sábado, 23 de febrero de 2019

buen viaje






































Ayer escuchaba a alguien hablando por teléfono en un lugar público, donde todos eramos involuntarios copartícipes... "buen viaje"... terminó la conversación. 

Deseos de buen viaje es lo que otorgamos al que parte, no decimos buena llegada, ni buen arribo, no, decimos buen viaje. Como si el viaje en si mismo tomara una trascendencia mayor.

Quizás el viaje se constituye como la forma tangible de la separación.

El viajero parte y el deseador de buena travesía permanece. Parten juntos del exacto momento de la despedida para sumergirse en vivencias, aparentemente opuestas, donde el tiempo empieza a desarrollar otros ritmos al son de los paisajes: el desconocido y el cotidiano.

Hace mil vidas atrás, se emitía por TV una serie ( de las de antes) que se llamaba "Ruta 66" donde dos jóvenes emprendían un viaje por la mítica ruta 66 que cruza el imperio de costa a costa, en un Corvette convertible. En cada capítulo la trama mostraba su paso por cada ciudad y los eventos y vínculos que acontecían.
Pero nunca se quedaban, vivían en estado de despedida constante, el viaje era en si mismo su universo!

Me producía tristeza cada programa, dejaban amigos, amores y demás para seguir y seguir. Eran como pequeñas muertes cada vez.
Creo haber descubierto a esa remota edad que no me gustan las despedidas!

De todas maneras y como dios manda, despliego con una sonrisa y un abrazo un intencionado "buen viaje"!!! a cada aquella o aquel que parte, aunque me invadan esas viejas vivencias que parecen no querer irse más.

Abrazo 
Gustavo Barbosa

fotografía: Anka Zhuravleva (genia amiga!!)

lunes, 18 de febrero de 2019

iluminaciones


























Hay momentos de apariencia ínfima, sutiles, intangibles, indefectiblemente luminosos,
casi un soplo entre tantos días inermes.

Momentos de devastadora felicidad, casi inexplicable; no, no casi, sino tan claramente inexplicable.

Momentos que no tienen fecha alguna, ni festejo previsible, son, simplemente acontecen.
Pueden adoptar la forma de un milkibar, de un pancho, de una música, de una mirada, de una caricia, de una promesa, de un amor indescriptible, que más da?

Cuantos momentos de esos te acontecen querida/o lector?

La vida por momentos es áspera, estoica, salvaje, impaciente y condicionante, entonces, como no estar preparados para el asombro, para la confianza?

Agucemos los sentidos, suelen ser escurridizos, se suelen ocultar en un pliegue de luz y sombra, ahí.

Hoy, mañana, dentro de 357 años, que más da?

Abrazo
Gustavo Barbosa

fotografía: Patricia Ackerman ( millón gracias!)

viernes, 8 de febrero de 2019

todo bien

























El efímero diálogo se repite como un mantra:..." Hola!, como estás? todo bien?"...solemos decir cuando nos cruzamos con alguien que conocemos.
 La realidad es que el latiguillo en cuestión simula dar respuesta a algo harto inabarcable o bien, simplifica el momento para no inducir a diálogos más comprometidos.

Como comprender nuestra entera realidad y expresar "todo bien" sin sentirse un salame?

Compleja con ganas es la vida como para poder sostener un estado de forma contínua. Frentes internos, frentes externos, nuestra epidermis lidiando con el afuera y el adentro como el lugar de los acontecimientos, el bienestar, los malestares, nosotros, los otros, el deber, el querer, son una miríada de parcialidades que nos conforman, como podríamos entonces reducir todo este revoltijo a estas prácticas dos palabras?: "todo bien!"

Sin embargo hay momentos especiales, sutiles, intangibles y básicamente hermosos en que nuestra humanidad se sonríe, hincha los pulmones con vital energía y se desprende de dudas. Estamos vivos con ganas, felices de hacerlo conciente. 

Estos son momentos inolvidables para atesorar bajo siete llaves y revivirlos de tanto en tanto como un lugar santo.

El universo y nosotros sabemos de que va, mientras tanto al vecino que te pregunta seguí diciéndole con total desenfado: " Todo bien!"
Eso sí, algo se te va a notar en la sonrisa.

Abrazo, querida/os
Gustavo Barbosa

para Ludovico Barbosa, donde quiera que estés

fotografía: Ans Van Des

domingo, 3 de febrero de 2019

circular (es)


Hace unos cuantos años atrás, en épocas de otra de nuestras recurrentes crisis,
sucedió esta historia que hoy recordé:

Transitaba diariamente una zona francamente pretenciosa de Buenos Aires camino a una obra. Un día, en un umbral sobre la calle Arroyo, apareció un chico joven honorablemente mal vestido, con una tristeza arrolladora en la mirada que pedía dinero con vergüenza y dibujaba! 

En un maltrecho cuaderno, con una birome bic azul, dibujaba y dibujaba. Y dibujaba bien (puedo decirlo con certeza profesional)
Comencé a saludar sus tristezas y comenzamos a entablar breves diálogos que incluían unas breves sonrisas cada día más preciadas.
Un día de esos, la sonrisa se ensanchó para decirme: "Mirá lo que me dieron!!"...era una moneda de 2 euros "vale mucho, no?" me dice, "claro!!", digo yo, "y donde la cambio, en el Banco?, dice él, "yo te la compro" le digo yo.

Le dí tres veces lo que valían los dos euros y me gané un abrazo que valía 10000 veces ese valor. 
Un día desapareció, nunca más lo ví.

Guardé la moneda por años, casi como una cuestión de fé. 
Un día, en un embrollo de tránsito, entre otras le dí la moneda a otro personaje de carencias infinitas.
Uhh, pensé, que hice? casi como un lamento privatista.

Entendí que los 2 euros debían circular, debían encender otras sonrisas, debían alentar alguna leve felicidad como un nuevo destino.

Iremos entendiendo de a poco, que seremos mejores como sociedad si nos sostenemos entre todos, así, si amablemente circulamos, con cariño indeclinable.

Vaya mi afecto a aquel inolvidable personaje que me hizo tan bien.

Abrazo 
Gustavo Barbosa

fotografía: Soledad Robles ( gracias!!)