Se suele decir: "la otra cara de la misma moneda" para atenuar, de alguna manera, las taxativas clasificaciones entre bien o mal, o entre ángel o demonio, disensos que suelen naufragar en los océanos de la labilidad humana.
Lo que hoy está mal, mañana puede estar bien, según quien ostente el poder, dicte la moral de turno o enarbole las palabras de aquel sabio tango de hace tanto tiempo.
De ahí la grieta, de ahí los argumentos de endeble sustento, de ahí el desmoronamiento de los valores morales de una sociedad que tambalea en sus endebles cimientos.
La pregunta que me surge es: que hay entre las dos caras?
Nuestra subjetividad comanda la aventura de correr la carrera de obstáculos que presenta la vida tal como la conocemos. Las tentaciones aparecen en cada recodo del camino y nuestro discernimiento elige, para bien o para mal...y... vuelta a empezar!
Existirá un espacio común donde refugiarnos de estos extremos tan poco creíbles?
Quizás sólo sea la distancia necesaria, quizás la experiencia, quizás...
En nuestros cursos llega el temido momento de la calificación, esa definición que separa las aguas de los que siguen o se quedan a un costado.
Pretendemos garantizar imparcialidad y objetividad en esas evaluaciones y muchas veces (las más) nos topamos con la imposibilidad ancestral de comparar ideas, procesos y resultados en el medio de la impronta subjetiva que tiene nuestro mundo del diseño.
Cada camino dictamina su destino. La faltante idearia se sostiene en impecables procesos, magníficos resultados ocultan la falta de crecimiento real o la soledad desamparada y arrasadora de algunos estudiantes que opaca todo puede ser desterrada de un saque con una simple palabra acompañada de una sonrisa.
Nos aventuramos con altas dosis de intuición en la valoración selectiva, esa que permite compensar con la intención de salvaguardar el ánimo.
Cuando nos encontramos entre las dos caras, nos podemos entender, pero claro, no es un camino fácil, hay que tener ganas.
Abrazo
Gustavo Barbosa
fotografía: Hannes Caspar
los dos polos, las dos caras solo existen por que hay algo en el medio que somos nosotros, los sujetos
ResponderEliminarpor eso, como decimos siempre la evaluación es subjetiva lo cual no quiere decir "arbitraria"
tomar posición como estudiante te da argumentos para defender un proyecto y de la misma manera ética los docentes debemos clarificar nuestras pautas para que se sepa que se evalúa, en este diálogo se califica
este trámite no es para nada arbitrario aunque sí subjetivo, por que somos sujetos tanto estudiantes como docentes
un abrazo amoroso y alentador para cada uno de los que siguen en los talleres