La lluvia es funcional a ciertos estados de ánimo. Molestos, melancólicos o relajados.
Desde siempre y para siempre.
Recuerdo las imágenes apocalípticas de la película "Blade Runner" del querido Ridley Scott, donde la ciudad se convertía en un caos de humedades constantes y agobiantes, casi intransitable a nivel peatonal. Un espacio abandonado a la buena de Dios...o del demonio.
"La lluvia borra la maldad y lava todas las heridas de tu alma..." reza Spinetta en la mítica "Quedándote o yéndote" y construye una mirada más sanadora de la precipitación y casi contrapuesta a la anterior.
La lluvia altera el aire. La lluvia altera nuestra cotidianidad. La lluvia antecede a sorpresivas goteras y altera la vida de arquitectos y afines.
La lluvia es la excepción y modifica el espacio de la ciudad. Nos hace mirar otras cosas.
Algunos eventos y agentes externos también nos hacen mirar otras cosas.
En estos días de elecciones en nuestra facultad tratemos de mirar otras cosas. Tratemos de no mirar para otro lado.
Abrazos colectivos
Gustavo Barbosa
la lluvia lava...a mi me encanta correr bajo la lluvia, se me empapan la ropa y las zapatillas pero sigo corriendo
ResponderEliminarblade runner fue un camino de ida para todos los de nuestra generación
y se sigue considerando como ejemplo del cine contemporáneo en los ámbitos académicos
un beso mojadísimo, moi
RAIN RUNNER...debieran ver a Moira volviendo de sus mitológicas corridas bajo la lluvia...
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