La educación universitaria pública está siendo sumergida en mares de números en estos tiempos de conflicto. Un tamiz que es parte de la cuestión, pero no configura un absoluto, so pena de sostener ingenuamente, un discurso de probable ignorancia.
Los números miden cosas, estadísticas, eficiencias y demás yerbas con su probada y fría objetividad.
Los números son inútiles frente a otras intangibles mediciones. Los que estamos en los umbrales de la vida universitaria pública y gratuita, solemos ser testigos de algunos procesos de transformación admirables, destacables y, por sobre todo, emocionantes.
Estos primeros tiempos de vida en la Universidad tienen diversos derroteros, desde el apasionamiento instantáneo, hasta el inconducente desánimo, obvio alumbramiento que produce la masividad de nuestra facultad, entre otras.
La movilidad social y la gratuidad de nuestra Universidad Pública, permiten el arribo al estatus de aspirantes a estudiante, a muchos que jamás podrían hacerlo si tuvieran el escollo del arancelamiento por delante.
Estos procesos transformatorios son difíciles de evaluar en términos convencionales, no tienen protocolos de investigación ajustados, ni son compatibles con las estadísticas. Suelen tener formas de sonrisas, alegrías y asombro ante el auto descubrimiento del poder de la imaginación. Ésto llena de esperanza al que transita la experiencia y por sobre todo, le da esperanza a la sociedad que se reconstruye con cada uno de ellos. Quizás no se reciban, quizás lo hagan en interminables tiempos o quizás sí lo hagan pero lo que sí puedo asegurar es que cada día que se enfrenten con el espejo se verán mejores, se verán cómplices con la felicidad, se verán... que no es poco.
Quien se anima a ponerle números (precio) a esta sutil maravilla?
Esta felicidad se descubre y se construye, no se impone.
Con gran afecto, para ustedes mis queridos
Gustavo Barbosa
Gracias Luis
será por eso que muchos de los mas lúcidos que investigan sobre nuestras disciplinas y sobre las ciencias sociales en general, utilizan metodologías cualitativas (cualidades y virtudes) y no cuantitativas (números y cantidades)?
ResponderEliminardebe ser por eso
por que se jerarquizan los valores humanos sobre los índices varios que utiliza la estúpida y nada inocente economía global
besos muchos para todos y cada uno
Monge es un tipo sensible ante un ecoglobal
ResponderEliminarMonge, un geómetra sensible
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