regresos

Para regresar es indispensable haberse ido. Sin completar esta idea,
es interesante el regreso porque el tiempo transcurrido, gesta crecimientos,
y  miradas, necesariamente distintas. El regreso permite entonces, el observar y
entender que lo que dejamos ya no es igual, y nosotros tampoco.
La fisura del receso magnifica esta acción ir/volver.


En  el inicio del curso, diseñamos un programa tentativo para alumnos supuestos y desconocidos.
Un acto aventurado pero necesario.
Hoy, en el regreso, ya nos conocemos. Todos tenemos cara+nombre. Y entre muchos,
también afecto. Este estado demoledor de desganos será el protagonista de los próximos meses.
Así abrimos la página de la segunda parte de nuestro Dibujo, y de testarudos nomás, no entendemos otra manera de pensar todo esto.


Están todos advertidos.


Afectuosamente y con la enorme alegría de poder elegir una vez más,
Gustavo Barbosa


fotografía: Denis Rouvre