La entrega!
Un evento que rápidamente se escinde de nuestra humanidad y logra dominar cuerpo/mente/alma del ejecutante para horror de las familias que se transforman en testigo primero y en víctimas después a medida que avanza el despliegue. Nadie puede convivir con la entrega de un estudiante de la Fadu.
Los alertas metereológicos deberían incluir el "alerta por entrega" en sus pronósticos, para intentar salvaguardar la vida de madres, padres, hermanos molestos, alguna que otra abuela y mascotas, si las encuentran entre pilas de papeles, restos de maquetas, restos de compañeros o regueros de sustancias indeterminadas, como medio sanguche de mila, una cáscara de banana y un misterioso objeto parecido a un chizito.
A pesar de las incipientes intenciones economicistas de las cátedras de entregar digitamente y por ende desmaterializar y desangelar el ancestral acto del entregar en sí mismo, la cuestión interior no cambia. Rodeados de pantallas, la supervivencia depende de lograr un mínimo de concentración. La cuestión mitológica de trabajar 167 horas seguidas y terminar como un muppet estropeado parece ser de tránsito necesario para todos los que hemos estudiado estas carreras del hacer.
Que emoción tendría llegar para entregar en buen estado, recién bañado, peinado correctamente y sabiendo como volver y a donde?
Tienen algo especial las entregas. Son una instantánea en el interminable devenir de nuestra imaginación, la inspiración esencial para poder seguir el camino de la transpiración proyectual.
La masividad le agrega una cuota épica que solo entendemos los habitantes de este loco mundo de nuestra querida facultad.
Verlos llegar de a cientos, con el correspondiente sobre bajo el brazo, radiantes, expectantes, en pánico, felices, hartos, deprimidos, exultantes, incluyendo todas las categorías de ánimo que los psiquiatras hace años tratan de clasificar, en lo personal, me emociona. Son las luces que iluminan los nuevos horizontes.
A pesar de todo, a pesar del esfuerzo, un día especial, un día de felicidad!
Abrazo queridos estudiantes y buena tarea!
Gustavo Barbosa
yo también los veo lindos cuando entregan
ResponderEliminaraunque lleguen cansados, agotados, confundidos, jaja
quizás es que solo compartimos con complicidad este estado que es solo nuestro, de nuestras disciplinas, digo...
cuando los vemos nos vemos reflejados en ustedes
les mando un beso enorme y bienvenidos a estas tareas, moi
las entregas son inolvidables. Anécdotas desgraciadas que el tiempo alivia, allana hasta hacerlas como esas piedras pulidas por el agua, suaves, graciosas.
ResponderEliminaren una entrega comí durante toda la noche salchichas pero las iba calentado en microondas todas juntas cada 1h, la sexta era un cartón prensado.
en otra mi compañero se fue de nuestra caverna para ir a buscar un auto para llevar la maqueta, cuando fue al cuarto a buscar la llave, vio la cama y sin pensarlo se tiro unos minutitos, yo dormia en la terraza al sol del amanecer, llegamos tardísimo.
en otra nos dormimos todos, 4 personas al mismo tiempo en un semáforo.
en otra se me corto el piolin del tablero 4 am, se reemplazo por hilo de la pizzeria 24 hs.
en otra muy graciosa de instalaciones, se corto la luz, pero en el palier había un toma que tenia energia pero no se porque estaba conectado al botón de la luz del pasillo que se apaga cada +- 30 segundos, le pusimos un palo haciendo palanca contra la pared y se mantenía prendida pero cada 30 segundos teníamos un segundo sin luz, una locura.
aclaro que no se porque hacíamos las entregas de noche y dormíamos de día cuando se podía.
saludos y suerte
todos hemos tenido escenas desopilantes como cuenta esteban, comidas sospechosísimas, amigos que van cayendo sospechosísimos, y las entregas van quedando sospechosísimas
Eliminarahora contado por el demente de esteban todo suena además surralista, jajaja
besos sospechosísimos y suralistas
Durante mi entrega de Diseño 5, a altas horas de la madrugada y con varias horas sin dormir, golpea un vecino amenazando con un supuesto revolver, que nos iba a matar si seguíamos haciendo ruido...
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