!
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