Suelo terminar las clases teóricas con música, con alguna pieza audiovisual que selle la cuestión en cuestión y guarde los jugos de tamaña cocción.
Haber provocado la humanidad del otro nos deja a todos en un estado de condicionada exaltación anímica y no encuentro por ende algo mejor que la música para transformar y sostener esa incipiente implosión intelectual.
Atravesar las propias barreras del aprehender, que nos implantamos con dedicado esmero, es una tarea harto difícil pero indispensable, sino, que aprenderíamos?
Los docentes estamos primeros en esa batalla...estrolate contra tus limitaciones amigo, y después empezamos de cero. Cada día un nuevo desafío y otro y otro, hasta el fin.
No hay que enseñar demasiado, eso viene a colación, lo importante es provocar, acompañar, encender, confrontar, contener y 27 acciones más que ahora no recuerdo porque estoy pensando en que video voy a proponer para la próxima clase.
Que misterioso encuentro se produce entre nosotros querido lector?
No me animo a catalogarlo, pero que los hay, lo hay, por lo tanto,
a subir la música...que sino, morimos todos!
Abrazo
Gustavo Barbosa
ilustración: Igor Shulman (gracias amigo Enkil!!!)
"echalé semilla a la maraca para que suene.."
que belleza de personaje, me encantó verlo,
ResponderEliminarme sorprendió y lo amé para siempre
besos!
sin musica la vida seria un error
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