Las palabras nos vinculan. Las palabras nos separan. Las palabras nos alimentan. Las palabras nos degradan. Las palabras nos involucran. Las palabras nos espantan. Las palabras nos serenan. Las palabras nos alteran. Las palabras están flotando por allí, alrededor, podemos tomar algunas, las que que se nos dé la gana, podemos hacer reír, podemos lastimar, podemos mover, provocar, hacer bien o mal. Tomamos el riesgo del decir? O nos dejamos encontrar en la piel? Me pregunto cual será la piel de las palabras? Abrazo Gustavo Barbosa fotografía: Ilenia Cariño
Como ya he dicho una y otra vez, estos escritos son autoportantes, tienen vida propia y emergen cuando ellos quieren, a su antojo. Ayer, por ejemplo, caminaba por callecitas de Tigre, cuando se cruzaron un par de ideas...a la vez, superpuestas, articuladas, como suena tan bien decir en nuestros ámbitos universitarios, pero, por confiar en mi cada vez más frágil memoria, a la vista de hoy, solo quedan restos idearios informes, con esa cosa tan lábil que tienen ellas, las ideas. Entonces? Remedando los mecanismos proyectuales de los que tanto nos jactamos, intento transitar una vez más el proceso que conlleva tanto itinerario corporal y por momentos, racional. Una vez decía Spinetta: " me preguntan de donde saco tantas ideas?...de una bolsa! " junto con una sonrisa cómplice que ilustraba el momento. Vivirán las ideas en mundos paralelos? Serán los dibujos puentes con esas realidades alabeadas? Serán las palabras los mojones que indican el camino? Dejo preguntas, algo así como agentes de provocación inter universos, pues para realidades carentes de casi todo, basta con prender la tele. Abrazo Gustavo Barbosa imagen: Víctor García Pastor
La lluvia que no para, un apagón de película, funcionarios de película ( de género recalcitrante) futuras diputadas de escasa calaña, gente con frío, gente con hambre, niños empujados a estados incivilizados, la lluvia que no para, las acciones no solidarias, el egoísmo, el sálvese quien pueda, los medios, los extremos, la sensación de no se puede por tu "se puede" ( infeliz e inerme personaje!) la clase media, la pestilente media de la clase media, y tantas otras miserias que nos ensombrecen el cielo. Un conjunto de oscuras amenazas que debemos derretir. Punto. Abrazo Gustavo Barbosa fotografía: Gérard Rancinan
Nacemos, vivimos, morimos. Esa es la propuesta. Podemos polemizar si elegimos nacer, si buscamos condiciones, si nos aseguramos previamente la mayor cantidad de sufrimiento o de delicias, pero no es la cuestión de este escrito. Tenemos la certeza absoluta de nuestra finitud, una verdad revelada imposible de esquivar, ja (aunque nos mantengamos lo más alejados posible) Nos vamos a morir, como cualquier hijo de vecino. Ahora bien, que hacemos con el medio de esta trilogía? Que hacemos con vivir? Donde se aprende? En la escuela? en la Universidad? en la Fadu? en la calle? en el camino? en tu casa? en el cine? en un recital? en un abrazo? Vaya impertinencia la mía de hacer estas preguntas un domingo soleado! Vaya tupé! Si están esperando respuestas, hay miles de filósofa/os hermosos prestos a discurrir al respecto (verdad Ale querida?), hay físicos, hay religiosos, hay grandes pensadores pensando, a los que podrían consultar. Yo solo me miro cada tanto y lo cuento. Como la demoledora canción que ilustra este momento. Vivir es. Vivir es ir. Arremangados por las dudas. Atentos, respirando y si se puede, con una sonrisa. Vamos yendo? Gracias. Abrazo calentito Gustavo Barbosa fotografía: Tatsuo Suzuki Recomiendo mirar y escuchar el video que sigue, con letra en mano, con un razonable equipo de audio ajustado a su máximo volumen, ahh, y si pueden, con las tripas al aire. En los primeros dos segundos, la expresión de la mujer del público es más elocuente que todo lo dicho. Sean felices.
Estos días fueron particulares, transitados por extraños cosquilleos,como si pudiera ver algo más allá. Hablé de los encuentros en la entrada anterior, de lo particular y milagroso que pueden ser esas delicadas consistencias en tiempo y espacio. Hace catorce años mis hijos se aparecieron con una pequeña (muy) cachorra al son de: ".... papá, nos la podemos quedar...??" Y se quedó, claro, como no? Como la quieren llamar? dije yo Es fea, dijimos todos, Bofi será, ja, por bofe, por tan chiquita, por tan desamparada. Catorce años con nosotros, rara, un poco huraña, un poco salvaje, un poco estoica, un poco silenciosa, un poco loca, se hizo querer, nos cuidó, nos cuidamos, la quisimos, tuvo una buena vida. Hoy, recién, Bofi se fue, como dicta a veces el tiempo, en silencio. Se merece un momento compartido, como todos aquellos que nos llenan de afecto. Gracias Bofi, nos hiciste bien, como no dejarte unas palabras de amor para tu próxima aventura! Disculpen la impertinencia, lo tenía que compartir. Abrazo Gustavo Barbosa algunas tristezas, algunas canciones maravillosas todo lo curan, como siempre, desde siempre, para siempre