martes, 6 de enero de 2015

todo terreno



















































Es difícil analizar el vínculo del ser humano, niño/niña o niña/niño, con el automóvil.
El impacto de estos bichos de 4 ruedas en nuestras ciudades es significativo, o más bien es significativo el deterioro que provoca la hiper población vehicular. No hace falta describir el espiral de ruido, humaredas, caos y el crescendo de idiotas que agarrados a un volante se transforman en desaprensivos asesinos sin percatarse de que hay otros humanos ocupando el espacio por el que quieren pasar contradiciendo a destajo la ley básica de impenetrabilidad de la física.

La idea de libertad que nos venden los fabricantes de automóviles en místicas publicidades casi inentendibles,comienza a cobrar sentido cuando el horizonte urbano se desvanece y nos quedamos solos frente al camino y la naturaleza. O la naturaleza sin camino.

Si desaparece el plano horizontal, si la línea de horizonte se altera, si la materialidad transmuta abruptamente y donde dice asfalto debe decir, arena / nieve / hielo / barro tal vez, si el charco se transforma en laguito, si los puntos cardinales se confunden y arriba o abajo suena parecido,  si pasa todo eso, empezamos a entender la versatilidad de estar preparado para el todoterreno.

Es un poco parecido a estas profesiones que la vida nos puso por delante. Estar preparado para múltiples circunstancias, contextos de variabilidad aleatoria, presiones económicas y estéticas, rapidez de reflejos, capacidad de preguntar y repreguntar hasta el hartazgo, firmeza y fluidez, son los condimentos cotidianos del mundo profesional.
No hay zapato que resista sumergirlo en el pastón de material, ni traje que sobreviva a una pared recién pintada. La vida en la obra es otra. La vida en el taller también es otra.

La vida con un todo terreno es otra y sino preguntenles a estos 600 enfermos que están transitando lugares casi inexpugnables desde el 4 de enero, para disgusto de los ultra ecologistas y para admiración eterna de los aventureros.

Salud y abrazos masivos
Gustavo Barbosa 



3 comentarios:

  1. barbosa se pone un poco denso con el dakar
    mira una y otra vez los camiones de los rusos
    al malarriado de terranova
    al precioso de nasser al-attiyah (eso lo digo yo...)
    a despres manejando cuatro ruedas después de haber ganado 5 veces en moto
    a coma en su ktm
    en fin....verán no hay otro tema

    besos embarrados, moi

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  2. ese perfil extraño del señor barbosa, genio todo terreno.
    igualmente nada que no pueda hacer con el maruti, con o sin espejos.

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    1. Es la consecuencia de haber tenido un Mehari por 17 años...cualquiera que haya transitado el país con un Citroën de aquellos años, me comprenderá!
      Abrazo señor Swinnen!

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