Ayer entraba a la Fadu y Silvina me hizo reparar en el cartel que se muestra acá arriba, querido lector.
Seguramente pasé por delante varias veces y solo ayer se hizo notar, solo ayer se hizo pensar.
Entonces acá estamos.
Los tiempos se volvieron ácidos, agresivos, violentos y de a poco nos van doblegando.
Nos vamos quedando sin territorio de pensamiento y no decimos nada.
No nos damos cuenta.
Mostramos nuestros costados mas condescendientes mientras la visión se hace difícil.
No es época de ser tibio. Pueden seguir las sonrisas, los abrazos y las buenas maneras, pero por debajo de la línea de flotación, las coordenadas son precisas, ésto parece que no resiste.
Lo que hay que corregir, se desarma.
Lo que hay que sostener, se demuele.
Lo que hay que insinuar, se grita.
Lo que hay que decir, se dice.
Todo este mundo corre peligro, que vas a esperar?
Abrazo
Gustavo Barbosa
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