martes, 25 de octubre de 2016

tiagos






































El diccionario de la RAE dice de alquimia: "Transmutación maravillosa e increíble..."
una definición que induce a visualizar procesos de sorprendente luminosidad que navegan, desde tiempos inmemoriales, entre la ciencia y la filosofía.
El escenario de los viejos alquimistas parecía compilar todas las fantasías secretas entre alambiques humeantes y telarañas eternas, filtradas por tenues penumbras.

Un taller de nuestra facultad bien podría replicar algunos de estos climas, sin alambiques a la vista, pero sí con humeantes energías de pensamiento que cargan la atmósfera. 
Hay algo de magia en esos procesos, hay algo intangible e inexplicable que configura los mecanismos de creación. Los docentes hemos aprendido de la recurrencia a través de los años. Hemos intentado explicar lo explicable y provocar el despliegue de la energía idearia de nuestros interlocutores, los estudiantes. Algunos entusiastas, algunos reticentes, cada uno con sus tiempos, entre todos materializamos formas y conceptos, en una inmensa sinfonía disciplinar.

Cada tanto en los talleres aparece un estudiante especial, similar a simple vista, pero con un brillo particular. Suelen rápidamente comenzar a irradiar una luz que moviliza a todo el taller, desde las ideas, hasta por su condición de personas sanadoras.
Uno se enamora de estos seres, porque las clases pasan a tener un carácter festivo donde aprender se transforma en un proceso cargado de felicidad. 

Santiago "Tiago" Ares fue sin duda, uno de éstos seres. No tuve el placer de que cursara en nuestra cátedra, pero su trabajo emergió para alcanzarnos a todos. 
Coordinó el equipo que trabajó y pergeñó el Proyecto Qunita, en este momento expuesto en el Patio Central de nuestro pabellón y respaldado con convicción por toda la UBA, en desmedro de la artera campaña periodística en su contra.

No conocí personalmente a Tiago pero conocí a muchos otros Tiagos, y me llena de emoción recordarlos.
Tiago falleció en octubre del 2015, nadie podrá olvidarlo.
Salud por eso!

Abrazo
Gustavo Barbosa

fotografía: Svein Nordrum

por la memoria de Tiago









































sábado, 22 de octubre de 2016

efimerades






































Un minuto de este tiempo será igual a un minuto de 30 años atrás?
Estaremos viviendo en un mundo de efímeros minutos?

Preguntas que probablemente no tengan respuesta alguna, 
pero no deja de sorprenderme el bombardeo de hechos y noticias que en un día determinado se convierten en el epicentro de la atención, para, al otro día ser olvidados y transformados en algo efímero. No hablamos de eventos de igual categoría que se encadenan con lógicas similares, muchas veces una noticia atroz es ocultada con la piedad de alguna pavada cargada de frivolidad. 
Quizás sea un salvoconducto a la cordura de nuestras sociedades, o quizás sea el resultado de operaciones de eutanasias del pensar.

Los medios masivos aportan el recorte, la pregunta es que pasa en las redes, que pasa con las pulsiones comunicacionales de todos y cada uno de los que las utilizamos?
Sin chequear fuentes o veracidad alguna, muchas veces quedamos envueltos en campañas que de tan personales parecen estar sospechosamente digitadas por algún ingenio omnipresente. Los nuevos dioses operan en internet?

Nuestra vida académica parece algo ajena a estos endemoniados vaivenes, aunque pueda por momentos caer en la tentación de dejarse seducir por algún personaje del mundano jet set empresarial.

En nuestra masiva facultad operan a la vez infinitas redes, que muchas veces, se ignoran.entre sí, grado, posgrado, doctorado, investigación, extensión, pasillos, oficinas, aulas y talleres burbujean en estrepitosos silencios.
Quizás ustedes los estudiantes sean los agentes indispensables de la conexión, de la interconexión o de la meta conexión. El indispensable agente amalgamador.

Detengámonos un minuto para pensar un minuto, tan solo lleva un minuto.

Abrazo
Gustavo Barbosa

martes, 18 de octubre de 2016

marca piel






































Tengo que escribir algo, no es algo que yo decida...es.

Dentro de los impredecibles límites de nuestra piel, transitamos por este mundo en el preciso tiempo que nos toca, con hora de nacimiento y hora de muerte, puntualmente.
Siempre pensé que, más allá de explicaciones científicas que no me interesan, tenemos los poros para que nos puedan penetrar el mundo y alrededores. Entre lo propio y lo externo, somos más o menos impermeables, más o menos esponjosos,más o menos alérgicos, más o menos atravesables, para constituirnos con lo que podemos metabolizar de semejante ensalada.

¿Como volvemos a ese mundo y nos convertimos a su vez en los estímulos del otro, del que está a la vuelta de la esquina, ése que algunos libros sagrados llaman prójimo? 
(no conozco ninguno así nominado, donde estarán?)

Con el sedimento de este bombardeo universal terminamos siendo lo que somos, acá, allá, en el país de nunca jamás...o en el infinito mismo, dominio del dios Monge.
Mujer, hombre, escribano, cartero, mecánico dental, todos conformamos un algo parecido a lo que se espera de nosotros...o no.

Nosotros, los que nos dedicamos a proyectar fantasías sin fin, los que generamos y materializamos objetos que yacían inertes en nuestra trasnochada imaginación, los que intentamos transformar las realidades a través de nuestra propia transformación, quizás tengamos acumulados varios quintales de ideas, de las que podemos disponer bajo cierta acción.

Quizás todo ese conglomerado ideario deflagre hacia nuestra exterioridad a través de nuestra trajinada piel. De adentro hacia afuera, con todo lo que éso implica. 
Nuestra membrana inteligente, en ese esencial fluir, impregna nuestra producción de manera indeleble, llevándose una parte nuestra en el intento.
Una cuestión ligeramente mágica.

Tengo que escribir...podría hacerlo sobre el color, sobre el curso que estamos construyendo, sobre el señor Monge  o sobre el regreso de la hipérbola, pero no...
salió ésto.

Abrazo
Gustavo Barbosa

Fotografía: Loui Jover
Video: Edy Rodriguez

Todo lo expuesto se explica con claridad meridiana en la siguiente canción.
Gracias queridos músicos. Gracias Flaco!


martes, 11 de octubre de 2016

3 de ceos






































Durante la niñez, ante la velita encendida y entronada en la torta de festejo de cumpleaños, solíamos ser conminados a pedir 3 deseos...nunca supe reaccionar con soltura a semejante demanda! Mis deseos naufragaban de inmediato entre el lugar común y la presión de la tentación material, por lo que solía mentir sin determinar ni siquiera uno de ellos.

Lacan declara la imposibilidad de satisfacer un deseo y lo lleva a la inquietante visión del deseo de ser el deseo del otro o sea, nos señala una pulsión a ser considerados por el otro, cosa que, insatisfecha, se transforma en un problema sin solución. Un tema complicado.

Nosotros, los arquitectos, los diseñadores, materializamos los deseos propios y ajenos, o ajenos y cuasi propios, o simplemente ajenos. Si ésto fuera así, si todo fuera un gran plan inalcanzable, nuestra tarea sería la de construir el deseo de un objeto, o de un espacio, o de un pensamiento proyectual. Algo así como una sinfonía de deseos y espejismos materiales.

Será que nuestros deseos están en una dimensión inalcanzable'
Será que desde nuestros objetos podemos vislumbrar esa región de la vida?

No tengo respuesta, solo la pulsión a seguir pensando en formas. 
Las formas del deseo, del mío.
Y vos querido lector?

Abrazo
Gustavo Barbosa

fotografía: Beth Conklin


jueves, 6 de octubre de 2016

extraño ser






































Hay extraños seres en este mundo,
algunos visibles y otros no.
Cuando se te cruzan en los caminos un halo se irradia, te envuelve y te reconocés.
Cuando se te aparecen vos te aparecés
Habitantes de una vieja cofradía, cófrades al fin.

No tienen una forma sino todas
No tienen una imagen sino todas
No tienen ni son, tan sólo están
y vos con ellos.

Desde que recuerdo estoy con ellos
Desde que recuerdo estoy acá
A veces visible, a veces intangible, lejos de la piel
Como viejos espíritus saliendo al sol de vez en vez.

Muchos de estos queridos extraños seres están en el Pabellón 3, están y pelean ese estatus cada día, cada hora, cada minuto. Es una batalla permanente contra el sentido común, ese silencioso enemigo de la imaginación.

Abrazo mis queridos
Gustavo Barbosa

para los que ayer dieron batalla sin pausa, ahí, en el Pabellón 3