jueves, 15 de agosto de 2019

como te lo digo?


Hace días que me propongo escribir y hace días que se me congelan las palabras.
Este espacio ha sido, en lo posible, preservado de vaivenes cotidianos y se mantiene a una distancia prudencial de hechos y acciones en los que nos vemos envueltos.
Es difícil en estos días mantener una calma objetiva, ya que los golpes son de una constancia muy considerable y la calma necesaria queda vapuleada una y otra vez.

Pero es más fuerte escribir y es, mucho más fuerte, decir.

Uno (yo) se ha esmerado en mantenerse un poco lejos de las cosas serias, haciendo un ejercicio constante de reírse de todo, como un plan sistemático. Nada merece otra cosa.
Nuestras clases han sido esmeradamente condimentadas con altas dosis de afecto distendido, casi como un acto de fe.

Por eso me resisto a dejar que la imbecilidad imperante en nuestros territorios me obligue a ponerme serio.

Recordé una historia hoy. En 1970 se hizo el 2º Festival de Música Beat en el San José de Flores, conducido por Leo Rivas. Fuimos con los amigos, incipientes melómanos, Alfredo, Lucas y alguno más, momentos de incipientes violencias, momentos de incipiente militancia rockera ( ni el término rock se usaba, ja) . Los participantes fueron pasando, entre ellos un ignoto dúo, Pedro y Pablo, su canción no se escuchó, los silbamos, se fueron, nos equivocamos.
El jurado insistió y ganaron y volvieron a cantar su canción y ahora sí, nos enamoramos y entendimos un montón de cosas.
Hay que defender lo que pensamos, hay que hacerlo.
Cuidado.

A veces pasa, no escuchamos, no valoramos, no nos damos cuenta.

Abrazo
Gustavo Barbosa

fotografía: Josep María Lombart Gil

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