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Diciembre también tiene otras aristas.
En el trabajo de la cátedra, es el momento de hacer una pausa y descansar, la mente y el cuerpo. Sin embrago, parados en esta idea del crecimiento y la concepción de la misma como parte de un proceso orgánico, es inevitable comenzar un trabajo de auto evaluación de lo actuado.
Los procesos individuales de cada uno de nosotros se entrelazan y decantan como un estímulo para repensar el curso.
2012 por lo tanto abreva en lo actuado y aportado en el 2011 como experiencia colectiva.
Es imposible, desde nuestra mirada, pensar en repetir un curso. Hay sí tiempo de maduración de ejercitaciones y planteos. Algunos serán efímeros, algunos encenderán los motores de los procesos.
Trabajar en caliente sobre lo recién realizado ayuda a una mirada integral.
Trabajar sobre las relaciones entre los ejercicios o los paquetes de ejercicios es el objetivo.


En una mirada reduccionista, se podría pensar que la materia Dibujo se divide en representación geométrica (dura) y representación a mano alzada (blanda) y no es así.
Son solo distintos momentos de los procesos de pensamiento proyectual. Para algunos de ustedes los tiempos dedicados a una u otra manera, están desbalanceados, para otros, todo lo contrario. Pero la realidad es que no es uno u otro. Son los dos, porque la actividad proyectual tiene infinitos momentos, e infinitas complejidades.


La Fadu en sí misma está investigando sobre la temática proyectual. Es una cuestión ligada a la construcción de conocimiento general, un concepto aún, en gestación.
Muchos integrantes de nuestra querida Fadu están en ese arduo camino. Investigadores, maestrandos, doctorandos, aportarán ideas por venir.
Todos, alumnos, docentes e investigadores corren las fronteras de nuestras disciplinas en un movimiento que no se detiene.
Aún en diciembre.


Abrazo colectivo
Gustavo Barbosa