puntos en su sitio

Expuestos a ciertas realidades, resulta trajinado reenfocar nuestra propia concepción del mundo.
Los medios, las redes sociales se adueñan de nuestro derredor sin piedad y nos dibujan escenarios que no siempre vale a pena comprar. Ni creer. Ni aceptar.
Es difícil mediar entre nuestro sentido de las cosas y lo que viene de afuera, es difícil porque es un proceso de constante tensión, así funciona nuestro estado vital.
El desequilibrio y la recurrente búsqueda del equilibrio, día por día, momento a momento.

En medio de estos procesos, en los talleres les pedimos que ubiquen un punto, que determinen su posición y fijen, por ende, un punto de partida.
Así, sin consideración, entre el ruido, entre los vaivenes de cada día, entre las risas y las angustias de la noche anterior, nos ponemos a buscar puntos de partida que nos permitan
asumir una posición. La propia.

Como entender lo ínfimo del punto?
Como entender que el punto no es un objeto físico y a la vez es el punto de partida de los objetos que proyectamos?
Como entender lo adimensional del punto y su trascendencia?

Mientras hacía una pausa en la escritura, pensaba en cual es la importancia de entender el punto, nuestro punto, para poder afirmarnos en ese preciso momento y lugar.

La precisión del punto por momentos se oculta a nuestra razón.
Y sin embargo nos da entidad.
Mientras proyectamos tenemos que tomar miles de decisiones, ordenadas o caóticas, 
entonces, como podríamos manejar esas encrucijadas si no supiéramos donde nos paramos?

En ese exacto punto, quizás sintamos ese rayo que nos corre por la espalda cuando sepamos que vamos bien, cuando la idea quizás empieza a brillar.

Abrazo
Gustavo Barbosa