Hay momentos de extrema tensión en nuestros derroteros,
un poco por temor, un poco por reacciones algo alérgicas,
la realidad es que las más de las veces, nos cuesta sostener un estado de disfrute.
Exámenes, pruebas o todo aquello que nos expone, seguramente lo hace mucho más a nuestra propia debilidad, que a la real mirada de los otros.
Hay momentos de extrema concentración que merecen ser vividos con nuestra entera humanidad, allí y en el instante justo.
Los años enseñan un poco a mediar entre lo que nos pasa y lo que pasa.
A mantenernos entre un lado y el otro de nuestra piel, porque lo que pasa, pasa todo y a la vez.
Los concursos académicos responden a todas estas circunstancias y estados.
Son constitutivos de los tiempos por venir, de los recambios generacionales, del devenir del conocimiento. Son hitos de considerable consistencia.
Estos días están teñidos de estas tensiones.
Pararse a decir lo que tenemos para decir es un momento por el que se trabaja con verdadera vocación, en ésta, nuestra querida educación pública y libre, en nuestra querida universidad.
Somos actores de estas celebraciones académicas y así las sostenemos, porque somos parte.
A celebrar pues, que hay mucho por hacer!
Abrazo
Gustavo Barbosa
fotografía: Ayan Villafuerte
No hay comentarios:
Publicar un comentario