Si de imaginación hablamos, la radio es el lugar esencial.
Este medio audiovisual, audio parlante y visual imaginario, en muchas casos constituye un lugar de formación.
Revisando los rincones de la memoria aparecen imágenes de indeleble matiz.
En los '70s, a nuestros 16, 17 años aparece la FM en Argentina y la música comienza a ocupar un sitial de honor en esas transmisiones.
El notable cambio de calidad en el sonido, el rock que comenzaba su despliegue y nuestra curiosidad sin límite, conformaron una trilogía que, inevitablemente, cambió el curso de la vida.
Como no recordar esas noches mitológicas en las que, con mi querido amigo Alfredo, íbamos al estudio de la calle Maipú de la hoy Radio Nacional, para presenciar en vivo la transmisión de "Música con Ton, Son... y Williams", uno de los pocos programas que existían dedicados a la música beat, como se llamaba entonces.
Las 5 de la mañana nos encontraba felices volviendo a pie por la avenida Rivadavia
Las AM y FM convivieron desde entonces en una cadencia constante, alejada de horarios, inmersos en noches de entregas, noches de soledad y de amigos.
Siempre la radio.
Después llegaron los programas de autor, los conducidos por gente infinitamente enamorada de la música, "El Tren Fantasma", de Omar Cerasuolo, "El Intruso" de Marcelo Morales, "Animal de Radio" y "Radio Bangkok" del querido Lalo Mir y los entrañables "La Casa del Rock Naciente" del amigo Alfredo Rosso y "Algo Está Pasando" del amigo Claudio Kleiman, entre otras muchas imborrables producciones radiales.
Siempre la radio.
Voces increíbles, músicas que irrumpieron en nuestra humanidad, aprendizajes eternos y paisajes de fantasía . Todo eso es la radio.
Vayan estas palabras para aquellos que se han transformado en parte de nuestra vida y de nuestra historia.
96 años de radio en Argentina, salud!
Abrazo
Gustavo Barbosa
para mis amigos, los Alfredos y Claudio, con infinito afecto
Cabría recordar tantas otras imágenes compartidas como parte de nuestro propio documental autobiográfico, solo voy a resumirlo en dos: nuestra incipiente vocación musicalizadora llevando vinilos para ser nosotros mismos quienes los colocabamos en la bandeja del operador, y más aquí en el tiempo, las madrugadas compartidas con Rosso en La Casa de la R&P como alguna vez lo hiciera con el, bajo otras circunstancias; en sus primeras notas para el Expreso que compartia mientras sobrellevabamos madrugadas soldadescas.
ResponderEliminarGracias por tantos recuerdos, pero sobre todo por tantos presentes.
Y no me olvidaré nunca del Show del Minuto por su excelencia en la propuesta del Negro Guerrero
Claro! La lista sería extensa obviamente, tantas habladurías no fueron en vano
Eliminaruhhhhh! Cataratas de recuerdos!... se agradece!. abrazo
ResponderEliminarGracias a vos Paula!!
Eliminarnuestras noches de entregas sin radio eran impensables
ResponderEliminarincluso los mejores walkman tenían FM (el sony amarillo: cancherísimo)
me imagino al flaquito rubio y al vehemente SIR caminando en las madrugadas empachados de música, el flaco escuchando, el SIR gesticulando entusiasmado, jaja
no los ví pero los ví
para mí hay un agradecimiento eterno a ambos por contagiar esa pasión y por haber conocido tantas rarezas
besos musicales
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ResponderEliminarDese por apapachada
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