Hay imágenes de elocuencia infinita, de una síntesis perfecta.
Imágenes que nos introducen en un paisaje, que describen minuciosamente a un personaje o nos permiten ser testigos de un momento superior.
En esta imagen, Estela y Taty, estas bellas damas, estas bellas abuelas, nos regalan sus hermosas sonrisas que revelan su momento de intimidad. Nos hacen parte.
Nos cuentan de sus luchas, de sus penas, de sus incansables búsquedas, de sus inclaudicables principios, de su fortaleza, de sus certezas de estar sanando viejas heridas en nuestro trajinado país y, por sobretodo, nos trasfunden su sabia alegría.
Es inconmensurable su valiosísimo trabajo y es reconfortante ese sentimiento de pertenencia que nos ayudan a potenciar con sus acciones y logros.
Es tan luminoso caminar los mismos cotidianos paisajes y sentir que recuperamos una hermana o un hermano perdido por la violencia y el horror.
Cada nieta y cada nieto que vuelve a ser, nos hace ser a todos.
En ese lugar cada sonido se vuelve melodía y cada palabra se transforma en un apretado abrazo.
Es sentir que la vida se repone de un viejo dolor y renace en cada uno de nosotros.
Viejas queridas, como agradecer tanto amor?
Abrazo
Gustavo Barbosa
para la nieta 129
fotografía: Nacho Yuchark ( increíble imagen, amigo!!!)
que grande el flaco
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