viernes, 29 de mayo de 2020

2020 virtuosos



La semana próxima, el martes 2 de Junio y el viernes 5 daremos comienzo a nuestro curso de Dibujo 2020.
Virtual, virtuoso a cómo de.

En el  https://cbccampusvirtual.uba.ar/  encontrarán la primera tarea.

Extraordinarias circunstancias generarán extraordinarios procesos.
Allí nos encontramos

Abrazo
Gustavo Barbosa

domingo, 24 de mayo de 2020

yo te conozco



Cómo se conoce a alguien?
Cuando se puede decir que conocemos a alguien?

Al otro, a la otra.

En estos días tomados por la sensación de soledades digitadas, hay tiempo para pensar, para pensarse, para tomar distancia, para mirar desde esa distancia, para bucear entre disquisiciones, para imaginar miradas (reales) abrazos (reales) besos (reales).

Es imprescindible no perderse en los desvaríos virtuales que son solo el trailer de lo verdadero, aunque sean óptimos en este presente de aislamiento asilado.

Estamos a punto de comenzar nuestros demorados cursos en estado de invisibilidad orgánica. No hay caras, no hay cuerpos, no hay comunicación gestual y la pregunta surge de forma inevitable: cómo será esta experiencia inédita?

Los talleres son nuestro lugar de trabajo, de crecimiento, de exposición, de confrontación, de sorpresa, de alegría, de miedos, de aprendizaje, y todo éso es posible por el tejido vincular. No entiendo otra manera. No creo que sea reemplazable.

Como hacer entonces? Como hacer para hacer?

Los milagros de la comprensión existen.
Los milagros afectivos están acá, al alcance de la mano.
A veces tienen otras formas, otros tiempos.
A veces vienen desde tiempos inmemoriales y un día se nos aparecen sin cita previa.

Hoy confío en nuestra capacidad de sostener las cosas importantes y acudir a ellas cuando nos amedrenten las amenazas de confinamiento afectivo.
Siempre habrá lugar para vernos reflejados en esa sonrisa que te enseña lo más importante: a sonreír.

Abrazo 
Y nos vemos (por favor!)

Gustavo Barbosa

por nuestras desmesuras

fotografía: Carsten Witte


lunes, 4 de mayo de 2020

mediando


























El mundo consta de algunas pocas cosas, los lugares, las cosas, los bichos, las personas y yo.

Invito a las y los lectores a ubicarse estratégicamente en el lugar del yo, sino estas líneas serían insufriblemente centrípetas.

Todo esa cantidad de elementos están allí afuera, al alcance de nuestras ideas, que los entretejen, los envuelven, los ubican y lo que se nos ocurra, muchas veces negándolos, que es una manera bastante práctica de organizarlos.

En esta extraordinaria situación que nos toca transitar, me encontré pensando en las mediaciones y los mediadores, será que hace un tiempo estoy muy interesado en el universo del Derecho? 
La cuestión es la pregunta: que media entre nosotros, los habitantes del planeta?

Más allá de los mediadores profesionales, pensé en las cuestiones naturales, por ejemplo, la distancia. En las cuestiones de poder, por ejemplo, los reglamentos, el uso y las buenas costumbres. En las cuestiones culturales, por ejemplo, la moral. En las cuestiones cronológicas, por ejemplo, el tiempo y su uso, etc, etc, etc.

En estos días de asilamiento en los que la cosa está resumida de la puerta de casa para adentro, la mirada se posa en como mediar entre yo y yo.

Yo y mis ganas
Yo y mis temores
Yo y mis deseos
Yo y mis amores
Yo y mis recuerdos
Yo y mi piel
Yo y mis vidas
Yo y mi presente

Es un trabajo arduo, no se vayan a creer. Es de jornada completa, constante, excitante y por momentos hasta agotador en otros. Pero, diría indispensable.

Las pantallas se están constituyendo como mediadores extremos, como instancias terapéuticas o pasatistas, vos decidís.
Clases virtuales, reuniones virtuales, sexo virtual, fiestas virtuales y la sensación de que todo se convierte en un universo de seres carentes de temperatura.
Mientras tanto, hasta que llegue el deseado encuentro, hasta que las miradas enciendan felicidad, hasta que nos estrechemos las manos, hasta que las pieles se estremezcan,
mientras tanto, ejercitemos el pensar, que porai te pica, pero no duele tanto.

Abrazo
Gustavo Barbosa

fotografía: David Lachapelle