Durante una visita a ArteBA hace ya unos años, un persistente tedio ante lo exhibido invadió mi humanidad y me llevó a comentar lo interesante de los zócalos del edificio de exposición. Por supuesto ésto despertó un estado de ironía en Moira que dura hasta estos días.
A propósito de tedios y miradas, surge una primera pregunta inmediata,
como enfrentar la realidad sin sucumbir en la acción?
Las nuevas generaciones parecen capaces de atender 83 pantallas a la vez, hecho que apela a solo una parte de nuestros canales sensitivos, me pregunto que otras complejidades perceptivas se desatan frente a una acción sensorial de nuestra humanidad.
Es imposible percibir un todo. Nuestra subjetividad nos protege de semejante exceso.
El aprendizaje nos posibilitará romper con nuestras barreras perceptivas para ampliar nuestra mirada, y a su vez nos posibilitará categorizar el universo que nos rodea.
Es un trabajo de extrema soledad. Cada uno con su cosmogonía a cuestas.
Es un trabajo que no tiene fin.
Es un trabajo.
Pero no se olviden que siempre habrá un nuevo zócalo para observar.
Abrazo
Gustavo Barbosa
sigo sin poder creer que mirara los zócalos....
ResponderEliminarun beso gde, Moi
eran mucho más interesantes los zócalos que las obras (¿?) expuestas,
ResponderEliminarsoy limitado? jaja
Lo "limitado" seguramente seria la comunicación de diclhas obras...
ResponderEliminarNo hay que subestimar a los zócalos, su cotidianidad lamentablemen hace que pasen desapercibidos. Pero cominican muchísimo ja ja
Gracias Ayelen, no me siento tan sólo mirando zócalos por ahí jaja
EliminarCreo que todos tenemos un poco de esa bella locura que nos mantiene andando cuando todo alrededor es tan insanamente cuerdo - Cortázar
ResponderEliminarSi lo dice el maestro...gracias Lei! Beso
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