martes, 3 de diciembre de 2019

los caídos en la educación pública






































Tengo muchas historias que podría reflejar en este universo particular,
historias de encuentros,
historias de alegrías,
historias de frustraciones,
historias de afectos y de enojos,
intensas, suaves, anodinas, furibundas, hermosas y todo lo que se te pueda ocurrir, querida/o lector.

Ésta es una historia reciente, reluciente, reparadora.

Hace pocos días nos tocó tomar examen libre de nuestra materia, Dibujo del CBC, única materia anual de este maravilloso mecanismo de la UBA, el polémico ciclo básico.

Se anotan varios estudiantes, cincuenta y pico, se presentan algunos menos, aprueban pocos, muy pocos, extremadamente pocos, uno a la sazón.

Es difícil evaluar y tomar un examen en nuestra materia, es difícil cotejar con la cursada anual, esa de taller, esa de experiencias muy intensas, esa de poner el cuerpo, esa de crear, de intentar, esa de vibrar.

Ese uno que aprobó (que palabra mezquina) ese que vino a contar en voz baja su historia, que vino a hablar de su pueblo, de Maimara, allá en Jujuy, de sus privaciones, de su hermana a la que ayudó poniéndose a trabajar y por ello debió dejar la materia porque " no tenía tiempo"...

Porqué aprobó Enzo?

Porque sabía, porque se preocupó.
Porque nos conmovieron esas ganas, esa capacidad, ese saber silencioso, por la realidad que traía en su piel, por el odio de los pusilánimes que miran con desprecio a los "negros", esos que no ameritan estudiar, esos a los que hay que sojuzgar.
Como no aprobar a alguien que nos muestra un destino tan certero por delante?

La educación pública tiene estas cosas, estas maravillas, estos momentos reveladores, estos instantes de fe, no en Dios, no en la infecta meritocracia...no! Tan solo en entender que la vida nos depara miles de puntos de partida, algunos francamente desalentadores y sin embargo siempre hay alguien que nos enseña a creer y a crecer.

Como no calificar a Enzo con un 10? Si nos iluminó a todos.

Abrazo
Gustavo Barbosa

fotografía: Denise Kwong



4 comentarios:

  1. Poder ver más allá de nuestras narices y comprender que el horizonte nunca se alcanza pero que es misión del docente ayudar a sus alumna/os para que igualmente persigan la utopía de alcanzarlo por el camino que han elegido. Bravo Enzo...!!!
    Bravo amigo (y me salió así, de una, de corrido)

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    1. Son historias que valen la pena contar! Ninguna pena en este caso, abrazo, amigo!

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  2. Gracias por visibilizar lo importante!Felicitaciones Enzo! Y a toda la Cátedra.

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