basura + basura

Pocas definiciones deben tener tanta ambigüedad como la de "basura."

A que llamamos basura?

A la bolsita que nos dan en cualquier negocio y que descartamos en 2" cuando llegamos a destino?
A miles de envase de cartón hermosamente diseñados?
A todo tipo de envases de plástico PET?
A botellas de vidrio de toda forma y color?
A todos los restos orgánicos producto de nuestras actividades?
A las pilas, baterías y demás acumuladores?
Al teléfono que cambiamos cada semana, a la computadora que ya parece obsoleta?

Todo lo citado y más aún, es reciclable, convertible o pasible de sencillas mutaciones caseras.
Por no hacerlo estamos convirtiendo nuestras ciudades en fábricas de basura que no es basura, un contrasentido intrínseco que ya resulta incomprensible. No hay solución alguna que no empiece por cada uno de nosotros, con cierto trabajo, obvio. Es mucho más fácil sacar todo a la vereda y que alguien se ocupe. Todo mezclado y sin criterio alguno.

En el centro del Pacífico Norte, existe una aglomeración de basura, principalmente plásticos, que tiene una superficie estimada de 1.400.000 km2...por 10 metros de espesor...un poco más que la superficie de nuestro país! Podemos imaginarlo? aunque el Pacífico esté lo suficientemente lejos de casa como para importarnos un corno?

En las obras de arquitectura, la cosa se vuelve aún más endemoniada, varios volquetes cumplen la tarea de sacarnos la molestia de la vista, pero nunca de la conciencia, Demolemos paredes y sacamos los interminables escombros para después comprar cascote para usarlo donde se necesite, un disparate!

Este tema es parte de una construcción educativa y de conciencia. Un par de generaciones atrás lidiaban con otra escala del problema y nos ha tocado a nosotros resolverlo, o acostumbrarnos a semejante degradación.
Buenos Aires y alrededores han casi colmado los rellenos sanitarios programados hace algunas décadas, y después que? 

El trabajo del día cero de nuestra materia Dibujo se basa en alterar el concepto basura, y la paradoja es que lo podemos hacer porque nuestra facultad es una inmensa factoría del desperdicio, tibiamente organizada para calmar las conciencias.

Debemos aprender a ser parte de la cadena de reciclajes, cada vez hay más tachos clasificadores que disponen los municipios cerca de nuestras casas y querríamos creer que el contenido se recicla y no todo va a parar a la misma bolsa (eternas desconfianzas)

Debemos aprender a mirar a los cartoneros y botelleros con otros ojos. Son agentes ecológicos de eficiente labor pero sin prestigio alguno. En general se llevan la mirada fastidiosa de tanto imbécil de clase mediocre que se siente inmensamente superior desde su condición en estado satisfecho.

Abrazo cartonero!
Gustavo Barbosa

fotografía: Kenji Arimura




Peter Garret y su grupo Midnight Oil, han sido activistas ecológicos a favor de las poblaciones aborígenes de Australia y otras cuestiones ligadas a la preservación cultural y de la naturaleza