miércoles, 25 de diciembre de 2019

cariño 20 20






































He escrito una y otra vez sobre el afecto y sobre el cariño,
he escrito en buenas condiciones, he escrito en inestables condiciones,
he buscado la imagen pertinente que siempre acompaña mis palabras ( o de quien sean)
he dejado que la música me ilumine y me diga que debo hacer,
he dicho.

He referido mi vida al afecto, lo he buscado incansablemente,
lo he cultivado en situaciones en las que no parecía pertinente hacerlo,
en  cada pasillo de la Fadu, en cada clase, aún en lugares ásperos como los escenarios de actividad política, en las obras, en esos lugares de acción.

Apuesto al efecto subversivo del afecto, al que abre puertas y ventanas, al que hace desconcertar al funcionario más pintado, al que espeja las miradas de niñas y niños visibles o no, al que, inequívocamente, hace sonreír.

Hacia atrás, paisajes que resuenan en las memorias que prefiero elegir,
hacia adelante (siempre) los abrazos que sanan cicatrices, las músicas que entibian los espíritus y los caminos que elegimos transitar.

Salute a todas y todos!

Abrazo
Gustavo Barbosa

para Hebe, esa chica difícil

fotografía: Ilenia Cariño ( y no es chiste)


martes, 17 de diciembre de 2019

lo estamos haciendo lo


Hay momentos en los que te quedás con lo puesto, momentos en los que te vaciás y no queda otra que empezar de nuevo.
No estoy pensando en ninguna circunstancia económica ni nada parecido, hablo de estados de vida, de re configuraciones profundas y rotundas.

Será que las encrucijadas promueven la liviandad, la acción, el camino?

En estas épocas de orden, balances, limpiezas y demás acciones de recuperación 
de la otredad y la solidaridad como una manera indispensable de vivir, me parece necesario revisar nos para encontrar nos y dar nos.

Con la memoria como equipaje y un espíritu liviano, imagino que todo, todo, absolutamente todo, puede volver a comenzar, con la confianza de un niño, como dice el amigo Peter Gabriel. Eligiendo, quizás por primera vez.

Está en el aire el verbo deconstruir, yo me deconstruyo, él se deconstruye, sin embargo prefiero pensar en los aprendizajes del mirar, del querer, de volver al origen para luego, construir nos. 
Con lo mínimo, con los cuerpos como mapas, así lo simple ocupa la escena profunda y todo lo demás se comparte, que hace tanta falta.

Abrazo
Gustavo Barbosa

para las y los que se animan a volver 

fotografía: vincentsmdj

sábado, 7 de diciembre de 2019

complicidades






































Cuantas partes de uno mismo vamos dejando por el camino?
Cuantas capas de nuestro espesor dejamos atrás?
Cual es el punto de no retorno?

Muchas preguntas y ninguna respuesta certera ya que pareciera ser que a fuerza de hacer que nos quieran y nos halaguen vamos haciendo desatinos con nuestra humanidad.
Cuesta enumerar una lista de necesidades que no debieran ser postergadas dado que al fin y al cabo la persona con la que convivimos largas temporadas viene a ser nosotros mismos.

Es saludable que cada tanto revisemos el stock de esencialidades para constatar todo tipo de desparramo desatinado, no vaya a ser que un día nos demos cuenta que nos hemos transformado en un guiñapo deshumanizado.

Será posible que alguna vez descubramos que con lo puesto, con lo esencial, livianos y libres, entendamos que la vida es tan simple como lo cotidiano, eso que hay que revalorar cada día.
Quizás, en algún día soleado, alguien que hable nuestro idioma, nos devuelva las partes que abandonamos y podamos, así, en complicidad absoluta, ser felices.

Deberíamos mandarnos a nuestro propio futuro una lista de esencialidades intocables, para cuidarnos, para querernos y para poder querer.

Accionemos el ser felices, juro que se puede.

Abrazo
Gustavo Barbosa

para Rivera, ese lugar... 

fotografía: Delfi Carmona

martes, 3 de diciembre de 2019

los caídos en la educación pública






































Tengo muchas historias que podría reflejar en este universo particular,
historias de encuentros,
historias de alegrías,
historias de frustraciones,
historias de afectos y de enojos,
intensas, suaves, anodinas, furibundas, hermosas y todo lo que se te pueda ocurrir, querida/o lector.

Ésta es una historia reciente, reluciente, reparadora.

Hace pocos días nos tocó tomar examen libre de nuestra materia, Dibujo del CBC, única materia anual de este maravilloso mecanismo de la UBA, el polémico ciclo básico.

Se anotan varios estudiantes, cincuenta y pico, se presentan algunos menos, aprueban pocos, muy pocos, extremadamente pocos, uno a la sazón.

Es difícil evaluar y tomar un examen en nuestra materia, es difícil cotejar con la cursada anual, esa de taller, esa de experiencias muy intensas, esa de poner el cuerpo, esa de crear, de intentar, esa de vibrar.

Ese uno que aprobó (que palabra mezquina) ese que vino a contar en voz baja su historia, que vino a hablar de su pueblo, de Maimara, allá en Jujuy, de sus privaciones, de su hermana a la que ayudó poniéndose a trabajar y por ello debió dejar la materia porque " no tenía tiempo"...

Porqué aprobó Enzo?

Porque sabía, porque se preocupó.
Porque nos conmovieron esas ganas, esa capacidad, ese saber silencioso, por la realidad que traía en su piel, por el odio de los pusilánimes que miran con desprecio a los "negros", esos que no ameritan estudiar, esos a los que hay que sojuzgar.
Como no aprobar a alguien que nos muestra un destino tan certero por delante?

La educación pública tiene estas cosas, estas maravillas, estos momentos reveladores, estos instantes de fe, no en Dios, no en la infecta meritocracia...no! Tan solo en entender que la vida nos depara miles de puntos de partida, algunos francamente desalentadores y sin embargo siempre hay alguien que nos enseña a creer y a crecer.

Como no calificar a Enzo con un 10? Si nos iluminó a todos.

Abrazo
Gustavo Barbosa

fotografía: Denise Kwong