lunes, 29 de noviembre de 2021

la maldita máquina de aturdir





Volví a un recital después de mucha pandemia. Y esa larga ausencia despertó muchas preguntas, las que, como siempre, no buscan respuesta alguna, sino tan solo provocar algo en mi/tu humanidad.

Mientras una parte mía discurría entre viejas emociones, otra parte me permitió arribar a algunos lejanos pensamientos.

Para mí y para algunos contemporáneos que me animo a convocar, la música y sus héroes son una indivisible cuestión. La circunstancia y el contexto que nos juntaron hicieron de esta idea una sustancia indivisa.

Una vez leí que John McLaughlin, uno de los más grandes guitarristas contemporáneos hablaba de "sus héroes"...uouuu, que queda para nosotros? pensé.

Esos seres iluminaron nuestras vidas, con música, con palabras y con actitudes que, en reciprocidad absoluta, conformaron un universo que no alcanzo a nominar con palabra alguna. De ahí aquello de "héroes".

Entonces los recitales pasaron a ser ceremonias.
Entonces los discos pasaron a ser cuestiones santas.
Entonces las letras pasaron a ser poesías.
Entonces el virtuosismo y los instrumentos pasaron a ser referentes de lejanos olimpos.

El tiempo ha pasado y muchos ya no están en estos pagos.
Entonces surge la gran pregunta: que será de todo ésto cuando ya no queden héroes?
Pregunto con absoluto respeto: este fenómeno se reproduce hoy?

Estamos cercados por algunas voces altisonantes que emergen de, vaya uno a saber, que campo minado.
También hay nuevas música fantásticas desde ya, pero...
Habrá nuevos héroes por aquí?

Abrazo
Gustavo Barbosa