caballo loco
Algunas palabras tienen especiales resonancias en algunos idiomas,
tal el caso de crazy horse, que en particular y en lo personal, nominan personajes que podrían adquirir el siguiente y frágil orden de importancia:
un increíble grupo de rock ( Neil Young & Crazy Horse)
un tozudo cacique sioux ( Tasunka Witko)
un increíble cabaret en París
Todas ellas en apariencia, temáticas imposibles de relacionar, sin embargo...
Si busco palabras definitorias como tenacidad o pertinacia, probablemente estaría aproximando elementos en común para intentar una elaboración racional, pero en este caso y con estas palabras me dejo llevar por otros andariveles, por andurriales que se aproximan más a lo emocional, plausiblemente escurridizos a la hora de establecer parámetros y sentidos.
Probablemente todo se relacione con la sacralidad que adquieren algunos eventos o personajes en determinados momentos de nuestra existencia. Lo consecuente de esos sentimientos a través del tiempo van definiendo un estado de constante ironía frente al ataque de lo efímero.
En el año 2001, un conglomerado de artistas se dio cita en el Campo Argentino de Polo de Palermo, como número de cierre y luego de un soporífero show de Oasis, fue el turno del gran Neil Young escoltado por su guardia pretoriana, los muchachos de Crazy Horse. La lluvia de aquel día no amilanó a quienes rendimos culto al artista, eterno luchador contra la política imperialista yanqui.
Neil Young nunca descenderá del pedestal de haber pertenecido a CSN&Y, cuyo LP " Deja Vu" ( 1970) fue mi primera adquisición en la mitológica disquería "El Agujerito" de la Galería del Este. Mi primer LP importado! Un concepto objetual hoy casi anacrónico.
La historia de Tasunka Witko, más conocido como Crazy Horse ( Caballo loco) avivó las llamas de la rebeldía y la resistencia en mi cosmogonía adolescente. El cacique sioux le complicó la vida al 7º de Caballería en forma insistente en las guerras por el territorio indio allá por el siglo XIX casi en simultáneo con la guerra de la Secesión americana.
Los que nos criamos mirando "Las Aventuras de Rin Tin Tin" por el viejo canal 7, sabemos de que estamos hablando, aunque los indios de entonces eran más altos, rubios y musculosos que los de estos lares, por la magia de la política imperialista del cine, casualmente yanqui.
Las señoritas del cabaret Crazy Horse demolieron mi capacidad de resistencia a la seducción femenina cuando tuve la oportunidad de presenciar su show, allá en el tiempo y a lo lejos.
Sorprendente grado de belleza casi surrealista que probablemente haya afectado mis neuronas hasta vaya saber Dios en que medida.
No sabría decir si también en este caso lo imperialista también opera, pero francamente, poco me importa.
Todo este listado de posibles dislates solo cobra sentido para dar comienzo a la celebración del año del caballo de madera, animal que me cuenta entre sus nativos.
Veinte 14, 60 razones para celebrar, mis queridos caballos crazys o no.
Saludos colectivos, mientras comenzamos a pensar en Dibujo 2014 y sus infinitas relaciones posibles.
Gustavo Barbosa
crazy horse es swinnen
ResponderEliminarcada vez mas parecido
este año lo hacemos cantar en una teórica (y la verdad es que se mueve igualito)
felicidades a los bellos caballos que el 31 de enero empezó su año
besos enormes de dragón
Podría obviar al sioux.
ResponderEliminarPor lo demas me sumo al comentario de Gustavo, somos del mismo corral.
Alto disco (diriamos ahora), altas mujeres (serán siempre).
Abrazo equino
Hola Gustavo, soy Natalia Lampert, cursé srg con vos y me quedó pendiente el tema de la nota, te acordas?, perdón que te contacte por aca, pero no consigo tu mail por ningún lado....te dejo el mio natalialampert@gmail.com....para saber en que fecha me tengo que presentar....mil gracias!
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