Casi como una prolongación de la entrada anterior me siento en este sábado a observar.
Siempre estoy/estamos observando desde nuestra remota individualidad lo que pasa alrededor, con las otredades, con las cosas, con los días, con las noches, con las alegrías y las tristezas, con el arrasador pulso de lo cotidiano...( cada vez que te acordás, ya llegan las fiestas, ayy)
Y nos preguntamos en futuro:
Como será mañana?
Como seré mañana?
Pienso en el derrotero de nuestras vidas, en las finitudes y en las inminencias agazapadas a la vuelta de los segundos por venir.
Quisiera ser...la RAE dice que así se conjuga el pretérito imperfecto de querer y así, en esta ensalada de palabras la paradoja del pasado nos catapulta al futuro sin mediar el presente, tan histérico él.
En ese fugaz y escurridizo presente perdemos energía en pensar que podríamos estar haciendo aquí y ahora en vez de hacerlo y ya.
Con menos palabras decidamos al fin ser y que la Providencia se encargue del resto, como alguna vez dijo el amigo Goethe.
Abrazo
Gustavo Barbosa
fotografía: si alguien puede leer lo que dice al pie de la misma, me avisa
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