Septiembre y la primavera, una conjunción insoslayable en este rincón del planeta.
Para los alérgicos, un momento de tensión emocional de tránsito complicado.
Soy uno de ellos.
Desmedidas reacciones a desmedidos actos de vida.
Hay que atravesar septiembre entre pólenes externos e internos, entre la agonía del recoleto invierno y la lozana luz que todo lo puede.
Como si nos fuera a mudar de piel, septiembre nos expone a estímulos que nos impelen al atento movimiento ( una vez más)
Desde aquí, bienvenida primavera, bienvenidos retoños, bienvenidos nuevos aires,
que de eso se trata.
Abrazo
Gustavo Barbosa
la alergia de septiembre debe ser una reacción exagerada en contra de la empalagosa felicidad, las putas florcitas y las parejitas contentas caminando de la mano, jajaja
ResponderEliminarlo pienso y me da alergia a mí...
besos (sin alergia)!!
ehh, que es el amor de primavera, como decía Tanguito!
Eliminarsii, perdón, es mi falta de romanticismo escorpiano, jaja
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