Fue mi primer obra, un sótano en la avenida Carlos Pellegrini a 1 cuadra de la Muni por aquel entonces. Un aquel entonces bastante lejano a la fecha.
Un bar de billares con baños en pésimas condiciones siendo la encomienda renovarlos en tiempo record ya que los propietarios no querían cerrar ni media hora.
Acordamos un monto y la frase inaugural fue..."todo lo demás lo arreglan con Pelusa"
El susodicho Pelusa era un señor muy corpulento con un rostro de obvia ascendencia libanesa, que incluía cara de pocos amigos y que se ocupaba de la limpieza del lugar.
No parecía el referente ideal para encarar una novel obra, hasta que comenzó a hablar.
Pelusa, el señor Pelusa, tenía una voz casi femenina y unos modos muy acordes. Para mi sorpresa, Pelusa era un tipo encantador con una notable cultura general, que elegía un trabajo sin demasiada responsabilidad por sobre cualquier situación estresante.
No recuerdo demasiado los baños, pero sí recuerdo al amigo Pelusa al que no volví a ver después de ese breve encuentro.
La profesión de arquitecto y la profesión de docente abrevan de un mismo río, el contacto intenso con las personas, por lo menos esa es nuestra manera de entender ambas cosas.
Encuentro con clientes, encuentro con operarios, encuentro con estudiantes, encuentro con personas de carne y hueso, con anhelos, intereses, deseos, inquietudes y demás, para los que desplegamos proyectos que despliegan formas, texturas, olores y colores.
Para el otro, el que está ahí al lado.
Abrazo
Gustavo Barbosa
fotografía: Steven Jensen
Este grupo de artistas brega por un mundo más justo, salud por ellos
el sr o srita pelusa es un personaje genérico, todos tuvimos ese bautismo en la profesión y debo decir que a las chicas se nos suma el problema del género, pero esos personajes que allanaron los problemas, las dudas y los temores a hacer el ridículo, son inolvidables, y uno los recuerda con afecto siempre...
ResponderEliminarel humor salva y derriba muros infranqueables
los que descubrimos ese salvavidas a tiempo lo pasamos mejor y les hacemos pasar mejor la vida al resto (creo, jaja)
esos vínculos son preciosos y aunque uno no vuelva a ver mas a esos amigos (como ese pelusón of milk) los recuerda eternamente
besos besos