jueves, 30 de julio de 2015

en casa nadie me entendió más






































bajá la música...!
arreglá tu cuarto...!
guardá tu ropa...!

Una tras otra, son frases que seguramente todos hemos escuchado y, posiblemente,
hemos dicho cuando la difícil tarea de la paternidad-maternidad se nos cruzó por el camino sin anestesia.
La institución familiar nos modela y nos contiene. Nos inocula la memoria como legado y nos permite construir nuestra cosmogonía personal a partir de lo heredado e instalado. En el mejor de los casos. claro, también puede servirnos de frontón para pelotear nuestro fastidio e incipiente rebeldía como acción movilizadora y reconstituyente.
No voy a entrar en ahondamientos psicológicos ni en revisionismos de las conductas, simplemente me detengo a pensar en la fisura que un día aparece en nuestro vínculo con nuestra entidad familiar, sea ésta tradicional o modernamente disfuncional.
Y pienso en esa fisura que acarrea el crecimiento, ése que aparece cuando desarrollamos nuestra propias capacidades, por necesidad, por las asimetrías que genera el estudiar o por la propia experiencia de vivir simplemente.
Despegar del origen parece necesario y saludable, ese origen que nos sirve de punto de partida, no siempre fácil, no siempre agradable. Más bien teñido de lo conflictivo como efecto colateral de esta acción del crecer.

en casa nadie me entiende!

Frase que inunda nuestro discurso y condiciona nuestras conductas. Siempre me pregunté si siquiera es posible que alguien pueda "entender" al otro, por más madre o padre que sea. Lo racional no es lo esencial en estos vericuetos de lo vincular, me quedo con el afecto en todo caso.
Por eso percibo como una cuestión esencial que dejen de "entendernos", para así, dejarnos crecer y de alguna manera, partir.
Eso sí, con la valija llena de afecto.

Abrazo
Gustavo Barbosa


"recuerdo un día como hoy
me fui de casa para tocar rocanrrol
y no volví nunca más..."





ilustración: Akif-Kaynar

viernes, 24 de julio de 2015

gran hermano gran hermana




No tengo hermano o hermana mayor, 
soy hermano mayor
y esta condición puesta de  manifiesto hace unos cuantos años atrás me hace reflexionar
sobre los hermanazgos posibles

Para que sirve un hermano/a mayor?

En esa extraña célula que llamamos familia. a la que arribamos con poco equipaje,
encontramos una serie de personajes que en el mejor de los casos nos lleva toda la vida entender. Madre, padre, tíos, abuelos, perros, gatos, un loro y una señora que vive en el fondo de la que no es posible recordar el nombre, pueblan el escenario que nos ha tocado en suerte.
Entre esta pléyade también pueden existir uno o más personajes que suelen recibir al recién llegado con sentimientos oscilantes que van desde la sorpresa a los celos más endemoniados de la historia. Con el tiempo se aprende a reconocer que este/os hermana/o mayor suelen servir para varias cosas, a saber:

1... para abastecernos de objetos y ropa en pésimas condiciones
2... para enseñarnos las peores actividades intra muros
3... para enseñarnos las peores actividades extra muros
4... para permitir comparar, modificar y degradar el código disciplinario de la familia
5... para abrir caminos
6... para defendernos de los peligros del abrir caminos
7... para culparnos de todos sus pesares
8... para ser cómplices de críticas despiadadas a los progenitores 
  ... y demás revelaciones a discreción de cada uno

Los que no tuvimos un actor con ese espesor de responsabilidades fraternales solemos buscar y adoptar reemplazos a medida. Los andurriales de la vida nos van conglomerando con otros que sólo deben cumplir una condición, ser admirables.
Más allá de lo cronológico, el hermano mayor reciclado suele trabajar en silencio,
a veces sin hacer manifiesta su labor, tan sólo acolchando la huella para que los golpes sean algo blandos y para llenar los silencios con risas, afectos y alguna que otra acertada puteada que no es sino, otra forma de afecto.

Podríamos establecer ciertos paralelos con momentos del taller donde todos podemos operar c
omo un gran hermano (con perdón de la imagen querido lector) con el que intercambiamos figuritas, silencios para ser llenados, provocaciones, métodos asequibles, alguna que otra risa y enormes dosis de libertad y confianza.

Inspirado por vehementes afirmaciones de Moira
Para mis queridos hermanos mayores

Abrazo
Gustavo Barbosa

PD: en enero del 70, sale a las bateas el 1º Lp de Almendra, que incluía el tema que sigue "Plegaria para un niño dormido" de Spinetta.
45 años después escucho esta emocionada versión de Mollo y me quedo pensando como y para siempre que El Flaco fue el hermano mayor de casi todos y en la inmensidad del legado que nos deja a los que seguimos por aquí. Gracias Mollo por esta maravilla! 




sábado, 18 de julio de 2015

con fort


























Zonas de confort.

Solemos caer en la trampa, a veces los huesos piden cierto reparo,
y caemos en la trampa de lo que hemos ido llamando confort
que va mucho más allá de lo físico,
de los 21º de temperatura, del exceso de comodidad, del auto, del telefonito y de tanto más que nos acecha a cada paso del camino.
Pienso en el confort que tan maravillosamente describe Roger Waters en su tema "Comfortably Numb" de "The Wall", ese que te detiene en los prejuicios, ese que te desarma las energías, ese que te humedece los contactos y te complica los arranques, ese que te ataca desde las melifluas herencias y se camufla entre los tejidos para devastar.

En estos tiempos de redes enredadas los peligros se multiplican, la calle se replica en las pantallas que tienden escenografías de seducción inoxidable. "Salir a la calle a que te maten,que te pisen", como decía el señor Moris, podría ser un espejismo con falsedad ideológica incluyente. 

Ser universitario, entre otras cosas, lleva implicado el no ser un sujeto confortablemente situado, más bien convocar a los dioses de la destrucción para reiniciar nuestra maquinaria de conocimientos, una y otra vez, una y cada vez que sea necesario, antes de que se nos ahogue el niño rebelde que la sociedad degüella incansablemente con tecnología de punta.

Cada vez que enfrentamos un nuevo grupo de alumnos es necesario reflexionar sobre el vínculo a establecer entre la enseñanza y los actores en los talleres, entre nuestra comodidad pedagógica y la construcción a realizar con los nuevos protagonistas.
Una tarea nada fácil. Una tarea indispensable.

Abrazos incómodos
Gustavo Barbosa


martes, 14 de julio de 2015

tenés rico olor






































Los 5 sentidos con los que venimos de fábrica nos permiten percibir la realidad que nos rodea o algo parecido a ello. Nunca sabremos si el presente siquiera existe de tan efímero que resulta ser. Le confiamos a nuestros sentidos la construcción de la imagen holística con la que nos movemos en nuestro tránsito por este bendito planeta.  

De los 5 sentidos el olfato tiene poderes contundentes, puede trasladarnos en el tiempo hacia la infancia, por ejemplo, si algún aroma de tal referencia se cruza en nuestro camino. En un abrir y cerrar de ojos, o más bien de nariz, estaremos en aquellos bellos 4,5 ó 6 años inundados del perfume de las lantanas y disfrutando además de chupar sus paupérrimos y dulces jugos.

El olfato nos permite distinguir las cualidades del medio gaseoso en el que vivimos y así poder establecer categorías cuasi morales sobre el mismo. Desde el olor a azufre que se asocia al infierno hasta el perfume a flores del reino de los cielos, desde los olores de un colectivo con ventanillas cerradas en invierno hasta los inciensos de un templo, desde el olor de los alimentos en cocción hasta el olor a excrementos, lo sucio lo limpio, la repulsión la atracción y demás actos a los que nos induce el olfato.
Los animales utilizan el olfato como un código de mayor información que el visual, nosotros los humanos "siglo XXI" a fuerza de los agentes Lysoform y la manía de desinfectar hasta los pensamientos, aparentamos distinguir a los otros por sus aromas artificialmente perfumados, cuando en realidad solemos sucumbir ante el registro del aroma natural de la piel de nuestros seres queridos y/o queribles.

Solemos catalogar situaciones a partir de acciones del ámbito olfativo, si algo nos huele mal o bien como una extensión de nuestra lógica racional. La pregunta entonces está cantada: 

¿como confiar en el olfato para discernir el camino de nuestras acciones de proyecto?
¿como aguzar el olfato ante encrucijadas proyectuales?

Seguramente el desarrollo del olfato para fines utilitarios tiene que ver con la experiencia y el oficio, si es que estas categorías son posibles de alcanzar en los tiempos que nos toque transcurrir. 

"Esa mujer tiene un olfato muy fino, 
siempre tiene metida la nariz en su libro de oraciones, 
y con oler tan sólo un objeto, conoce si la cosa es sagrada o profana, 
y al fijarse en el aderezo, olió muy claro que no había en él mucha bendición"

                                                                      Fausto de Johan Wolfgang Goethe
Abrazos perfumados
Gustavo Barbosa


viernes, 10 de julio de 2015

las formas de los virus
























A propósito de la Independencia, las elecciones y los lugares de uno en el mundo, el notable dibujo que ilustra esta entrada, publicado en la revista Caras y Caretas en 1913, muestra el proyecto de apertura de las Diagonales Norte y Sur, mejoras en la Plaza de Mayo, el Cabildo castrado de torre y longitud y el Congreso Nacional en el eje de la Avenida de Mayo.
Aires de modernidad se imponían en Buenos Aires que venía creciendo al ritmo de las bonanzas económicas y transformaban la urbe con aires europeos que tanto afán despertaba en las clases dominantes tan candorosamente cipayas.

Con la modernidad llegaron la sobrepoblación, los códigos de edificación y el virus más monstruoso que infecta nuestras ciudades, la especulación inmobiliaria. Con legislaciones de una liviandad sorprendente, nuestros espacios urbanos quedan expuestos a la inescrupulosa mirada inmobiliaria que relativiza cualquier valor estético, histórico o de respeto a las tradiciones de nuestra sociedad.

Con criterios de incomprensible razón los sucesivos códigos han permitido todo tipo de barbaridades en distintos barrios de la ciudad y alrededores cuyos municipios copian sin pudor las aberraciones epistolares de la nave madre. Con ojos vendados los funcionarios definen zonas en la ciudad sin evaluar la situación particular de cada cuadra y de cada manzana.

Este virus ataca de forma masiva a la sombra de decretos de siniestro origen y es difícil encontrar zonas de la ciudad que hayan logrado salvaguardar el espíritu de sus habitantes de siempre que deben contemplar atónitos como caen bajo la piqueta obras de belleza irrepetible para que emerjan en su lugar edificios de espanto o peor aún, de tilinga tonalidad "cool"
El desorden morfológico de la ciudad crece de la mano de sus gobiernos tan fastidiosamente pro y de a poco nos parecemos cada vez más a esos escenarios dantescos que proponían películas señeras como Blade Runner

El proceso es muy simple y efectivo, en una cuadra o manzana de casas bajas y vidas apacibles, un día la demolición de una de esas casas irrumpe de manera grotesca para hacer lugar a la anodina propiedad horizontal que ocupará su sitio. En muy breve tiempo los vecinos aplastados por la sombra y la indiscreción de visuales indeseadas o tentados por números inesperados, abandonan sus querencias y el mecanismo se efectiviza con la prevista precisión. El escenario podrá ser irreconocible en un corto plazo con plantas bajas anónimas sólo habitadas por aburrido personal de seguridad.

Es muy difícil romper esta sinergia. Estará en nuestras manos como sociedad poder resistir antes de que no quede nada por salvar. 
Lejos está de ser sólo un tema de los profesionales de la construcción, con ser habitante e involucrarse, alcanza.






























































Abrazos construidos sin demoler
Gustavo Barbosa




miércoles, 8 de julio de 2015

entregar la entrega 2



































199 años
Buen día Argentina!
Buena entrega para todos!

En nombre de todos



sábado, 4 de julio de 2015

entregar la entrega






































La entrega!

Un evento que rápidamente se escinde de nuestra humanidad y logra dominar cuerpo/mente/alma del ejecutante para horror de las familias que se transforman en testigo primero y en víctimas después a medida que avanza el despliegue. Nadie puede convivir con la entrega de un estudiante de la Fadu.
Los alertas metereológicos deberían incluir el "alerta por entrega" en sus pronósticos, para intentar salvaguardar la vida de madres, padres, hermanos molestos, alguna que otra abuela y mascotas, si las encuentran entre pilas de papeles, restos de maquetas, restos de compañeros o regueros de sustancias indeterminadas, como medio sanguche de mila, una cáscara de banana y un misterioso objeto parecido a un chizito.

A pesar de las incipientes intenciones economicistas de las cátedras de entregar digitamente y por ende desmaterializar y desangelar el ancestral acto del entregar en sí mismo, la cuestión interior no cambia. Rodeados de pantallas, la supervivencia depende de lograr un mínimo de concentración. La cuestión mitológica de trabajar 167 horas seguidas y terminar como un muppet estropeado parece ser de tránsito necesario para todos los que hemos estudiado estas carreras del hacer.

 

Que emoción tendría llegar para entregar en buen estado, recién bañado, peinado correctamente y sabiendo como volver y a donde?

Tienen algo especial las entregas. Son una instantánea en el interminable devenir de nuestra imaginación, la inspiración esencial para poder seguir el camino de la transpiración proyectual.
La masividad le agrega una cuota épica que solo entendemos los habitantes de este loco mundo de nuestra querida facultad.
Verlos llegar de a cientos, con el correspondiente sobre bajo el brazo, radiantes, expectantes, en pánico, felices, hartos, deprimidos, exultantes, incluyendo todas las categorías de ánimo que los psiquiatras hace años tratan de clasificar, en lo personal, me emociona. Son las luces que iluminan los nuevos horizontes.

A pesar de todo, a pesar del esfuerzo, un día especial, un día de felicidad!

Abrazo queridos estudiantes y buena tarea!
Gustavo Barbosa