Ciertos aires de proscripción circulan en la facultad,
un mecanismo que no logra silenciar las discrepancias,
a pesar de los rostros de cuidada amabilidad.
Simular consensuar no es consensuar
Simular dialogar no es dialogar
Simular corrección no es ser correcto
Simular amabilidad no es amable
Nada es ingenuo
Nada es casual
Aún la posible casualidad como ejemplo, de que ciertos trabajos de ciertos personajes no afines a la gestión, hayan sido evaluados socarronamente como pésimos.
El huevo de la serpiente crece y crece
Atentos
Gustavo Barbosa