martes, 30 de abril de 2013

reciclando nos





"RECICLAR" del diccionario de la RAE:

1. tr. Someter un material usado a un proceso para que se pueda volver a utilizar.

Dejo hablar al arquitecto...que simple parece esta definición en el marco de nuestra disciplina. Reciclar, volver a usar, volver a empezar, son conceptos de sospechosa parcialidad y asépticos en exceso.
Un espacio existente  no es una suma de materiales, en general deteriorados, ni una disposición funcional pasada de moda. Es un universo de complejidades no necesariamente visibles a los ojos del visitante expuesto a la incomodidad que ha construido el paso del tiempo. 
Un proyecto nuevo, pareciera plantear condicionantes de determinada categoría, económicos, normativos, de contexto y demás, pero los diálogos a entablar son, en su mayoría, con nosotros mismos.
Una obra de reciclaje, además de transitar todas estas etapas, nos traslada a ciertos universos de marcado anacronismo a los que hay que aprender a valorar.Nos enfrentamos a formas, materialidades y concepciones espaciales, que provienen de decisiones tomadas en otro contexto social y cultural. Como escuchar estos diálogos que se nos plantean?
Como aprender a escuchar?

Lo visible está a la vista. Una frase de una estatura...
Aún lo oculto da algunas pistas rápidas: fisuras, rajaduras, pérdidas, inconmensurables deterioros nos acechan, pero y lo invisible? Lo que está encerrado en la atmósfera vivencial del sitio?
Podemos hacer oídos sordos a la cuestión. Pensar y proponer  desde lo material y alterar.
O hasta incluso desvirtuar lo existente sin consideración alguna, en el mejor estilo mac rista.
Y sería la opción inmediata.

Prefiero adoptar el silencio como puerta de entrada.
Exponernos a que nuestros 5, 12 o 1000 sentidos inicien el trabajo de una primera etapa esclarecedora y constituyente. Habrá gestos y voces para descifrar. Acciones y palabras para clasificar. Resonancias. Cicatrices. Huellas. Fantasmas.

Nosotros somos los visitantes y para poder transformarnos debemos escuchar.
Tan solo eso.
Ya llegarán los golpes de maza y cortahierro, 
mientras tanto, los invito a quedarnos en silencio...

Abrazo
Gustavo Barbosa

jueves, 25 de abril de 2013

línea de horizonte




Los ojos del observador definen la posición del horizonte,
los ojos del observador definen la posición del observador,
casi una verdad de perogrullo,
sin embargo en nuestro mundo proyectual, ubicarnos nos permite navegar con cierta seguridad en un océano cargado de eternas encrucijadas

Aprender a sostener la multidimensionalidad en la formas de pensamiento,
y confiar en nuestro sentido de la ubicación, nos transforma en un sistema dinámico
teñido de comportamientos aparentemente erráticos para un observador desprevenido,
pero un ejercicio natural para nosotros, los habitantes del universo del diseño

Abajo, arriba, lejos, cerca serán los factores del instante de la imagen,
un momento testimonial indispensable para el destinatario de nuestro labor de proyecto,
pero de consistente movilidad en nuestra interioridad

Brillante y provocador...
así es nuestro trabajo,
por momentos caótico, por momentos de tanta belleza,
por momentos agresivo, por momentos calmo como el eterno horizonte de un océano ideal

Ubicados abrazos
Gustavo Barbosa

fotografía: Jade B. Ribeiro



jueves, 18 de abril de 2013

dos septenios







































Un día cerrás la puerta, mirás por última vez y te vas,
como aquel tema de Almendra, un poco triste, que hablaba de partidas,
que te dejaba allá, en lo por venir.

El pensamiento antroposófico plantea las etapas de la vida en septenios, 
períodos de 7 años. Los tres primeros definen el desarrollo del cuerpo físico, 
los tres segundos, el desarrollo del alma, y los tres últimos, el desarrollo del espíritu.
Algún avispado lector ya habrá hecho la cuenta de que 9 septenios dan 63 años...
y después?
Después ya no importa nada y dejamos de pensar en estas trivialidades.

Volviendo al tema del cierre de puertas, la cuestión esencial es 
determinar de que lado hemos quedado, si del lado de afuera o del lado de adentro.
Porque no vaya a ser cosa que, desprevenidos, quedemos atrapados en nuestras propias limitaciones.

El devenir nos lleva a través de las dimensiones del espacio y del tiempo,
que, como dijo una gran actriz, siempre viene de a poco, y te da tiempo para asimilarlo. 
En este viaje planetario aprendemos a crecer y portamos con orgullo las cicatrices
de algunas difíciles batallas con puertas casi inexpugnables.

Lo notable, lo trascendente es aprehender las transformaciones que afirman nuestros pasos,
y entender que algunos moretones en cuerpo y alma, hablan de la sanidad de nuestros espíritus.

Abrazo
Gustavo Barbosa


lunes, 8 de abril de 2013

dia logos








































En diálogos recurrentes, inevitables y sostenidos, aventuramos en estos días de comienzos los posibles alcances de nuestras formas de enseñanza. 
La experiencia nos da sustento y cierto grado de seguridad, y aún así, surge la necesidad de revisar y ampliar los recursos. Casi a la manera de una acción proyectual, vamos delineando meticulosamente, el programa de la materia.

Que pueden escuchar?
Que pueden asimilar?

La masividad puede engañar al espíritu no entrenado, ya que exige el ejercicio de lo paulatino.
Las imágenes de las charlas inaugurales del martes y del viernes se instalan latentes entre nosotros. Esta idea de lo dialogal también aparece en esas circunstancias.
En principio el conjunto de estudiantes adopta la forma de un  organismo único y desde allí se establece el primer intercambio. Rápidamente aparecen algunas caras y se destacan las primeras sonrisas. Algunos nombres comienzan a sonar y cierta indefinible energía se instala entre las partes, así comienza el diálogo. 

No siempre se constituyen por la palabra.
Pero intentamos indagar sobre ellos, usando la palabra.
Esa será una de nuestras tareas de este curso, la búsqueda de una manera propia de indagación. Una que se alimente de estos curiosos diálogos, por momentos, silenciosos.

Saludos masivos
Gustavo Barbosa