hilando fino

Aquellos que hayan recorrido este blog, notarán que algunos temas son recurrentes, un poco por la edad del que suscribe y otro poco por que hay temas que necesitan mucho repiqueteo para logra desenmarañarlos.
Por momentos sorprendente, por momentos irreal, este espacio es el lugar de los silencios, la otra cara de los talleres, el punto más alejado de la galaxia de nuestra materia y a la vez, un lugar de encuentros irrefutables, consistentes y taxativos.
El lugar de Monge y sus secuaces, y sus otras caras, las que guardan un rictus de agradables ironías.


Que se enseña en Dibujo?
Que se aprende en Dibujo?
Te animás a contestar, querido lector? 
Yo si. Vemos todos los temas quesesuponequehayquever  y abrimos mirillas al misterio, ese que todos tenemos, gobernado por lo fortuito, lo intuitivo y lo aleatorio.
Es muy compleja esta materia y abrir las compuertas de lo subjetivo, profundiza la inquietud.
En una lectura rápida, no se enseña a dibujar. 
Se intenta enseñar a usar el lápiz como una prolongación de nuestros pensares.
Estos raros pensares del diseño.
Nunca claros del todo. Nunca explícitos del todo. Nunca sencillos del todo.


Hay algo más allá del hecho de cursar una materia de una carrera de una facultad.
Y es el espacio que queda entre nosotros, y lo que allí adentro resuena.
Lo que graba, marca, tatúa, y lo que nos queda en forma de huella,
ponganle el nombre que quieran. 
Es ustedes y es nosotros. Todo junto, en una ensalada de difícil catadura.


En lejanos tiempos de mi cursada de la carrera de arquitectura, un compañero, en una clase de construcciones, una de cubiertas inclinadas, una vez preguntó: ..."si el techo se inclina mucho hasta ponerse vertical, pasa a ser una pared?..." lo que motivó la obvia risa de todos...; con el tiempo, aprendí a preguntarme si esa aparente bobera no era un ejercicio de pensamiento proyectual.
Si una parte de mi cerebro dice que no se dibujar y dibujo sin pensar con esa parte de mi cerebro, puedo dibujar?
Si.
Si me mostraron que la realidad es cubicable y diseño tarareando bajito una canción, puedo soñar con cubos sometidos por planos alabeados?
Si.
Tan simple y tan complejo. Quien lo puede medir?
Solo vos y tu espejo querido lector.
La experiencia de los talleres tiene varias dimensiones a la vez.
Casi como una analogía del paso de lo bidimensional a lo tridimensional en nuestros ejercicios, ida y vuelta, una y otra vez, como un mantra que se transforma en un proceso natural y nos transforma.


Siempre hay otro punto de vista.
Siempre hay otro pensamiento posible.
Siempre hay otra escala para analizar.
Quizás solo es cuestión de hilar fino.


Saludos
Gustavo Barbosa





fotografía: Helder Reis
video: "Surgeon" St. Vincent