martes, 12 de abril de 2016

objetualidades





Mi abuela Rosita solía decir: ..."no hay que llevar a arreglar los aparatos que dejan de funcionar porque te cambian todas las piezas y te ponen otras peores..."
Así vivía rodeada de aparatos inservibles pero eso sí, honrosamente completitos.

Parece ser que el mundo se va llenando de gente y de objetos hechos para esa gente, al menos para algunas que pueden adquirirlos. Objetos dominados por la moda, la tecnología, las marcas y los caprichos de los usuarios. 

compro-uso-descarto-compro-uso-descarto-compro-uso-descarto, una trilogía que parece haberse adueñado de todos nosotros, tanto que hasta los marketineros del conocimiento han desarrollado un hermoso lenguaje ad-hoc, en inglés por supuesto, que nos permite ordenar a los individuos según su grado de avanzada en el descubrimiento de algo nuevo, ya sea un programa, un telefono o cualquier aparatito que aunque no tengo ni idea para que sirve me muestra como un verdadero entreprenuer de mi vida, tan llena de objetos y probablemente, en forma proporcional, tan vacía de contenidos.

Nos hemos ido acostumbrando a desechar los objetos inutilizados o pasados de moda, con el simple gesto de tirarlo al tacho de basura en una escalada alarmante, en un cambalache que junta una lata de tomates, dos envases vacíos de coca, un pan pletórico de hongos y el secador de pelo que ya no arranca, con el insensible convencimiento de que a algún lado irá a parar. Lejos de nuestra vista, claro.

Me pregunto si la condición afectiva o estética puede romper con este mecanismo que me atrevo a calificar de suicida. Más allá de los museos, podemos establecer vínculos sentimentales con objetos que trascienden la barrera de lo inservible.

Nuestros objetos y nosotros, un universo inexplicable

Abrazo
Gustavo Barbosa


7 comentarios:

  1. ayyyy! estoy "onlain" con la abuela Rosita.... :)

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  2. jaja tené cuidado Ka que la abuela está enterradísima...! Y no recuerdo que la hayamos adjuntado con ninguno de sus preciados objetos

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  3. solo espero que la cultura del conquisto-uso-decarto no aplique para las personas, jaja, nos volveríamos unos verdaderos capitalistas-consumistas de amores-personas-descartadas y re-usadas....uhh es rarísimo, jaja
    solo espero que eso no pase
    rositaaaaa, salvanos!!!

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