El planteo gráfico y espacial que propone una anamorfosis, requiere de un elemento esencial, el punto de vista. Solo desde un lugar unívoco y predeterminado, puedo conciliar la propuesta de la imagen, si me desplazo en cualquier dirección, se perderá la captación global y la multiplicidad de planos quedará expuesta. Ésto me deja pensando en la fragilidad del momento, o si quieren, en la justeza de la circunstancia. Un punto de vista y una única composición, solo una. En la vida cotidiana, en nuestra particular vida plagada del ejercicio constante de la ideación, cuantas veces estaremos parados en el lugar exacto y pertinente? Y, cuantas veces no! Cuantas ideas y cuantas imágenes se perderán en la nebulosa del desorden visual para desaparecer en los confines de la imaginación? Cierta vez leí a un gran fotógrafo quien decía que siempre hay que estar con la cámara preparada porque "la foto" puede aparecer en el momento menos pensado. Hoy parece que todos estamos equipados con el telefonito/cámara y dispuestos a registrar el instante. Sin embargo me pregunto si estamos tan prevenidos con el instante ideario. Nuestras huellas neurológicas pueden darnos sorpresas de todo tipo, para bien o para mal. Warning! Abrazo en el sitio exacto Gustavo Barbosa
Los lectores consuetudinarios y antediluvianos de este sitio, recordarán algún párrafo rabioso basado en mi resistencia a "los días de", que en contra de mi querer, cada vez son más. El día de la madre, del padre, del tío, del tío político, del novio de la tía política. El día del niño, del sobrino, del ahijado. Los días descaradamente importados como jalogüin, sanvalentín, y demás signos de cipayismo cultural. Miles de días, por ende, inevitablemente superpuestos. Quizás en breve serán, las mañanas del abuelo y las tardes del mecánico dental. Un verdadero tormento! A pesar de tanto prejuicio, hay un día que queda afuera de esta nómina, y es el Día del Estudiante, coincidente con el arribo de la primavera en nuestro hemisferio. Será por ese espíritu del renacer que involucra y por apelar a nuestra condición del ser estudiantil eterno, la cuestión es que no dejan de ser emocionante los 21 de septiembre. Mi padecer y el de tantos alérgicos suelen transitar la primavera con obligado estoicismo, pero la alegría de ver los verdes en estado de renacer compensa cualquier episodio de estornudos recurrentes. Ser estudiante es tener fe en lo por venir. Es querer mirar para allá, para el futuro y confiar en lo que viene del pasado. Es un estado para toda la vida y es por eso, que quiero llegar a ustedes queridos estudiantes de la vida con una sonrisa y una celebración, la que nos convoca año tras año desde siempre y para siempre. Feliz día mis queridos! Gustavo Barbosa salud eterno Flaco!!
Suele ser un gran problema en los temas pedagógicos, la cuestión de la transmisibilidad, o sea, me entienden, o no me entienden? Una pregunta casi inútil que tiene más que ver con la inseguridad del docente, que con la posibilidad real de ser contestada. No puede haber una respuesta posible salvo la necesaria para contentar al preguntante de turno. Entonces? Entonces apelamos a la intuición y a una mirada sesgada que nos permita seguir el derrotero iniciado, suponiendo que alguna vez en algún tiempo, se materializará la maduración de lo aprendido, para pasar a ser aprehendido. En los talleres, la cosa es aún más compleja. Todos operamos a la vez, el enseñante y el aprendiente, intercambiando muchas veces los roles, con traducciones simultáneas de palabras a imágenes, con procesos visibles y otros de una intangibilidad por momentos aterradora. Los estados provisorios de aprendizaje serán entonces, una especie de mensajeros del futuro que verán la luz en otros universos temporales. Mientras tanto somos testigos de tantas otras enseñanzas que nos maravillan, las individualidades, las duplas, las mesas, el taller, todo sonando a la vez, como una gran orquesta dirigida por los dioses del Gran Afecto. Abrazo colectivo Gustavo Barbosa
Escuadra de emergencia materializada en cartón en el taller 221 por Edgardo para su compañera de mesa Macarena. Genial!
Que condiciones se alinean para instalar un momento especial? Vamos transitando la vida inmersos en hechos, aconteceres, familias, amigos, amores, obligaciones y placeres. Vamos viviendo, casi sin darnos cuenta, porque la corriente de la humanidad nos lleva a caballo de su espalda, muchas veces como niños detrás de sus padres. Vamos cumpliendo con nuestra razón de ser, tan sólo siendo, con pasmosa simpleza. Algunas veces nos topamos con momentos de rango especial, de una calidad distinta, que nos permiten vislumbrar otras dimensiones lejos de las tres que nos rodean a diario. Esos momentos jalonan otros viajes con destinos inciertos pero de poderoso asidero. Entrañables, íntimos y de afectuosidad inefable. Seguramente allí nos encontremos con viejas manos que sabrán de caricias y con voces de familiar timbre. Y seguramente habrá allí una música amable, de esas que se nos han grabado en la piel. Probablemente los grandes líos de la vida al instante nos vuelvan a dispersar, pero, quien nos quita la sonrisa de nuestros cuerpos? Te dejo con tus momentos especiales querido lector, nos vemos a la vuelta Abrazo Gustavo Barbosa para Moira y para mí, si nos lo permiten
Que eventos desacomodan el tablero? Dice George I. Gurdjieff: "Usted está dormido, no sabe quien es porque no se conoce a sí mismo. Hoy es una persona, mañana es otra, Usted no hace las cosas, las cosas lo hacen a Usted, así que me atrevería a decirle que si no se toma en serio lo que le digo, si no asume un trabajo sobre sí mismo, como lo más importante que haga en su vida, seguirá durmiendo hasta el día de su muerte..." Si en forma provisoria acordamos con este precepto, y reparamos en la cantidad de eventos que nos atraviesan diariamente, esta búsqueda del conocimiento propio parece una tarea ciclópea. De meticulosa consistencia y de esencial convergencia. No es cuestión de morirse adormilado por la acción de las cosas y los eventos, sin adoptar una posición o, en el extremo opuesto, encerrarse en una atmósfera impermeable a la eventualidad. Cuando dibujamos por ejemplo, cada trazo divide el soporte en dos, uno de un lado y otro del otro. Donde está el dibujo? De que lado de la línea? Donde estamos nosotros, de un lado o del otro de la línea? O somos la línea? Cada trazo define y redefine ( quise decir indefine pero la real academia insiste en que no existe tal palabreja, uff) a la vez, en una multidimensionalidad sorprendente. Cada trazo nos modifica a nosotros que a la vez intentamos modificar al trazo, que muchas veces parece emerger del mismísimo infierno para molestarnos:...de donde salió esta línea...tan insípida? Un buen trabajo de instrospección consiste en desacralizar al bendito trazo, estableciendo una mutación constante con cada uno de ellos, casi como un garabato interior. Una y otra vez como un mantra. Un garabato corporal. Llevar el trazo y dejarnos llevar por él, dejando atrás la línea y su inquietante delgadez. Abrazo Gustavo Barbosa fotografía: Leland Bobbe video: Tadao Cern
Debo reconocer que esta fotografía del fotógrafo alemán Daniel Etter, donde muestra a refugiados de Siria llegando a una isla griega, me perturbó.
El llanto y la mirada de este superviviente abrazado a sus hijos, son un golpe demoledor a la insensatez humana. No puedo despegar mis ojos de los ojos de este señor.
Este blog orilla temas de la materia que nos convoca, temas remotos a la misma, pero muy pocas veces se instala en la cruda cotidianeidad. Contadas veces...ésta es una.
La odisea de los refugiados a través de la historia siempre ha sido un drama vergonzante. Habla de guerras, odios, luchas de poder y demás encantos de la condición humana, donde siempre ha habido víctimas y victimarios, refugiados y provocadores del, desposeídos y poderosos apropiadores, pero la pregunta que me surge es que y cuanto nos separa de alguien que ha perdido todo, hasta su dignidad?
Me pregunto que nos separa desde nuestra privilegiada posición de tener cubierta la supervivencia y poder estudiar por ejemplo, con los refugiados internos, con los desplazados por la miseria y las políticas insensatas e insensibles?
Creo que es tan poco lo que nos separa, tan extremadamente poco. Los procesos sociales en nuestro país han provocado situaciones dramáticas de desplazamientos, generadoras de miles de refugiados interiores, desposeídos de su vida por políticas liberales detentadas por los poderosos, los que no entienden que detrás de los recortes, de las tasas, de las finanzas, hay gentes, hay otros como el señor de la foto que se aferra a la angustia, quizás lo último que puede conservar.
En este año de elecciones, de tironeos políticos y sociales, del ejercicio de la anhelada democracia que tanta sangre y lágrimas costó, pienso en tanta gente que en los últimos años ha recuperado algo de su ser social, pienso en tanta gente que aún no lo logra, y me cuestiono el odio de algunos sectores de los poderosos y de los pusilánimes habitantes de la repugnante clase media que adulan a aquellos y pisotean una y otra vez las voces de los que simplemente intentan sobrevivir.
Será el sabernos tan milimétricamente cerca del que nada tiene, lo que nos hace tan miserables?
Será ese miedo el que nos transforma en un virus insensible?
Por eso los adalides de esa insensibilidad social y los cultores del neoliberalismo son los deben ser dejados en el camino, para que se corroan en su inmunda soberbia. Como diría el famoso catalán, entre ellos y yo hay algo muy muy personal.
Todas estas cosas me viene provocando la mirada del señor sirio, al que espero la vida le dé algo parecido a un momento de felicidad y lo aleje del horror.
" Se trata de saber si la ciencia ofrece u ofrecerá una representación del mundo que sea completa" Maurice Merleau-Ponty
Vamos transitando el curso entre haceres y decires, pensando cuando hacemos, haciendo cuando pensamos, multiplicando las miradas, revisando lo dado, lo hecho, lo heredado, lo detestado, lo amado. En ese estado de semiconciencia que describe Merlau-Ponty, desmenuzamos la realidad de cada espacio/escenario en el que nos sumergimos, serán reales? Serán concretos? Serán actuales? Serán...? Seremos...? La ciencia desprecia el conocimiento del mundo que no sea a través de los protocolos que ella postula, de esta manera un físico explica el fenómeno de la luz como radiación electromagnética y diversas variantes según las épocas, contradiciéndose muchas veces cuando los protocolos caen en desuso. Nosotros, los que estamos fuera del Olimpo cientificista, entendemos la luz porque sin instrumento alguno, la vemos. Podemos percibir las sombras que produce, podemos sentir el calor en nuestra epidermis y ver como colorea y modela los volúmenes que nos contienen. Nuestros protocolos perceptivos parecen se constantes y me pregunto cuan diferente puede haber sido la sensación de algún antepasado contemporáneo de los Adanes y las Evas con la nuestra, ante la luz de cada amanecer. Como no tenemos la necesidad de encontrar la verdad revelada, también me permito pensar en cuanto podemos "confiar" en nuestros sentidos para definir con grandielocuencia la realidad. Y más aún, porqué deberíamos confiar? Que gradiente perceptivo podemos desarrollar? La realidad parece estar un poco afuera y un poco adentro, en ese sutil entre, estamos nosotros y así con cada uno y otro y otro y otro. Un enjambre de realidades. Sólo me parece importante poder calibrar y concientizar que nuestras percepciones del mundo, condicionan nuestras ideas, nuestras producciones y nuestros objetos. En el ADN de cada cosa que generemos estará la huella de nuestro deslumbrar. Abrazo Gustavo Barbosa
Fragmentos de "Baraka" de Ron Fricke 1992 "The host of Seraphim" Dead Can Dance Ilustración: Mathieu Laca