La emoción y el afecto no suelen ser consideradas categorías con valor académico.
La institución está muy ensimismada en buscar certezas y no suele detenerse en estos estadíos.
Sin embargo, la institución también alberga seres que munidos de entrañables sonrisas, logran mapear otros rincones.
En esos lugares, en esos rincones yo me siento bien, en esos rincones, que se vuelven portales, se reconocen los pares, no importa cuando, solo importa su consistencia.
En la intimidad de las emociones es notable amalgamar a los queridos, a los que son parte tuya, a los que más allá del tiempo, te pueden enseñar.
Es particularmente emocionante reconocerse en los que están siendo, es, diría, maravilloso.
El camino continúa y la sensación de dejar todo en buenas manos, es inmensa. Quizás casi sin darnos cuenta, los que nos precedieron lo hicieron con nosotros y hoy nos toca entregar la posta.
Eso es de una gran felicidad.
Abrazo
Gustavo Barbosa
para mi amiga Lina
fotografía: Deborah Ory / Ken Browar
Me tocó en suerte ser jurado del concurso de auxiliares docentes de la Cátedra de Dibujo de Mariana Figueroa, junto a la propia Mariana y a Vero Vitullo. La aspirante fue Lina Boselli que logró conmovernos a los tres con su brillante exposición digna de un cargo muy superior. Un placer
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