Comenzar
un nuevo curso siempre genera inquietud, una palabra que suele conllevar una tara
semántica, estar inquieto, tenso. Y la realidad es que la inquietud es lo
contrario de lo estático, de lo muerto.
Comenzar
un nuevo curso universitario, Dibujo en nuestro caso, despliega una creciente
escala de responsabilidades y de pasiones.
Enseñar
y aprender, un ejercicio simultáneo.
En
nuestra manera de entender esta cuestión, enseñar y aprender son las dos caras
de una misma idea: crecer.
Cada
nuevo curso trae consigo nuevas formas de transmisión, porque son nuevos los
interlocutores y de ahí la necesidad de estar/ser inquieto.
Partimos
de considerar algunas pocas e indispensables certezas y de innumerables
incertidumbres que ponemos en juego con una irrenunciable fe en el devenir.
Sabemos
porque estamos acá y ejercemos la responsabilidad como aporte esencial a
nuestro rol. Este planteo exige un fino correlato de actitudes y acciones
responsables en estudiantes y docentes que preferimos acordar antes que
imponer.
En
nuestra querida Fadu apostamos año tras año a generar un espacio de
crecimiento. Trabajo, reflexión, utopía y afecto son los condicionantes que
ponemos en juego en nuestros talleres.
Del hacer al pensar
Del pensar al hacer
La imagen que ilustra este texto, me hace pensar en caminos de cierto grado de dificultad, subir o bajar, mirar de otras maneras para no tropezar y buscar nuevas formas a cada paso
Es un placer encontrarnos, nuevos estudiantes
Abrazo a todos
Gustavo Barbosa
fotografía: Moira Sanjurjo
hola barbosos, buen año. a subir el tiempo
ResponderEliminarSwinnen
ResponderEliminarPor siempre inescrutable...
Abrazo