El experimento es simple.
Vas a cualquier oficina pública o privada donde están hartos de atender al público y no lo disimulan en absoluto, te corrés de la tormenta comunicacional que se avecina y desplegás tu mejor sonrisa...el efecto suele ser sorprendente. El rostro impenetrable del empleado/funcionario se rasga y si mirás con atención, casi que podrías pensar que en ese momentáneo desconcierto se vislumbra una oxidada sonrisa.
Miles de situaciones diarias replican esta intervención ciudadana, o podrían, si lo intentamos.
Es por ésto que muchas empresas de telefonía o similar, han desmantelado las oficinas de atención al público y sólo atienden por teléfono con operadores robóticos ligeramente lobotomizados para que se vean impedidos de visualizar tu sonrisa letal, y, por lo tanto pueden consumar la política salvaje de la empresa de arrasar con tu paciencia.
En nuestro familiar ámbito del Pabellón 3 sucede algo similar diariamente. Nuestros queridos no docentes deben lidiar con todo tipo de personajes, todos extraños (habitantes del 3, está claro?) con los que muchas veces se instalan desencuentros monumentales fruto de la sequía sonrisal.
Talleres, aulas, seminarios, sesiones del Consejo, teóricas, lo que sea, deben ser expuestos a la acción de la sonrisa, o hasta de la risa, para dejar que las cosas sigan en movimiento.
Debo aclarar que no estoy tratando de describir sonrisas profesionales y huecas, sino, por el contrario, sonrisas producto del pensamiento cosmogónico de que nada en este mundo es tan serio como parece, nada. Lo que no puede ser filtrado por una dosis de humor, no existe o es un engendro pergeñado por mentes obtusas de recalcitrante conservadurismo.
La vida entera es una gran ironía y como dicen los genios de acá abajo..."recuerda que la última risa es la tuya"
Abrazo queridos
Gustavo Barbosa
fotografía: Antonio Dammacco
Jajajajajajajaja...!!!
ResponderEliminarTomapavoooooo...!!!
pavo a barbosa?? jaja, ahhhh, pa‘ voooo
Eliminarbien SIR!!!
nada es tan serio, es cierto
besos besos!!
jaja solo se admiten comentarios con jajaes
ResponderEliminarme hiciste acordar la poema de gelman en el que dice "fui hasta el hombre
ResponderEliminarmás triste y le di un sueño"... y (para no ser menos) jajajajajaja, pero para asegurarme que no se sienta "profesional y hueca" desafío a que cierren los ojos e imaginen margaritas creciendo desde las plantas de los pies...sabrán que la risa es genuina!
salute!
perfecto! gracias Paula!
Eliminar